El Survival Horror, un género estancado

En los últimos años hemos sido testigos de como este subgénero ha pasado de ser un referente a disimular con ciertos video juegos un duro varapalo, pero en cambio hemos disfrutado de su experimentación hasta nuestros días. The Evil Within es prueba de como hemos paralizado un género, por tratar de que lleguen juegos con esencia arcaica y tratando de reproducir éxitos de la ”vieja escuela”, sin grado de experimentación. Un genero debe primar la experimentación tanto como el recuperar el ”espíritu añejo”, pero oprimir ciertas experiencias, es lo que nos lleva a que esta clase de juegos, no terminen de despuntar y en tratar de ofrecer al jugador nuevas formas de pasar miedo, incluso estas puedan verse alteradas por utilizar otros conocimientos, que no necesariamente tengan que abrazar el género, como ha sucedido en otros video juegos.

FÓRMULAS CLÁSICAS

El problema de que nos hayamos estancando en ”viejas costumbres” es por atraer incesantemente ”clásicas fórmulas” esto propicia que el paladar de los jugadores mas experimentados, tengan el mismo ”sabor” que entonces: ¿Por que este género no sale de los tópicos? La creencia popular nos obliga a pensar que un Survival Horror que no tenga de ciertos requerimientos clave no puede triunfar: Linterna, monstruos grotescos, mundos bizarros, gore, audio terrorífico. Por lo general estos son los detalles primarios de que una obra logre triunfar entre los seguidores, anulamos la experimentación y se trabaja en estos aspectos, para ofrecer innovaciones o arquetipos ya vistos en otras aventuras, para llegar a triunfar. Un estándar que funciona a la perfección, pero que lastima la creatividad, sobre todo para aquellos que busquen otra clase de juegos ”diferentes”.

¿Y existen esta clase de juegos? Sí. El Survival Horror es un mercado puntero en lo que títulos de alta violencia se refiere: Manhunt, The Suffering, Haunting Ground o el primer Dead Space. Sin embargo hay otras clases de ”fórmulas” menos convencionales, que sale del estándar original, al menos del sangriento. Silent Hill Shattered Memories es prueba del dato, un título capaz de avivar otra experiencia completamente conocida, desde el argumento hasta su jugabilidad, ha día de hoy es incomparable con otro título del mismo género. Pero el título no tuvo la aceptación de sus seguidores, sin embargo es prueba de que el Survival Horror no tiene que tirar de ”clichés” para agradar a una audiencia mas bien comercial, es una pena.

El problema que aprobamos nada fuera de lo común, un juego de terror debe representar todo aquello que sea: ”horror y terror”. Un jugador que busca un Survival Horror quiere ”pasar miedo”, no buscan una experiencia diferente, por eso video juegos como Resident Evil y Silent Hill son referentes, porque la mayor atracción es pasar miedo. La experiencia del jugador es que mientras este jugando pase autentico terror, incluso los juegos independientes vienen marcado por estos mismos estándar comerciales, porque la experiencia debe ser terrorífica, es la misma razón de que descuidan narrativas y la pérdida del ”factor sorpresa”, clave en la innovación del género. Al final este ”purgatorio” es una síntesis de nuestra autodestrucción de un género respetado y querido, las buenas historias son desechables y todos buscan reconquistarnos con clásicos, no podemos vivir del pasado para toda la vida. Sin embargo el aficionado solo busca una ”casa del terror interactiva”, lo que estimula las ”fórmulas” mas quemadas y por consecuencia las mas explotables.

Por supuesto no todo es negativo, no mucho tiempo atrás me había sorprendido de una aventura que salía del convencionalismo ”barato”. The Vanishing of Ethan Carter es una aventura gráfica con tintes de horror, aparentemente parece otra aventura ”digerible” fácilmente rechazable, pero mi mayor sorpresa es descubrir que: La experiencia es fresca y distinta, al menos a la conocida. Y esto sirve de punto de inflexión, se inspira en H.P Lovecraft pero no utiliza medios conocidos, tiene resoluciones de puzles y toque sobrenatural, pero se aparta de lo cotidiano. Y si por supuesto tiene algún ”cliché” como su protagonista es un detective, sin embargo la manera de jugar, narrar y los sucesos, son un soplo de aire fresco. ¿Es momento de utilizar otra clase de recursos? El problema no reside si usamos lo mismo en distintos juegos, si no aceptar que no podemos ver cambios, de este modo oxigenada la experimentación en el género. Sin duda alguna el Survival Horror necesita refrescarse, el hecho de ser convencional, perjudica a otros juegos y la integridad de los mismos, esta clase de juegos, representan algo mayor que ”salsa de tomate y sustos coreografiados”, son un modo de contar grandes historias y buscar nuevas sensaciones.

En definitiva si queremos recuperar un género tan adorado, primero debemos replantearnos que necesita. The Evil Within no estaba en la lista de los 10 primeros mas esperados en Japón. ¿Y si saben cuanto ha vendido en su primera semana en venta? Si un video juego que ha llenado de ilusión a experimentados y noveles en este género, es natural de que debemos empezar a romper paredes. Independiente de los gustos ajenos, hay que replantearse que buscamos en este género, ¿Hay que seguir mirando al pasado? Por supuesto que sí, pero tratar de valorar experiencias completamente nuevas, refrescarnos del estándar mas convencional y aprovechar el tirón de nuevas sagas. Son en muchas ocasiones que las sorpresas no necesitan de ser sonadas para el publico, si no el encontrar video juegos que lleguen al jugador mediante otras experiencias menos conocidas o darse a conocer, solo así descubriremos el potencial que tiene y disfrutar las muchas maneras. The Vanishing of Ethan Carter siendo una aventura gráfica aporta frescura, es cierto que no es un Survival Horror, sin embargo demuestra que el miedo no tiene que recurrir a las mismas fuentes o accesos, si no buscar la innovación en otros campos, pero es prueba de que no necesitamos ”comer y beber todos del mismo plato”.