La comunidad videojueguil

La industria de los videojuegos sigue, y por mucho, en una etapa joven. Además de tener un largo camino por recorrer en muchos ámbitos, ya sean políticas, mecánicas, narrativas o aspectos audiovisuales, lo cierto es que no sólo aquellos que se encargan de desarrollar las obras que hacen mover el mundillo son los únicos que tienen que mejorar; la comunidad de jugadores también debe hacerlo. Como usuarios, consumidores y miembros de un medio al que muchos queremos que reconozcan bajo el título de arte, nos falta mucho por evolucionar. Este artículo viene mostrar mis incordias personales respecto a las conductas que, tanto ustedes como yo, probablemente hayamos llevado a cabo dentro de las redes y su inevitable repercusión en la percepción que se tiene sobre la industria, desde el lado interno y el externo.

Gamers, compradores, jugadores, como prefieran llamarlos, todos formamos la otra mitad del medio de los videojuegos, siendo las compañías la parte restante. Fácil es exigir más calidad de juegos, que las empresas tengan mejores políticas, que de una vez por todas se considere al medio como un arte, pero son factores que, por ahora, no estamos en la dicha de exigir, al menos no en su totalidad. Claro está que al ser nosotros quienes ponemos el dinero para adquirir los productos nos convertimos en aquellos quienes tienen la ‘última palabra‘, sin embargo, ahí tenemos a la actualidad como prueba de que, aun siendo los que compramos, no tenemos la ‘autoridad‘ del todo: juegos genéricos, políticas sacacuartos, precios desorbitados y párese de contar. Demeritar el trabajo de las compañías, repudiar a tus “iguales”, incapacidad de pensar por sí mismos, son sólo varios de los aspectos de los que padecemos, y es que la lista no se queda ahí.

Como diría todo el mundo, exceptuando a Jack el Destripador y a mi para nada genérica persona por usar tal frase, vayamos por partes:

1. Comportamientos inelocuentes: odiar entregas y/o sagas

Para puntos como el que ahondaré, cabe aclararles que baso en demasía mis argumentos en aquellos comportamientos que muestran las personas en los foros de videojuegos. Los ‘principios’ de este tipo de actitudes tienen como fin fundamental el encajar dentro de una comunidad, lo que, a efectos básicos, no parecerá la gran cosa, pero es una tendencia que se aprecia fácilmente en todo lugar, sea éste perteneciente a los videojuegos o no, haciendo que su repercusión sea aún mayor. Lo más probable es que a las empresas no les afecte directamente este ‘apartado’ en específico, no obstante, el punto a tratar es el cómo la comunidad está realmente falta de personalidad, y es aquí donde sí se afecta al medio.

No creo que para alguien sea un secreto qué tan mal están las cosas entre nosotros mismos, y el odio, mayormente injustificado, hacia entregas, compañías o adeptos de éstas, son una clara prueba de la falta de longevidad que tenemos como medio. Está claro que se presta a aparecer en toda industria (música, cine, literatura…) ya que es un comportamiento que pertenece al humano como tal, mas la discrepancia de opiniones no es un mal en sí sino en cómo las reflejan aquellos quienes la poseen y, en el caso de los videojuegos, va por el camino equivocado. Ya sea por envidia u otro punto negativo, las críticas exacerbadas, la mayoría de las veces con poco fundamento, hacia ciertas entregas de inevitable relevancia es una constante dentro de los foros de hablahispana, siendo sagas como Call of Duty, Assassin’s Creed, Uncharted, entre otras, los principales blancos. ¿Está mal pensar que no son tan buenas como muchos piensan que son? Para nada, pero el respeto y el buen juicio siempre deberían ir por delante ante los debates que se presentan, y éstos no suelen hacer acto de presencia.

