Phil Spencer asegura que no escatimarán esfuerzos para reflotar la marca en el país asiático
Phil Spencer ha sido la persona que ha vuelto a darle alas a Microsoft en el mundo de los videojuegos. Como ya sabéis, anteriormente la marca estaba siendo gestionada por Don Mattrick y la verdad es que iba en caída libre. Entonces llegó él y empezó a cambiar el rumbo de la compañía de Redmond. No podemos decir que todo lo que haya hecho esté bien, es indudable de que falla como todos, pero hay que reconocer que hoy por hoy, Xbox goza de mejor salud. Pese a esto, una espinita tiene clavada, y quiere ponerle solución en la siguiente generación.
Dicha espina no es otra que Japón. El país del Sol Naciente es un mercado tabú para ellos. No en vano, es el país donde el porcentaje de Xbox One vendidas es más pobre. Las causas son varias, desde el catálogo de juegos, poco atractivo por aquellos lares, como la casi nula publicidad de la marca. Es por ellos que en una entrevista a Gametag Radio, ha catalogado la situación como inaceptable y que esperan, con la nueva generación, poder revertir dicha situación.
Cuando llegué a este trabajo, veía que los third-party se saltaban Xbox One y ni siquiera planeaban publicar algo en la plataforma. Para ser justos, todavía hay ejemplos de eso y cada uno de ellos me causa dolor, pero el objetivo más importante que me fijé cuando comencé en este papel era volver a ese territorio un par de veces al año para jugar con los desarrolladores, ver sus juegos, y simplemente hacerles saber que tenía un compromiso con su éxito global. Creo que uno de los resultados fue la cantidad de juegos publicados en Japón que pudimos mostrar en E3.
Un proyecto ambicioso que, ¿dará resultado?
La realidad es que hoy por hoy parece complicado arrebatarle el cetro a PlayStation. Pese a que ha dicho en incontables ocasiones que la guerra de consolas no existe, eso no es igual para la comunidad. Entre las cosas que quieren llevar a cabo hay proyectos tan ambiciosos como tener juegos y experiencia creadas por desarrolladores japoneses para sus consolas y servicios.
Eso sí, lo que creemos que no debe de hacer, y el bueno de Phil lo sabe también, es esperar a sacar la consola en Japón. Con Xbox One tardó diez meses en llegar, y eso le peso mucho en la generación. Esta vez no ocurrirá pero pese a ello, le queda un arduo trabajo por delante. ¿Podrá ganarse el corazón de los nipones?. Por el bien de los videojuegos esperemos que sí.