Retrospectiva y “análisis” de los inicios de un jugador veterano de Football Manager
Mis inicios en la saga Football Manager son en el 2006, como ex-jugador de la saga PC Futbol el choque con la saga fue inmediata. Era un manager de futbol que aún no contaba con las opciones de las versiones actuales y no incorporaba el “match engine” 3D de los partidos. Todos los jugadores de aquella época recordamos con mucho cariño esa retransmisión de partidos con ese mítico campo en 2D y esas “bolas” sobre el.
Las bases de la experiencia Football Manager se encuentran ya ahí pero obviamente de una forma menos profunda. En las sucesivas entregas se ha ido añadiendo profundidad y nuevas formas de sumergirse en la simulación.
Recuerdo los primeros porrazos contra el juego y su forma de interpretar las tácticas, no conseguía hacer funcionar a mis equipos y cerca estuve de tirar la toalla. Una de las claves es, lo que hace buena o mala a una táctica depende totalmente de los jugadores que utilices en ella. Si quieres adelantar tu defensa para dejar en fuera de juego a los delanteros rivales más te vale que tus defensores tengan altos atributos en posicionamiento, se compenetren bien y sean veloces. Si no es así, la delantera rival se colará en tu área como Pedro por su casa y te golearán partido tras partido. Por cosas como estas que tomar un equipo, analizar a sus jugadores, hacer las incorporaciones pertinentes y decidir la formación e instrucciones tácticas se convierte en un reto muy muy adictivo y cuando se alcanza el éxito da un subidón de alegría tremendo.
Con el tiempo y las ediciones se fueron añadiendo mejoras e incluso una “especie” de MMORPG de la saga llamado Football Manager Live del que hablaré en el próximo árticulo.