Los videojuegos ejercen influencia lejos de su propio sector
Sin duda alguna, los videojuegos y sus jugadores ya no son una parte rara de la sociedad. Son mundialmente conocidos, teniendo distintas compañías, consolas y tipos de videojuegos. Se puede decir, por tanto, que hay una gran diversidad. Sin embargo, ¿qué pasa cuando este sector genera más dinero o expectación que otros sectores, como la televisión o el cine? Fácil, los otros sectores tienden a hablar mal del sector que triunfa o, incluso, deciden difamarlo socialmente. Antes de empezar, comentamos que esto provoca una influencia negativa de los videojuegos. Por ello, hoy abarcaremos, siempre desde la moderación y el respeto, este complicado tema sobre la influencia, entre comillas, de estos en otros ámbitos.
¿Un ataque constante?
Un ejemplo claro de esto lo vemos en la gran acusación por parte de algunos sectores al relacionar a los videojuegos con las personas violentas. La respuesta, claramente, es negativa. Si alguien es un psicópata y juega al GTA, seguirá siéndolo con o sin GTA. Si se da la casualidad de que eres un terrorista y juegas al Call of Duty, solo pedimos una cosa. Que se tenga en cuenta que la misión del atentado no es obligatoria. Esa misión, en la mayoría de las versiones, no es más que una misión opcional, la cual no influye en la trama para nada.
Los videojuegos, al igual que el cine, tratan diversos temas, ya sean sociales, de acción o de aventura. Ahora bien, en la industria del cine no hay tal boicot a las películas cuando alguna trata algo delicado. Por el contrario, con los videojuegos se tiende a tacharlos de infantil en algunos casos. También, como ya hemos mencionado, se tiende a alegar que son violentos por el simple hecho de tratar la violencia o la guerra. Señores de la televisión, del cine o cualquier otro sector influyente, están ustedes equivocados.
Los ejemplos más prácticos
Remontémonos al 2015, concretamente al asesinato de un joven con una ballesta a un profesor en un centro de Barcelona. Pues bien, como bien nos recuerdan por aquí nuestros compañeros de hobbyconsolas, lo primero con lo que se relacionó a ese joven asesino fue con su pasión por los videojuegos. Aclaramos, de paso, que hubo algún que otro medio que lo vinculó con una serie de televisión, cosa que rara vez pasa. Volviendo al tema esencial, en un programa de una cadena privada se vinculó al asesino con los videojuegos. Desde aquí solo le pedimos una cosa a este tipo de programas que aseguran tal vinculación y a las cadenas que lo permiten. Que dejen de meter cizaña a los videojuegos con el tema de la violencia.
Asimismo, en el enlace anterior, nuestros compañeros nos facilitan un estudio que desmiente la popular teoría de que los videojuegos sean malos o perjudiciales. Por último, debemos decir que todas las adicciones son malas, ya sean videojuegos o cine y series. Evidentemente, no es lo mismo jugar durante un periodo de tres horas a un videojuego que jugar nueve horas sin parar. Del mismo modo, esto se aplica también a la televisión. Pero, claro, siempre habrá una cabeza de turco a la que echarle la culpa. ¿Por qué? Porque el sector ”importante” se ve superado por otro que, a priori, parecía más débil.