Sé que superficialmente es un primer punto que no parece importante, pero lo es. Bajo mi opinión, la evolución como industria comienza con los usuarios, y para ello debemos ir corrigiendo errores que, de manera inevitable, van apareciendo. El odio hacia cualquier componente de la industria en la que nos movemos no es justificado cuando la intención es demeritar el trabajo de algo o alguien que no te gusta, de intentar tirar abajo sus logros o por simple rencor para con aquellos que sí han disfrutado de sus obras. En cambio, si el odio no se conceptualiza como tal sino a través de críticas que buscan la mejoría de cualquier elemento, ahí ya estamos hablando de una situación completamente diferente. El arte se aprecia siempre de manera distinta, cada quien emite un juicio personal de cada producto que se considera así, y es por ello que los videojuegos se prestan mucho para pertenecer al selecto grupo que todos conocemos; sin embargo, cuando no podemos siquiera mejorar negatividades como la que menciono, ¿cómo pretendemos avanzar?

2. Idolatrar al Dios de la desilusión: el Hype

Soy más que consciente de que ya he tocado este tema, pero adoro repetirme. Estableciendo una comparación respecto al punto anterior, mientras que la erradicación del odio injustificado nos haría mejorar como comunidad, la erradicación del hype nos haría mejorar, de manera directa, como industria. Al igual que dije en su momento, el hype es un arma de doble filo; su presencia nos puede llevar a dar un juicio más crítico sobre una obra ya que dicho fenómeno se basa en las expectativas que llegan a raíz de las promesas de las empresas, así que sería más fácil distinguir si se cumplieron o no -aunque hay gente ciega que, se hayan cumplido o no, son mucho más subjetivas de lo que deberían– pero, al mismo tiempo, su ausencia haría que disfrutásemos más de las entregas que jugamos ya que no esperaríamos nada de ellas. Me abstengo de seguir comentando lo que ya comenté, puesto que ahora le quiero dar el enfoque personal que tiene como intención este tema.

Soy uno de esos tipos que le gusta debatir. Desde que me incursioné en el medio he tenido claro que aquí se maneja la subjetividad en grandes cantidades, motivo por el cual logré comprender y manejar el que todos iban a tener sus propias perspectivas y todas eran igual de respetables. A pesar de mis arduas intenciones en considerables ocasiones, se me hace complicado llevar a cabo una discusión civilizada con alguien cegado por el hype. No se me ocurre mejor ejemplo que Grand Theft Auto V, el cual generó tanta expectativa poco elocuente entre el público que, por momentos, llegué a odiarlo. Luego lo jugué, y lo jugué, y lo jugué… hasta darme cuenta de qué tanto daño lograron hacerme esos individuos, puesto que casi me evitaron comprar un título que, a efectos personales, fue una muy grata experiencia. De esa situación pude rescatar que el hype, dentro de la comunidad, es un mal que debe ser evitado a toda costa siempre que éste venga de pensamientos ajenos ya que, por más que sea, siempre existe la posibilidad de vernos influenciados por un analista, un compañero, un tráiler o un avance, lo que no es malo sólo si sabes diferenciar entre sus opiniones y las tuyas.

