A la sombra de un coloso
Hay juegos que marcan escuela y que crean una ferviente y leal legión de seguidores que los consideran clásicos instantáneos. Un ejemplo es Shadow of the Colossus, un juego de aventuras creado por Team Ico, completamente diferente a lo usual, en el que tenías que derrotar a una serie de colosos con un único punto débil escondido en algún lugar de sus cuerpos. Dicha obra ha tenido un gran impacto en la industria del videojuego, sí, pero pocos juegos han intentado replicarlo y seguir sus pasos, debido a la naturaleza única y especial de este título.
Aun así, siempre hay unas pocas excepciones y entre ellas, podemos destacar a Titan Souls, un juego de acción 2D con estética píxel creado por la desarrolladora Acidnerve, formada únicamente por dos personas de Manchester. Este título intenta recrear las sensaciones de Shadow of the Colossus, al mismo tiempo que las da su propio toque e intenta diferenciarse. Pero, ¿lo consigue?
En primer lugar, ¿de qué trata el juego? Controlas a una persona que llega a una extraña isla habitada por monstruos llamados titanes. Tienes que derrotarlos. Fin. Para enfrentarte a esta tarea, el juego te otorga vidas infinitas y un arco mágico que cuenta con una única flecha capaz de volver a tu mano si la llamas, aunque eso te obligará a quedarte quieto. Nuestro personaje, aparte de esta arma para atacar, cuenta con la habilidad de rodar por el suelo y correr para esquivar ataques. Esos son los únicos controles.
¿Pero cómo piensa tu pequeño personaje enfrentarse a los titanes? Aunque el héroe muere de un único golpe, como se espera de una batalla así, los titanes también sufren de esta regla, aunque cuentan con corazas alrededor de su cuerpo, es decir, que serán matados instantáneamente si clavas tu flecha mágica en su punto débil. No hay barras de vida debido a esto, por lo que puedes acabar con los enfrentamientos en menos de un minuto si así lo deseas.
Este es el punto que más diferencia a este juego, y que complementa a sus jefes de personalidad agresiva y veloz. Estos enfrentamientos se plantean más como una batalla de predicción y de conocimiento más que un desafío de reflejos. Por supuesto, hay que tener cierta habilidad a los mandos, porque la destrucción de un monstruo gigante no se resuelve sólo con pensamientos y promesas de que lo vas a conseguir, pero la planificación de tus acciones se vuelve un componente esencial de tus acciones.
Por eso he mencionado antes cómo una gran parte de cada batalla es el preveer lo que va a suceder, porque los jefes no te dejan ningún momento de tranquilidad, tienes que intentar atacarles antes de que ellos te ataquen a ti. Y debido a la simpleza de los ataques, el juego permite y te deja utilizar este planteamiento para afrontar las situaciones de conflicto, creando una relación única y fresca del jugador respecto a los jefes, donde el jugador puede volverse proactivo más que reactivo.
Aún a pesar de estas increíbles batallas, creo que también es importante admirar el mundo de Titan Souls, complementado en gran medida gracias a la banda sonora. La isla de los titanes está desierta salvo por las melodías que te acompañan, que dan al juego una sensación única, de calma y de majestuosidad. Esta música crea un aura de leyenda que me recuerda a las antiguas historias medievales. Esto me recuerda mucho a la atmósfera de Shadow of the Colossus, también solitaria y calmada, pero el juego tiene una interpretación de esta atmósfera lo suficientemente diferente e interesante para volverlo un giro de tuerca fresco.
Eso no quiere decir que dentro de toda la música disponible en el juego, tampoco tengamos algún tema más movido y animado para ciertas batallas, aumentando así la tensión y la adrenalina a la hora de luchar. Y estos temas no son sólo tonadas grandiosas y orquestrales, sino también melodías con guitarras eléctricas, preparadas para que te muevas velozmente contra algunos de los enemigos más excéntricos del juego. La banda sonora de Titan Souls es uno de los elementos más importantes a la hora de elevar este título al estatus de obra casi imprescindible.
Casi imprescindible, porque siento que el juego podría haber aumentado su impacto en mí si hubiera tenido una historia más profunda, si hubiera tomado más influencias de Shadow of the Colossus y me hiciese replantear mis acciones o diera nuevos significados a mis actos. Titan Souls se ha vuelto un juego excelente a nivel de diseño de enemigos y mecánicas y me encanta su atmósfera… Pero siento que le falta algo. Puede que sea un efecto de vivir a la sombra de su predecesor, o puede que no haya explotado todo su potencial, pero siento que esta obra podría haber sido más si lo hubiera intentado. Y sí, el potencial sigue estando en una posible secuela… Pero creo que la magia se habrá perdido entonces.
Con todo esto, Titan Souls se coloca por todo esto como un pequeño título del cuál no me arrepiento en ningún momento de jugar, y que se queda conmigo, aunque también es un juego con el que tengo sentimientos conflictivos, pues aunque me lo haya pasado muy bien con él, siento que pudo haber sido más, pero a la vez, sé que el juego es muy bueno en su terreno. Si aún a pesar de todo, os preocupan todas estas dudas, no os preocupéis, porque al final del día, este título recibe una grandísima recomendación de mi parte.