La apariencia de la consola toma un matiz mucho más sencillo y directo
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En Microsoft están convencidos de que una buena experiencia de juego va íntimamente ligada a una experiencia de usuario a la altura, así que por eso, tras varios cambios a sus espaldas, los de Redmon han decidido darle otra vuelta de tuerca a la interfaz de la Xbox One. Bajo la idea de tener en pantalla única y exclusivamente el contenido necesario, parece que la antigua capa de personalización ha evolucionado de forma notable.
Si nos fijamos en el vídeo publicado por el canal oficial de Xbox, el protagonismo de la interfaz recae sobre el juego actual que tenemos insertado en nuestras consolas (o el último utilizado), con algunas sugerencias y notificaciones respecto al mismo. La pantalla por lo tanto queda mucho más despejada, dejando que las imágenes sean los pilares sobre los que se sustente la nueva apariencia. Es decir, todo se resumen en dos conceptos: rapidez y claridad.
Del mismo modo, la guía de la consola se reinventa para ofrecernos mayores posibilidades a la hora de personalizar nuestra experiencia. Haciendo uso de los gatillos podremos movernos por su interfaz rápidamente, olvidándonos de estar dando vueltas para encontrar la aplicación que desde un primer momento queríamos buscar.
Pero eso no es todo, pues la biblioteca de juegos renace con una nueva distribución (muy al estilo de PlayStation 4 todo sea dicho).En esta distribución tenemos que indicar qué juegos queremos que se muestren tras el encendido de la consola o al pulsar el botón de Xbox. Y aquí es donde encontramos una de las nuevas claves de la interfaz, pues los contenidos descargados en formato digital ahora podrán ser movidos a cualquier lugar de la interfaz. Interesante, ¿verdad?
La nueva interfaz debería llegar en la próxima actualización de la consola. Mientras tanto cabe recordar que se trata de una beta, por lo que algunos de las características que aparecen en las imágenes o los vídeos podrían cambiar, aunque sea de forma ligera.