3. Fauna videojueguil: Fanboys y Haters

Los odio. Estos especímenes son, muy probablemente, el motivo por el cual surgen tantos factores reprochables en la comunidad. Hay odiadores que surgen a raíz del amor incontrolado de personas por una obra o compañía específica, dando origen al primer punto tratado. Y, por otro lado, los chicos ventiladorchistaco– no sólo adoran e idolatran franquicias activas sino que escupen maravillas de cualquier aspecto relacionado a ellas, entre éstos la creación de una nueva obra desembocando así en el segundo punto mencionado. Por estas razones es que guardo una muy baja opinión sobre todo aquel que pueda ser catalogado bajo uno u otro título, ya que son quienes manejan los hilos en la destrucción de la comunidad, al menos en gran cantidad. ¿Por qué hay gente así?, o, mejor dicho, ¿por qué debe importarme que exista gente así? Admito que su mera existencia me toca la moral a niveles increíbles, pero el hecho de que formen gran parte en el claro detrimento que sufre la actual generación de jugadores hace que me sea inevitable no repudiarlos todavía más. La existencia de la diversidad de juegos es generada por la diversidad de opiniones, es por ello que no existe sentido alguno tanto en pensar que todos deben seguir la misma estructura de aquello que te maravilló como pensar que todos están equivocados respecto a qué está bien hecho. Al igual que muchas otras cosas, la presencia de personas como éstas se encuentra en todos lados, aunque éso no cambia nada: molestan en todos lados. La simple tranquilidad que genera el estar en un ambiente en donde sabes que, si bien la subjetividad reina, nunca se deja de lado aquello que merece objetividad, es una sensación muy grata. Puede que Call of Duty te desagrade en demasía, pero reconoces su relevancia para el género; tal vez te gusta Skyrim, pero admites que tecnológicamente deja mucho que desear; o tal vez disgustes de Dishonored, pero puedes ver que es el mejor juego del año 2012 y que The Walking Dead es el factor movilizante número uno del sida. Es probable que sea relativamente fácil encontrar un ambiente así, pero la existencia de los fanboys y los haters seguirá siendo uno de los cánceres de la comunidad y, por consiguiente, de la industria.

4. Consoles War: Return of Nintendo

No hablo de la Xbox luchando a capa y espada contra la PlayStation mientras la Wii va por el campo recogiendo sus merecidas manzanas y la PC los observa a todos desde su trono, me refiero a la hipotética guerra que se montan los poseedores de cada una. Se tornó una necesidad tan innecesaria, irónicamente, el hecho tal de criticar o menospreciar tanto el trabajo de compañías ajenas a tu consola como aquellos que gustan de ellas. El simple residuo de no poder tener las exclusivas o capacidades técnicas de otras consolas crean un odio inconsciente, y puede que hasta consciente, dirigido hacia ellas y sus relacionados. ¿Respetar a Beyond Two: Souls por ser un experimento, haya salido excelente o catastrófico, y a aquellos que gusten de él? Dios nos ampare que no, claro que no, mejor armar una batalla campal entre los que gustaron del juego y los que no, alejándose mucho de ser un debate¿Anunciaron Halo 5? Pues a hablar mal de Microsoft, de Bungie, de 343 Industries y de los que tengan Xbox, todo sin argumento alguno y teniendo el lenguaje soez como principal forma de expresarse. ¿Wii U aumenta la cantidad de consolas vendidas? Es hora de establecer comparaciones de potencia y decir que toda saga exclusiva relacionada a Nintendo está más sobreexplotada que toda IP tocada por Activision. ¿Steam es un éxito de proporciones incalculables? En ese entonces hay que decir que Valve está sobrevalorada, que no todo lo que importa son los gráficos y que nunca podrán tocar las exclusivas que los consoleros sí tienen. Siempre es verle el lado negativo. Jamás es intentar ver que hay gente a la que le gusta Beyond independientemente de su calidad, que Halo 5 resulta una alegría increíble para sus seguidores, que Nintendo hace bien en mantener siempre viva la nostalgia de sus fieles y que Steam es una plataforma magnífica para ahorrar unos billetes.

