Ayer fue un día especial, ya que tuvimos la suerte de asistir a la Madrid Games Week en el día reservado para la prensa, pudiendo probar con antelación e incluso en exclusiva algunas de las últimas novedades del mundo de los videojuegos. Concretamente en este artículo os comentaremos nuestra experiencia con PlayStation VR (antes llamado Project Morpheus), sin duda uno de los mayores atractivos de la feria.
Cabe decir que las colas eran bastante largas y más si tenemos en cuenta que ayer jueves era un día con menos afluencia de público, por lo que si queréis probarlo este fin de semana os recomendamos ir por la mañana pronto y reservar hora cuanto antes. Tendremos a nuestra disposición 5 demos distintas: dos shooters como si de una película de acción se tratase, una tercera ambientada en las profundidades marinas con un tiburón (la que probamos), otra relacionada con naves en el espacio y una última que no tuvimos ocasión de ver. En algunas de ellas podíamos interactuar con lo que teníamos ante nuestros ojos e incluso realizar ciertas acciones, aunque en la que probamos tan sólo fuimos meros espectadores. Podíamos elegir 1 de las 5 demos disponibles, así que en nuestro caso dado el pánico que le tengo a los tiburones, me decanté por The Deep, para comprobar si realmente la realidad virtual estaba tan conseguida como presumían los chicos de Sony.
La primera impresión con PlayStation VR fue muy similar a la que tuvimos el año pasado con Oculus Rift, si nunca habéis probado un dispositivo de realidad virtual es muy probable que tardéis algunos segundos e incluso un par de minutos en acostumbraros, aunque en nuestro caso la adaptación fue casi instantánea. En mi opinión creo que la experiencia al ponernos las PlayStation VR es mucho más positiva que con las Oculus Rift; no marean tanto ni se te hace tan confuso lo que ves (al menos comparándola con la demo de Oculus de la montaña rusa que probamos el pasado año). Aunque si me gustaría resaltar que ergonomicamente, PlayStation VR es más “armatoste”, por lo que no se acabó en ningún momento de ajustar perfectamente a mi cabeza y tuve que sujetarlo con las manos durante todo el tiempo de juego.
Ya centrados en la demo, pudimos meternos de lleno en las profundidades marinas, comprobando alucinado que lo que tenía ante mis ojos parecía tan real como la vida misma. El aspecto gráfico de la demo junto con los efectos de sonido y el campo de visión de 360º crean un cóctel de sensaciones difícilmente de describir. Según nos íbamos sumergiendo, veíamos como la vegetación y la fauna iban variando, así como la luz y el sonido cada vez iban menguando. Llegados a cierto punto, comprobamos como una sombra aparecía de la nada dilucidando la silueta de un enorme tiburón blanco. Poco a poco el bicho empezó a morder la jaula hasta dejarnos indefensos, totalmente expuestos. Cada vez que el tiburón nos asestaba un golpe, nuestras manos comenzaban a sudar más y más y nuestros pies retrocedían, como si lo que viésemos a través de las gafas de PlayStation VR fuese totalmente real. Afortunadamente, al final pudimos escapar sanos y salvos de aquella más que posible tragedia… aunque no gracias a nosotros, ya que como comentamos en esta demo somos espectadores y no podemos interactuar con lo que vemos.
Una maravilla técnica que nos recordó que sin duda la realidad aumentada estaba aquí para quedarse y que el futuro de los videojuegos pasaba en gran medida por PlayStation VR y su competido directo: Oculus Rift. Sin duda desde su anuncio parece haber mejorado mucho el aspecto gráfico y por ende las sensaciones que transmite, algo fundamental si queremos que el jugador se crea lo que ve en la pantalla. En el plano negativo, creo que como ‘gadget’ es demasiado incómodo a la par que pesado, por lo que los chicos de Sony tienen todavía un largo camino que recorrer en este ámbito si quiere que lo usemos durante un largo tiempo. En definitiva, PlayStation VR es un periférico con un potencial descomunal al que le quedan algunos detalles por pulir y el cual si sale a un precio competitivo puede arrasar en el mercado. Como díria aquel, en dos plabras: IM-PRESIOANTE.