Una aventura para huir del vertedero
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Cuando tu casa está rodeada de basura y tu vida no atraviesa por el mejor de los momentos, huir parece una idea tan buena como cualquier otra. Si además lo haces para cumplir un sueño solo queda decir… adelante. Y es que Rufus cumple con todos los requisitos para intentar fugarse de Deponia. Es decidido, es creativo y tiene un plan. Sí, también es vago y sus vecinos lo saben, pero si tu exnovia te odia y tu mejor amigo te apoya… qué puede salir mal. El estudio alemán Daedalic Entertainment, llamado así en referencia a Dédalo, el artista, inventor y arquitecto griego, que según el mito construyó el laberinto de Creta donde se escondía el Minotauro, fue el encargado de traernos en 2012 ésta propuesta.
Deponia es un juego del género aventura gráfica, del tipo point & click, donde tendremos que acompañar a Rufus en su intento de salir de Kuvaq, el vertedero-ciudad en el que vive, dentro del mundo repleto de basura que es Deponia. El nombre del videojuego, desarrollado por Daedalic Entertainment, hace precisamente referencia a eso, Deponie es la palabra alemana para definir vertedero. El juego que nos ocupa es el primero de una trilogía que tuvo su segunda y tercera entregas con Chaos on Deponia y Goodbye Deponia. Existe un cuarto juego de la saga que transcurre paralelo a los tres anteriores, Deponia Doomsday.
Huir de Kuvaq pasa por subirse a un tren de alta velocidad que transcurre sobre un raíl a elevada altura, con destino al Elysium, la meta de nuestro protagonista. Para ello ha construido un sistema que debería engancharle al tren mediante un arpón, sujeto a una letrina con portaequipajes… Podéis haceros a la idea del sentido del humor que gasta esta producción. Está presente en todos y cada uno de los puzzles a resolver, en cada conversación y en cada situación. La personalidad de cada uno de sus personajes es única, desde Toni, la exnovia a Wenzel, el mejor amigo, pasando por el alcalde Argus o Gizmo, el encargado de ser bombero, sanitario y policia, a cada cual más surrealista, reparando en Rufus, un ser egoista, egocéntrico, que no respeta a los demás y que encima se cree convencido de ser elegido para algo mejor que lo que tiene.
No es precisamente un juego fácil y gran parte de sus puzzles son alocados e imprevisibles por lo que nos tocará ir haciendo pruebas a modo de ensayo/error para poder dar con la tecla correcta. Alguno incluso puede llegar a desesperarse pero no deja, por otro lado, de ser un desafío en el que no pasar nada sin mirar ni desechar ninguna opción posible, aunque tengamos que acceder desde otro lugar del entorno.
El apartado gráfico evoca una estética comic que le sienta de maravilla en un entorno en 2.5 D que juega con las profundidades de los escenarios. El aspecto de abandono y suciedad está presente en muchas de las imágenes que discurren ante nuestros ojos e incluso algún rompecabezas hace mención a la pobredumbre del ambiente. El juego se divide en tres partes diferenciadas que nos llevarán a visitar la pequeña ciudad de Kuvaq, la Mina de basura y la estación de Ascensión Inferior, donde tiene su desenlace el juego.
En el fondo, Deponia nos muestra una historia de amor inusual narrada a través de los errores que comete el protagonista. Una aventura absurda, divertida y desarrollada con un tremendo cariño por parte de Daedalic. Su humor puede llegar a cansar y por momentos ser afilado y machacante. La crítica recibió el juego con opiniones de todo tipo, tanto positivas como negativas pero el tono general de las mismas le llevó a una tendencia ascendente, resaltando sobre todo el entretenimiento que causaba en los jugadores.
Deponia se puede encontrar en multitud de plataformas y aunque empezó su andadura en PC en 2012, después ha encontrado acomodo en el mercado de los teléfonos móviles y las consolas de última generación, PlayStation 4 y Xbox One.