¿Por qué sucede esto? Celos, envidia, la incapacidad de alegrarse por otros, el hecho de no poder tener lo que ellos tienen… los motivos específicos se escapan de mi saber pero, sin estar yo absuelto de pecado, es un comportamiento consistente y que divide la comunidad en partes. No es el hecho tal de debatir sobre la calidad de unos u otros, sino la forma de hacerlo. Si nos ceñimos a nuestro día a día, es decir los foros, es tan sencillo encontrar actitudes de esa estirpe como morir en Dark Souls. No hay problema alguno en decir que un juego le pareció malo, o que Xbox One le ofreció una grata satisfacción, sino en que siempre, independientemente del tópico, habrá alguien que no tolere tu forma de ver las cosas, sea por el motivo que sea. Porque aquí no se debate sobre videojuegos, aquí se pelean por ellos. Fragmentar la otra parte del medio es sólo una forma de empeorar el panorama cualitativo de las entregas futuras. Y es que ni siquiera se debería hacerlo por “intentar salvar” a la industria, es únicamente comprender la perspectiva de los demás. Sucede con la música, sucede con los deportes, sucede con la televisión, sucede con el cine y sucede con los videojuegos. El respetar, aguantar o tolerar la opinión de los demás no trata de buscar mayor calidad de juegos, es simplemente un valor moral. ¿Que ayudaría a la industria? Es probable pero, hoy por hoy, exigir alguno de los valores previamente mencionados es bastante complicado. Aquí también está un poco ligado al tema de las exclusivas, pero ésto está de lado de las compañías y hasta la percepción que tiene cada usuario de la hipotética beneficencia que resulta de su existencia, mas lo cierto es que lograr la tolerancia entre unos y otros significaría un buen avance como comunidad y, para algunos, como personas.

5. Porque no sé qué ser: la hipocresía

Más que joder a la industria de manera directa es algo que personalmente me molesta. Es decir, ya de por sí el concepto de hipocresía lo hace, pero vamos a adecuarlo a la vida foril. Grand Theft Auto, Sony, Uncharted, Call of Duty, Battlefield, Assassin’s Creed, son varios, de los muchos, ‘blancos’ de crítica. Decir que uno u otro está sobrevalorado, que hay mejores que ellos o que jamás fueron buenos, se ha vuelto algo típico. Aún existen seres cuyas opiniones vienen siempre con fundamento y sólo buscan debatir, pero no hay para qué mentirse, la mayoría sólo buscan aparentar lo que no son. Es simple y hasta se divide. ¿Qué ganas con criticar GTA? ¿un debate? ¿una revelación de conocimientos? Sí, sí puedes ganar tales cosas, pero sólo si de verdad piensas lo que dices. En cambio, si lo haces a través de perspectivas ajenas sólo para hacerte un hueco, las ganancias no son más que la aceptación de individuos con los cuales no tienes coincidencia alguna, tornando la comunidad en algo sumamente insípido. No hay necesidad más irrisoria que hablar positiva o negativamente de algo, según convenga, sólo para adaptarse. Hablar de cosas que no sabes sólo para subir tu estatus, y luego, cuando buscan refutarte, quedarse en blanco por el hecho de no actuar como de verdad piensas. ¿De verdad cuesta no seguir las modas? Encontrar gente con una postura propia es complicado, y es que criticar lo que se critica usualmente logra tener fines más allá de la falsa adaptación, y que en realidad sólo terminan como residuo de estos últimos.

Tras las demagogias se encuentra una cosa, reconocimiento. La necesidad de encajar en la comunidad de la que hablé párrafos más atrás. Seguir las tendencias para ser aceptado en un grupo de personas. Lustrar zapatos de aquellos a quienes criticarás a sus espaldas. A fin de cuentas, falta de una personalidad definida. Veo mejor hablar con alguien que tenga posturas personales sobre lo que debatamos a alguien que siempre esté de acuerdo conmigo y sus opiniones sean las mismas que puedo encontrar en cualquier otro usuario. No veo sentido decir que te gusta algo cuando no es así, o viceversa, sólo porque quieres que te acepten en algún lugar. A mí me gusta Call of Duty, jamás he tocado un Zelda, no me gusta Gears of War, sólo he jugado Half-Life, pienso que Skyrim es probablemente el mejor juego que haya tocado en toda mi vida… son las opiniones que tengo sobre varios de los videojuegos más comunes entre los “””debates””” de los foros, y porque unos u otros estén o no de acuerdo con ello no quiere decir que hay que cambiar la forma de pensar. Si todos actuásemos de la misma forma, la industria de hoy se basaría en shooters lineales con tramas repletas de clichés americanos basados en expectativas no alcanzadas a raíz de políticas poco benevolentes con el usuario cada año. Y tal vez la de mañana se basaría en RPG’s de 10.000.000 kilómetros cuadrados, y luego en indies, y así por épocas donde una moda en específica reine, todos la sigan y las empresas se vean obligadas a cumplir tales caprichos para lograr vender sus obras.

