Nintendo apuesta por un shooter de calamares a la romana
En el E3 del año pasado Nintendo nos soprendía con el anuncio de Splatoon, un juego que aportaba aire fresco a los shooters de hoy en día. Casi un año después, Splatoon llega a nuestro país cargado de tinta y listo para empapar los escenarios de colorido. Si esperas un shooter competitivo entre equipos, este no es tu juego, avisado quedáis.
La simpleza de Splatoon es lo que le hace grande
La primera vez que te encuentras en Cromópolis, ciudad de los inklings, te das cuenta de que parece que el juego ofrece poco: unas cuantas tiendas, unos personajes deambulando por la plaza y poco más. Pero a medida que das los primeros pasos y compruebas las posibilidades de interacción con los ciudadanos, te haces una idea de lo que Splatoon es capaz de ofrecer. En Cromópolis principalmente es nuestro templo de preparación de cara a las batallas de tinta que vamos a participar, principal objetivo del juego.
Nos encontraremos con la posibilidad de visitar tiendas para mejorar el equipamiento de nuestro inkling. Comenzamos con un local para accesorios, tales como gorras, gafas, bandanas…continuamos con camisetas y zapatos, y terminamos con lo más gordo, las armas. Cada objeto tendrá un potenciador aleatorio y diferente. Por ejemplo, una determinada gorra nos puede ofrecer la posibilidad de nadar más rápido en nuestra metamorfosis a calamar, u otro objeto puede simplemente hacer que nuestra recarga de tinta sea más rápida y viceversa. Cada objeto nos dará una serie de habilidades a mejorar y/o aumentar.
A medida que vayamos compitiendo en la modalidad online, de la cual detallaremos más abajo, podremos aumentar el nivel de los objetos que hayamos comprado, de tal manera que alguno de ellos podrán conseguir un segundo potenciador (además del original que disponía el objeto cuando lo compramos), eso sí, esta segunda habilidad será totalmente aleatoria. La gracia de ello es que puede ‘tocarnos’ algún potenciador que nos guste o, en caso contrario, lo detestemos; la novedad del asunto es que en Cromópolis nos encontraremos con cierto personaje al que podemos encargar accesorios y armas de aquellos rivales con los que nos hayamos enfrentado en las partidas multijugador, un ‘te he visto y un te quiero’.
Nunca unas pistolas de tinta habían sido tan letales
La posibilidad de customización del personaje en cuanto a armas se refiere es muy ilimitada, pues a medida que vayamos subiendo de nivel (hasta un máximo de 20), tendremos a nuestra disposición la posibilidad de adquirir armas en la tienda situada en Cromópolis. Cada arma tiene tres características que las hacen diferenciarse unas a otras: potencia, cadencia y alcance. En función de vuestros gustos deberéis de seleccionar aquellas armas con las que más os sintáis cómodos. Y por si fuera poco, incluso el dependiente de la tienda os dejará probar las armas sin necesidad de probarla, a través de un simulador…¡que vendedor más majo, sin compromiso alguno!
Cada arma tendrá, lógicamente, efectos diferentes en función de cual usemos; por ejemplo, el rodillo tiene la principal ventaja de que a corta distancia es letal, puesto que podrá de una manera u otra ‘aplastar’ a los rivales mientras pinta una gran cantidad de terreno. Sin embargo, su principal debilidad es que el enemigo, en las distancias medias-largas, podrá derrotarlo fácilmente con otra arma. Osea, cada arma tiene su principal ventaja, pero también su principal debilidad. Por ello, la opción de ir probando las armas conforme vayamos desbloqueándolas, será clave para el manejo y aprendizaje de las mismas.
Cuando compremos un arma, ésta vendrá acompañada de armas secundarias y armas especiales; en el primero de los casos serán armas que podremos utilizar de manera habitual y siendo necesario una recarga de tinta. Hablamos, por ejemplo, de granadas, fuentes protectoras, bombas de seguimiento, etc…Mientras que las armas especiales serán las más devastadoras, ya no sólo a nivel de ataque sino también a nivel defensivo; dispondremos de tintazukas o los tintófonos, aunque también habrán otros accesorios que nos permita ser más estratégicos, como mostrar la posición del rival para así ayudar a nuestros compañeros, etc. Cabe resaltar que el principal objetivo de Splatoon es pintar territorios. Las armas son un mero simbolismo, aunque con protagonismo (¡contradicción!).
La diversión empieza acompañado de otros inklings
Pero la esencialidad de Splatoon no es si usar especias o ali oli en los calamares, sino su modo multijugador para ocho jugadores (4vs4). En él podremos acceder a dos modos de juego, al menos hasta la fecha: un modo amistoso donde competiremos con usuarios de todo el mundo en partidas territoriales sobre pintar el máximo volumen de escenario posible, de tal manera que con nuestras armas deberemos de ir pintando lo que podamos, además de ir matando al equipo rival; al finalizar la partida, un agradable gato nos indicará qué equipo es el ganador (muchos ‘aman’ a ese gato).
Por otra parte tendremos el otro modo de juego habilitado desde hace poco, el llamada modo competitivo, a partir del cual podremos subir nuestro nivel de ranking (el cual empezamos en C-). El objetivo en dicho modo es similar al modo territorial, sólo que en esta ocasión el juego previamente nos indicará a los equipos qué pequeña porción de terreno habrá que pintar. Naturalmente, en el momento de empezar la partida, los dos equipos se dirigirán como si no hubiera un mañana a dicho territorio. Hay un tercer modo donde podremos unirnos a la partida de algún amigo que tengamos agregado en Wii U, aunque Nintendo ya ha dejado claro que durante este verano llegarán más modos de juego, en particular las salas privadas con amigos, algo que de momento está inhabilitado en Splatoon.
El modo historia dispone de una serie de jefes finales que son interesantes, aunque además de recibir armas exclusivas y algunas otras mejoras, es un modo prescindible del que una vez que te lo pasas, no vuelves a tocar, pues sabes que la característica de Splatoon es su modo online, donde realmente reside la diversión. El modo historia es corto, bastante corto para lo que podría haber ofrecido, aunque con la interactividad con los amiibo se ha alargado algo más al tener que rejugar la historia para conseguir los trajes exclusivos que conseguimos gracias a las figuras del juego.
Nueva IP diferente y llena de frescura
A modo de conclusión, estamos ante un juego que sin duda hará la competencia a Mariscos Recio (¡el mar al mejor precio!), un título que desde que fuera presentado en el E3 del año pasado, ha sido todo un bombazo, ya no sólo en opiniones sino también en las ventas. Splatoon es quizás el título bomba de Wii U este año, una nueva IP que de momento gusta por su explosión de colorido y buena jugabilidad, pese a que inicialmente el juego ha sido lanzado con poco contenido, pero es perdonable que Nintendo vaya dando más material en forma de DLC de manera gratuita. La generación, a día de hoy, es Splatoonera. Al tiempo.