Habida cuenta de que aquella demo técnica de Zelda en la presentación de WiiU en 2012 no iba a pasar de eso, de una mera declaración de intenciones de que la sucesora de Wii era más capaz que su hermana mayor, había una gran expectación por lo que Nintendo desvelaría del proyecto en el E3’14. Había y hay, porque la verdad es que, con la ambigüedad por bandera, la compañía de Kyoto dejó para la imaginación prácticamente todo salvo un vídeo generado por el motor gráfico y que evidentemente nada tendrá que ver con el gameplay real.
Sabemos que el proyecto verá la luz en 2015, pero no sabemos su nombre. Sabemos que el estilo gráfico buscará parecerse más a Skyward Sword que a Twilight Princess (por nombrar las dos últimas entregas en sobremesa). Y sabemos, por las palabras de Aonuma, que toda la intención es conseguir un mundo abierto al que acceder con libertad alejándose de las líneas básicas del Zelda de Wii, en las que las 3 grandes áreas de las que constaba el juego eran inaccesibles entre ellas. Lo celebro, siempre me pareció más una limitación que un paso adelante con respecto a Ocarina of Time.
También se supo hace unas semanas que no era muy del agrado de Miyamoto que habláramos del nuevo Zelda como “el de mundo abierto”. Y entiendo el porqué. Las primeras (y mejores) entregas de la franquicia apostaban por ir abriendo el mundo conforme las habilidades del héroe iban en aumento, con una gran zona central que poder recorrer, pero que no te hacía perder excesivo tiempo. Zelda no es Oblivion y entiendo que no debe intentar parecerse.
De ahí quizás vienen esas declaraciones cruzadas de Aonuma entre las que pretende que el juego configure un mundo vasto hasta donde te alcance la vista y tengas la curiosidad de explorar más allá y esas en las que matiza que puede que no todo sea explorable al empezar.
Ambigüedad, secretismo y grandes promesas para elevar el hype armas comunes de la mejor y peor Nintendo.
Para acabar quisiera hacerme eco también de ese texto en la web japonesa de Nintendo que adelanta que en Zelda WiiU habrá que enfrentarse a “un nuevo y formidable enemigo”. ¿Será alguien completamente nuevo que enriquezca la historia conjunta de Zelda o será algo parecido al Heraldo de la Muerte de Skyward Sword (que no necesita dar muchas pistas para encajar en el universo ya conocido)?
En cualquier caso, esta nueva iteración de las aventuras de Link promete no dejar indiferente a nadie. Después de A Link Between Worlds, que dejó buenas sensaciones a pesar de ser mucho más remake de lo que parecía, Aonuma tiene otra oportunidad de recuperar parte del terreno perdido desde que Miyamoto consiguiera que Ocarina of Time fuera el mejor juego de la historia. De momento parece vivir más de las reglas maestras dejadas por su mentor que del verdadero talento por actualizar una de las sagas más emblemáticas de los videojuegos.
ophy
sabemos que nintendo nos la puede volver a colar con otro “zelda HD 1080p.presentacion_wiiu”… yo ya no me fio
imborx
Nintendo sabe que ahora le toca demostrar lo que vale y no va a enseñar nada que no vaya a salir