Desgraciadamente, y si bien no justifica para nada actuar de tal forma, se me ocurre la justificación de tales personajes. Dichas motivaciones se encuentran en el punto número 4. Sí, diferir en gustos puede terminar mal, y no únicamente en los foros. Yo no tengo problema en decir que me gusta Call of Duty, porque de verdad me importa más bien poco si comparten o no mi posición, pero estoy al tanto de que decirlo resultaría en muchos reproches. He ahí el problema, la falta de tolerancia es muy grande, y es por ello que, probablemente, algunos se guarden sus verdaderas opiniones. Si te metes con Sony, te toman por hater; si te metes con la PC Master Race, hater; te metes con GTA V, The Last of Us, Red Dead Redemption, BioShock, Assassin’s Creed 2, Skyrim, The Witcher 2, entre otros selectos, y morirás de tanto odio acumulado. Puedes argumentar, puedes no decir nada, puedes poner imágenes y negritas, puedes hacer magia vodoo, pero nada evitará que las personas te vean de mala cara, y algunas de seguro te lo harán saber. Así es la vida, si sigues la corriente pasarás como uno más, todo normal, y si no la sigues muchos te criticarán y repudiarán pero, al menos yo, prefiero decir que Assassin’s Creed Revelations es un juego sublime en todos sus aspectos y ganarme 3 bloqueos a decir lo contrario y llevarme 20 peticiones de amistad.

6. La búsqueda de la perfección imperfecta

Gabe maldiga a aquellos quienes dijeron por primera vez las frases “mejor juego de la historia“, “juego perfecto“, “mejor juego de la generación“, “mejor juego del año” o “mejor juego del 11 de Noviembre de 2011” (ese es Skyrim, por cierto). Últimamente, y he de suponer que desde hace tiempo, las peleas por encontrar el juego perfecto que reciba todos los galardones anteriormente mencionados –ya ven porqué puse el de Skyrim, es una indirecta– son cansinas hasta la saciedad. Más que generar debates sólo proliferan polémica, discusiones y divisiones. ¿Cuál es la necesidad de encontrar un juego así? ¿Les emociona sexualmente el hecho de que probablemente su juego favorito pueda llevar esos títulos? Yo no sé por qué buscan un tesoro que no ha sido creado. Primero, el juego perfecto no existe y no lo hará nunca. Estarán esos como Hexagon que son juegos a los que no les falta nada ni les sobra nada, pero la perfección, en ningún ámbito posible, está cerca de lograrse. La perfección no, los gustos sí. Si hablamos de subjetividades todos los juegos pueden ser perfectos por más fallos que tengan en su haber, sólo que deja de ser subjetivo cuando involucran una verdad universal que es inexistente. Da igual si tu juego preferido es la entrega suprema, lo que importa es que a ti te guste. ¿Ese juego es Metal Gear Solid 3: Snake Eater? Perfecto por ti. ¿Es Bioshock? Magnífico también. ¿Es Skyrim? Eres el puto mesías. ¿Es Ninja Gaiden 3? Háztelo ver, pero está bien. Los premios que intentan encontrar el mejor juego de cualquier período de tiempo son meramente anecdóticos porque de objetivos u oficiales no tienen nada. Está bien que hagan premios para reconocerle el trabajo a aquellas compañías que se esfuerzan, pero de ahí a ser algo de importancia para tener criterios sobre los videojuegos hay un tramo bastante largo.

