Estamos perdiendo el concepto de videojuego

Creo que me he quedado anticuado. Esa es la conclusión que saco -o debo de sacar- tras ver los últimos acontecimientos en el mundo jueguil. La anormalidad de mis gustos no se compagina con el criterio común de la mayoría, al parecer. No soy sospechoso de ser nintendero como el que más, defensor a ultranza del ‘Link campeador’ y de ‘Estela la loca’. Sin embargo mi amor por los videojuegos es obvio, es real, por lo tanto más me duele a mi hacer este hoy nuestro artículo.

No logro describir con exactitud las ocurrencias que pasan por mi cabeza, pues la industria del videojuego se está marchando, estancado. Vayamos primero con Until Dawn. El nuevo ‘videojuego’ de terror de PS4, si si, ‘videojuego’ (¿por qué me miras así?) está dando mucho de que hablar, mayormente con opiniones negativas (al fin compartimos algo). Resaltar mi indiferencia a si se trata de PS4, como es el caso, o de Xbox One. Con Until Dawn ’empezó todo’. Ahora resulta que una película interactiva puede ser catalogado como ‘videojuego’. De acuerdo, ¿recordáis el truco este del papel en el que vas respondiendo a una serie de preguntas, y en función de tu respuesta, avanzarás a otra, tales como ‘¿a qué edad te gustaría casarte?…pues vas a tener 6 hijos’? Pues por esa regla de tres este es un videojuego. De eso trata Until Dawn, de dejar el mando sobre la cristalina mesa mientras la vibración te la va rayando, e ir avanzando en función de las decisiones que vayas tomando. ¿Esto es un videojuego? Lo dicho, debo de haberme quedado anticuado, o lo siguiente.

Antaño, con N64 o incluso con SNES, los juegos contenían retos, los cuales ibas superando gracias a tu habilidad, no a lo que el juego decidiera en base a tus opciones jugables. Me gustaría saber el concepto de Until Dawn, ¿por qué es un videojuego? El verdadero reto de un título es pasárselo con tus propias artimañas, no con las que te proporciona el juego, estrujarte el cerebro si lo preferís. Hemos perdido el concepto total de lo que es un videojuego, bueno, no todo el mundo, pues Metacritic, la famosa web donde se recogen las medias de los distintos análisis mundiales que se realizan sobre un título, parece ser que es la única sabia en todo esto embrollo: nota de Until Dawn=79; nota de Super Mario Maker=88. Me cuentan incluso que hay un trofeo oculto que puedes optar en Until Dawn si te pasas el juego con el mando a cero de batería y totalmente desconectado. Platino me dicen.

Repito, seré anticuado, antimoderno, antiguo, antídoto (¿eh?), pero yo un videojuego lo tomo como un reto, una forma de pasar el tiempo a través del cual tomas el control total del personaje de turno. La dificultad de antaño no merece ser comparada con la de ahora, es injusto, es vomitivo. Debemos de diferenciar entre una película a un videojuego, y hoy en día los estudios más importantes del sector se meten más de lleno en los gráficos y aspectos visuales para que el labio carmín de la chica resalte por encima de todo a la jugabilidad y diversión que te daba un juego de los 90.

Pero la cosa no acaba con el concepto de un videojuego. ¿Adivináis qué viene ahora? ¡premio para el caballero! Remasterizaciones. Es la palabra más sonada de la presente generación (ya no se debe de decir ‘new gen‘ porque de ‘new‘ tiene más bien poco, dos cablecitos y tres cachivaches). Resulta que, en la Tokyo Game Show (más bien, Tokyo’s Show…), se ha anunciado una nueva remasterización de Kingdom Hearts. No, no estás en 2014 leyendo una noticia antigua, es que otra vez nos han hecho una remastroleada. No satisfechos con el nuevo remaster de Final Fantasy X/X2 HD Plus ultra Mix Power 3000, llega de sus mismos creadores Kingdom Hearts HD 2.8 para PS4 (oigo rumores que el próximo va a ser KH 2.9 partido por 5 mutliplicado por el número Pi).

No contentos con la cosa, el capítulo de ‘Amar en tiempos remasterizados’ continúa con un nuevo remaster, el del recién anunciado Gravity Rush. Repito, no señor lector/a, no está usted en 2013, es real y totalmente actual en los tiempos de ahora. Créame. Eso si, con esta remasterización la gente ha sido más cauta hasta tal punto de expresar su malestar con Sony a base de dislikes en el vídeo. Parece que quedamos unos pocos en nuestro gremio, gracias a Zelda. El que es para mi el mejor exclusivo de PS Vita saldrá ahora para su hermana mayor, denotando aún más si cabe la muerte, ya no inminente sino pronunciada, de la consola portable de Sony.

Así, damas y caballeros, es como se infla un catálogo. Digamos que hasta yo puedo ponerme un día en la mesa del despacho en las oficinas de Sony y decir cual becario fuera: “¡señores! tengo una nueva idea ante la falta de exclusivos: remastericemos la saga X y ala, dólares a la hucha”. Mientras tanto, Nintendo remakea (que no remastericea) un juego de hace 15 años como es Zelda Majora’s Mask o Pokémon Rubí/Zafiro con gráficos de ahora. Si esta maldita industria fuera justa, una no iría tan bien de manera ciega y otra tan mal con los ojos tapados. Eso si, chapó a Sony por contratar a los tipos de marketing que tiene actualmente. Esa es para mi su mejor gestión, las cosas como son.