Phil Spencer además de retomar el rumbo de la compañía, tuvo que devolver a Xbox la confianza que habían perdido
El lanzamiento de Xbox One no tuvo el éxito soñado por Microsoft. Los datos que daba la nueva consola no eran nada alentadores.
Ante esta situación llegó Phil Spencer como nuevo responsable de la compañía para solucionar todos los problemas.
Phil Spencer declara:
El mayor desafío para mí fue de hecho cuando acepté el puesto, y la mera emoción del equipo en aquellos días, cuando me convertí en el jefe de Xbox hace cinco años…
Y francamente, desde el punto de vista de nuestro producto, estábamos en una situación muy complicada tanto a nivel competitivo como con respecto a la base sobre la que teníamos que trabajar. El equipo había perdido su confianza en la dirección.
No solo en los individuos, no quiero hablar de gente, sino realmente en la capacidad de liderazgo, el compromiso de la compañía en esta categoría, y en la toma de decisiones; y reconstruir eso en una compañía es importante y lleva su tiempo.
Había gente a la que se le notaban las emociones. Que se acercaban y me preguntaban ‘¿estamos haciendo lo correcto?’ con lágrimas en los ojos, porque así es la industria en la que trabajamos. Eso fue un desafío.
Desde 2014 Xbox no ha parado de mejorar. Y con la llegada de Xbox Series X es su momento para intentar despegar.