Centrándonos en lo de la perfección, ¿cómo se puede llegar a ser tan inconforme? Me divierte ver comentarios que buscan demeritar el buen trabajo hecho en un videojuego sólo por nimiedades que poco o nada hacen para dañar la experiencia jugable. U otros que alegan que los gráficos no importan pero al ver que un “juego rival” no cumple gráficamente hablan del apartado como si fuese lo único en un videojuego. Molesta ver que critican a ciertas compañías por no crear el juego perfecto. Que se enfrasquen en un único aspecto negativo que se encuentra dentro de una piscina de factores positivos. Para Pablito resulta ser que las texturas de Dishonored no importan ya que no molestan en lo jugable, pero es el principal objetivo de crítica cuando se trata de Bioshock Infinite. ¿Es necesario que todo tenga un fallo? Es obvio que están ahí y siempre estarán, pero siempre resulta más fácil, y beneficioso, buscar lo malo a buscar lo bueno. La inconformidad de los consumidores es una montaña rusa. La usan cuando no se debe, desgraciadamente. ¿Cuándo se debe usar? Cuando se trata de juegos o compañías que joden la industria, ejemplo, dejar de comprar Assassin’s Creed para que Ubisoft cambie de una vez sus políticas. ¿Cuándo no se debe usar? Cuando hacemos un hincapié enorme en aspectos que no significan nada ante todo lo bueno que ofrece, ejemplo, decir que Dishonored es mal juego porque sus texturas son cancerígenas (claro que esto es una opinión personal, pero entienden la idea). Así no podemos avanzar como medio. Innecesariamente despotricamos grandes trabajos por mínimas cosas cuando el verdadero cambio está en aquellos que no hacen bien su deber. ¿De qué sirve criticar a aquellos que aportan algo bueno al mundillo? Mientras, FPS genéricos y empresas con políticas terribles hacia el consumidor van pudriendo la calidad de la industria poco a poco. Básicamente, mandan a juicio a los inocentes mientras los culpables deambulan libremente por las lindas y bien hechas calles del capital.

Esta entrada surge en base a mis propias perspectivas, pero no dejo de pensar que algo de objetivo debe de haber entre estas líneas. Todos necesitamos mejorar, puesto que siempre se puede hacerlo. Tal vez los videojuegos empezaron, relativamente, a mostrar una evolución en una generación de personas con valores perdidos y personalidades cuestionables, y puede que por eso le cuesta tanto avanzar: hace falta más cariño al medio. A los usuarios no nos queda más que, primero, mejorar como personas, eso directamente nos influenciará como consumidores; mientras, los ejecutivos de las compañías seguirán haciendo su trabajo, ya que estamos en un medio que tiene fines económicos y eso debemos comprenderlo, pero también exigiry no esperar– a que se ganen esa economía, aunque para ello hay que pensar en nosotros mismos primero. Por desgracia, y a fin de cuentas, el medio va decayendo. No, no porque los videojuegos sean peor, hay muchas obras maestras por ahí que sacan adelante la calidad que se estipula como promedio, lo que lo mata son aquellos que lo componen. ¿Quiénes habitan en el mundo? Los humanos. ¿Y quiénes joden al mundo? Exacto. En ese entonces, ¿quiénes conforman el medio? Compañías y consumidores. ¿Quiénes lo joden? Claramente, ambos. Si los videojuegos, o sus alrededores, no son mejores no es porque no se pueda, es porque no se quiere. Si quieren más juegos con magníficas historias, si quieren los Mario 64 y los Ocarina of Time de la actual generación, tienen que exigirlos. Hay que empezar en pequeño, es decir, por nosotros mismos. Cuando ya sepamos coexistir independientemente de la consola, gustos y subjetividades, tendremos la capacidad, por más remota que sea, de pedir juegos mejores. Por ahora, es un hecho más que improbable pero, hey, como con Half-Life 3, la esperanza seguirá ahí.

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