¿Qué pasa con The Division?

¿Recuerdan The Division? Me sorprende si lo hacen. Desde el anuncio de Watch Dogs, a Ubisoft le ha dado por anunciar todos los años durante el E3, grandes videojuegos con grandes promesas de grandeza y de epicidad. Funcionó al comienzo, pues Watch Dogs nos dejó con ganas de más. Pero muy rápidamente, ese sueño se vio completamente arruinado, pues Watch Dogs fue retrasado y además, llegó con un gran downgrade, una historia pésima, una jugabilidad muy mediocre y en general, con una calidad muy cuestionable. Pero aún así nos emocionamos cuando anunciaron The Division y Rainbow Six Siege; seguíamos creyendo en las promesas de Ubisoft. Pero curiosamente, a partir de la catástrofe que fue en general 2014, los jugadores ya no han estado confiando mucho en las grandes distribuidoras; nos hemos vuelto más cínicos, y eso se tradujo en que cuando se anunció el nuevo Ghost Recon, no se iniciara un tren del hype ridículo. ¿Cómo creer en una compañía que ha estado sacando videojuegos defectuosos aún después de haberlos retrasado varios meses?

Yo por ejemplo, ya no creo en aquella promesa inicial que alguna vez nos compartió entusiasmada la compañía francesa hace algunos años. Durante aquél E3 me emocioné al ver la premisa: un videojuego multijugador donde andabas con tu equipo, en un Nueva York casi post-apocalíptico, buscando la cura a un virus que pudiera acabar con la humanidad. Esa jugabilidad totalmente orgánica fue algo que me enamoró y que me hizo pensar en todas las posibilidades que se podían dar de forma natural, sin scripts o cinemáticas; tan solo con las acciones de los jugadores. Incluso, hasta llegué a tener esperanza en la narrativa de la obra tras ese magnífico tráiler donde se nos mostraba cómo era la vida civilizada antes de la llegada de la crisis y cómo todo había cambiado. Todo parecía poético; todo parecía un sueño.

Pero muchas cosas me han hecho perder el hype por The Division. Como ya he mencionado, la horrenda calidad de los recientes títulos de Ubisoft me ha hecho querer alejarme lo más posible de sus videojuegos, y el hecho de que todas sus grandes ideas han terminado en juegos bastante olvidables e intrascendentes, tampoco es que me haya hecho tener hype por su siguiente gran propuesta. Pero sobretodo, lo que más me ha hecho perder mi interés en el videojuego, es que, simplemente, no sé qué rayos está pasando con su desarrollo.

Tom Clancy’s: The Division originalmente iba a llegar en Navidades de 2014. Después iba a llegar en 2015. Más tarde nos prometieron que lo podríamos disfrutar en Navidades de 2015. Ahora nos dicen que llegará en Mayo de 2016, más de dos años después de su fecha de lanzamiento original, y honestamente, tengo miedo de que sea retrasado hasta finales del próximo año. Es normal, y al parecer común durante este año, que los videojuegos sean retrasados para que así puedan llegar a un cierto nivel de calidad, pero lo que ha estado pasado con The Division simplemente no me termina de dar confianza.

La razón mencionada como la culpable de estos retrasos, es por su ambicioso motor gráfico: Snowdrop. Al parecer, para finales de 2014, el motor simplemente no funcionaba como el estudio lo esperaba. Desde su retraso original, se ha ido sabiendo que más y más estudios de Ubisoft se han estado uniendo al desarrollo para poder ayudar a terminarlo de una vez por todas, pero el juego sigue siendo retrasado. ¿Qué es exactamente lo que está pasando detrás de bambalinas? No sé mucho de desarrollo de videojuegos, pero 4 años para hacer un videojuego así parece lo adecuado. Pero la naturaleza de cómo se anunció el juego, la forma en la que han estado resguardando información y el cómo han manejado estos retrasos, me hace pensar que hay algo más desastroso ocurriendo en el estudio.

Hay algo que se siente mal con todo esto. No termino de entender muy bien qué es, pero sé que The Division, de alguna forma u otra, será una gran catástrofe a muchos niveles. Puede que, incluso, el juego termine siendo pospuesto de forma indefinida o que sea cancelado directamente porque ha supuesto muchos problemas para la casa francesa y para los estudios a cargo del título. La aplicación móvil, la que supuestamente era una de las grandes características del juego, terminó siendo cancelada. Es como si el juego todavía no tuviera una dirección sólida (aunque también es cierto que las aplicaciones de acompañante ya no son tan populares como hace dos años).

Shigeru Miyamoto famosamente dijo que un videojuego apurado es malo para siempre y que un videojuego retrasado eventualmente es bueno, pero ya hemos visto varios casos a través de los años de videojuegos que han estado tanto tiempo en desarrollo, que terminan siendo malos porque los desarrolladores pierden motivación o porque el juego cambia de manos y por ende, de enfoques de diseño y por muchas otras razones. Ahí tenemos a Duke Nukem Forever como un gran ejemplo de esto. El desarrollo de The Division es uno que me parece algo sospechoso, y si termina siendo un videojuego malo, no me sorprendería para nada. Aunque bien, ¿quién juzgará a este juego si ya no quedan muchos a quienes les importa este juego?