Una de las cosas que me disgustan mucho de los videojuegos en general es el cómo intentan que vivas una gran y estupenda fantasía de poder. El cómo quieren que tengas grandes aventuras derrotando enemigos con tus grandes bíceps y armas. Te dan todo lo que necesitas para convertirte en un gran soldado o guerrero. En la mayor parte de los videojuegos tú eres la persona que más importa; el gran centro del universo. Y esto es justamente lo que la gran mayoría de los jugadores busca. Quieren distraerse del mundo de verdad y pensar que son personas mucho más poderosas, y honestamente, no tengo problema con las personas que piensan así, pero personalmente, yo busco otro tipo de experiencias.
Uno de los videojuegos que más se han atrevido a romper esta gran tradición de la fantasía de poder, ha sido Metal Gear Solid, que curiosamente es uno de mis videojuegos favoritos. En la primera obra de esta saga, Snake era el más adecuado para resolver la misión que se le presentó, y sí, es inteligente, fuerte y audaz, pero él como personaje odiaba su condición casi perfecta. No le gustaba tener que hacer todo lo que hacía, pero seguía adelante porque sabía que ese era su destino: era para lo único que servía. En Metal Gear Solid 2 directamente controlamos a Raiden: un soldado recién entrenado que apenas y puede pararse derecho. Es una persona que fue creada justamente para decirle al jugador que él no era para nada como Snake, y más como Raiden, quiere decir, una persona débil y que cree que lo puede hacer todo sólo porque ha jugado a videojuegos. En MGS4 controlamos a un Snake mucho más viejo que ya no puede con mucho esfuerzo y que se cansa rápidamente.
La saga de Kojima casi siempre se ha tratado de romper muchos de los tropos en los videojuegos. Son obras que hablan de temas mayores y que tienen grandes historias, personajes y guiones que hasta la fecha siguen siendo estudiados a profundidad. Y sin embargo, me da miedo lo que pueda salir de The Phantom Pain. En los últimos gameplays que he estado viendo de este nuevo videojuego en la saga, lo que más he podido apreciar es el cómo a Snake lo elevan al grado de ser casi un dios. Es cierto que forma parte de la historia de la saga que Big Boss se vuelve en el gran soldado legendario que todos en el mundo conocen, pero creo que The Phantom Pain lo lleva mucho al extremo.
Hay que recapitular quién eres y qué puedes hacer en Metal Gear Solid V: eres un soldado legendario que detuvo la Tercera Guerra Mundial dos veces, que tiene muchas heridas de guerra y que tiene su propia base militar con muchos soldados y armas nucleares. Cada vez que llegas a tu propia base te saludan tus soldados y se quedan esperando a que te vayas para poder resumir sus actividades. Todos te respetan y te saludan como un jefe. Cada vez que matas enemigos aumenta tu reputación como soldado y tu fama empieza a propagarse por las áreas de alrededor, así generando que todos te conozcan y hablen de ti. Puedes ganar mucho dinero para poder desarrollar grandes armas de guerra como un robot o, incluso, tus Metal Gear. Tienes a varios aliados que de igual forma te respetan y te elevan a grandes alturas. Puedes customizar la base a tu propio gusto, tienes helicópteros privados y puedes poner la música que quieras cuando éstos vengan por ti.
The Phantom Pain, básicamente, rompe con todo lo que ha sido bien tratado hasta el momento en la saga, o al menos esa ha sido mi impresión mientras veía los gameplays. Lo cierto es que este videojuego todavía no lo tiene nadie, y estoy seguro que cuando lo tenga entre mis manos lo disfrutaré mucho, pero este pequeño aspecto es uno que me ha llamado mucho la atención y que espero que sea bien tratado en el juego y en sus temas, porque de no ser así, podríamos tener un gran problema este juego y yo, o al menos, representaría una gran decepción para mí.
The Phantom Pain quiere tomar muchas influencias de grandes autores conocidos por ir en contra de lo establecido, así como de Moby Dick, un libro que habla sobre los peligros y la naturaleza de la obsesión y de la venganza. ¿Qué tal si Snake, por tratar de ganar tanto poder, reputación y armas termina siendo una persona miserable? Lo más probable es que Kojima haya manejado esto muy bien. Al fin y al cabo, la venganza es el tema principal de este videojuego, y Big Boss a través de esta aventura se convierte en un demonio de forma metafórica. Pero una parte de mi no puede obviar que quizá, esto se está saliendo un poco de control. Al fin y al cabo, Metal Gear Solid V lo tiene todo para convertirse o en el videojuego más desaprovechado de la historia, o en uno de los mejores títulos jamás creados. Lo único que podemos hacer en estos momentos, es esperar que la historia de alguna forma u otra compense todas las opciones que te da el juego para sentirte en un auténtico soldado legendario.