Se ha vuelto casi un estándar decir que la historia de Grand Theft Auto V está muy desaprovechada en su mayor parte; que el primer tercio de la trama es excelente y que de ahí se degenera en algo muy malo. Al menos eso solía pensar yo. Ahora que tengo PlayStation 4 y pertenezco a la middle race, he aprovechado para rejugar al título de Rockstar y me he encontrado con que Grand Theft Auto V es la mejor deconstrucción que se ha hecho de Grand Theft Auto.
Muchos vemos y seguiremos viendo a esta saga como una excusa para poder disfrutar de un poco de acción y momentos épicos. Al menos todas las entregas a excepción de GTA IV (el cual es un videojuego que merece un análisis mucho más profundo) te invitan a meterte en el mundo del crimen solamente por gozar de las destrucciones y asesinatos elaborados. El que hayan introducido tres personajes en esta entrega, de primeras parece solamente una oportunidad lúdica para poder aprovechar al máximo los famosos robos, pero tiene una función narrativa más allá de eso.
Ahora que ha revivido el debate sobre la violencia en esta saga gracias a la controversia en Australia, quiero decir que GTA V hace todo menos alentarte a hacer lo que te permite. Me explico:
Sí, por supuesto que te invita a explorar Los Santos y crear caos. Claro que la mayor atracción son los atracos y todas las pandilocuras que suceden en la historia. Todo el juego está dirigido a permitirte hacer lo que tú quieras cuando quieras: puedes tomar un jet de una base militar, quizá prefieras ir a iniciar una guerra en las calles contra una pandilla o tal vez la policía, puedes robar coches que te gusten y matar gente porque es así de fácil; las posibilidades son muchas. Sin embargo, el mismo juego se burla del jugador que desea eso. Repasemos un poco: Michael es un personaje que, con suerte, pudo salir de la vida criminal que llevaba; tuvo una vida emocionante, se quedó con el dinero y ahora tiene una esposa sexy, dos hijos, una casa en la parte rica de la ciudad y un coche de último modelo. Pero Michael no es feliz. Pasado un rato en el juego, el personaje decide volver a la vida que tenía y pronto se encuentra haciendo lo que tanto le gustaba. Y aún así sigue sin ser feliz. Todo el juego te encamina a realizar todas estas cosas que te dan poder, sí, pero a la vez te está preguntando: ¿Por qué haces todo esto? No te traerá felicidad y al final del día te quedarás acostado mirando el cielo preguntándote si en realidad valió la pena… como Michael. Esta obra juega con tus expectativas; en un principio te atrae con toda esa publicidad emocionante para finalmente despedazarte y criticar tu decisión por haber comprado este juego.
Profundicemos.
Franklin es un personaje que representa al jugador que llega a esta saga por primera vez y que está en busca de algo grande e impresionante. Michael es la encarnación de quien dejó GTA un tiempo pero que ahora regresa esperando algo que le llene. Trevor es el jugador que siempre ha adorado a la saga y que simplemente no se cansa de matar y conducir a altas velocidades. Los tres, al final de esta historia, terminan sufriendo por alguna razón u otra. Escojas cualquiera de los finales disponibles, los personajes simplemente ya no quieren seguir con la vida que llevan y deciden dejarla para siempre. Nadie gana absolutamente nada al final, todos terminan perdiendo algo y les cuesta seguir viviendo con la culpa en sus manos.
Si decides matar a Michael, Franklin se arrepiente y corta amistades con la familia De Santa y con Trevor. Si matas a Trevor, Michael se deprime mucho y casi quiere dejar de juntarse con Franklin. Aunque salves a ambos, todos han pasado por mucho ya y solamente quieren llevar una vida tranquila por el resto de sus años. Por supuesto que eso es lo que pretenden hacer en varios puntos de la historia, sin embargo no pueden. Trevor es un personaje que personalmente me gustaba criticar por carecer de una personalidad interesante, pero es todo lo contrario. Llega un punto en la historia cuando, al matar a ciertas personas que conocía de cerca, se arrepiente y al tratar de escapar de todo eso, termina por adquirir un prostíbulo para alejar su mente de todo tipo de problema, pero simplemente ya no puede correr de su pasado, el gobierno lo trata como un gato y rumbo al final, empieza una caza interminable por su cabeza una vez que ya no les sirve. La sección intermedia de este juego, la cual bien podría resumirse en “El Chico de los Recados” en realidad trata de transmitir mediante las mecánicas la fatigues de Michael y Trevor; al principio tuvieron su diversión y todo eso, pero ahora que se han involucrado en esto deben llevar a cabo las tareas monótonas que les imparte el gobierno para poder salir de ello. Están pagando el precio. El FBI los está manipulando con trabajos absurdos con la promesa de limpiar su récord y dejarlos salir, pero todos sabemos que es una mentira. Quieren escapar de su pasado, pero ahora les resulta imposible hacerlo y son más infelices de lo que eran en un principio.
Franklin es el verdadero protagonista aquí, ya que es una alegoría al jugador, pues a la vez que quiere aprender de las dos leyendas que tiene en frente, termina por darse cuenta de que ambos tienen vidas asquerosas y no quiere seguir sus pasos, ergo, haciéndolo el personaje indicado para llevar a cabo cualquiera de los tres finales (solamente que dudo que el jugador de verdad haya aprendido algo al igual que lo hizo el personaje). Toda la historia de este juego -sí, incluyendo el segundo acto- solamente quiere hacerte ver que matar putas y robar coches no te trae nada bueno, que en realidad, jode tu vida más de lo que esperas y que es imposible huir de lo que has hecho. La culpa siempre la traerás contigo, y aunque desaparezcas del radar, siempre habrá una parte dentro de ti que se arrepiente haber hecho todo eso en primer lugar. La trama que ha escrito Dan Houser al final quiere darte una moraleja importante: jugar Grand Theft Auto, o aspirar a hacer lo que hacen los personajes, es lo más estúpido que puedes hacer con tu tiempo, porque al final, nada habrá valido la pena, no habrás ganado nada, solamente habrás perdido.
Grand Theft Auto V no quiere que lo juegues. No lo reconocemos lo suficiente, pero este juego llega al nivel de otros videojuegos como Spec Ops: The Line o Hotline Miami: intenta deconstruir al videojuego de acción usando a sus mecánicas como anzuelo para más tarde decirte que lo que hiciste está mal.
Esperen–¿ATRACOS EN GTA ONLINE? OLVÍDENLO, A MATAR Y ROBAR CON AMIGOS SE HA DICHO!!11!!!1!!!11!!!!!!11!!!!!