¿El comienzo del fin para las loot boxes en nuestro país?
Ah, las cajas de botín. Esos objetos digitales tan codiciados por el factor sorpresa que conllevan y la felicidad que proporcionan cuando nos toca algo de valor. Después de años con este mal que a tantos adultos y niños ha afectado, parece que el Gobierno de España por fin se ha puesto las pilas para regular el uso de las loot boxes en los videojuegos.
Hoy mismo, viernes 28 de febrero de 2020, el ministro de Consumo Alberto Garzón comparece para explicar su propuesta de regulación de este tipo de prácticas ante el Congreso de los Diputados, días después de presentar el primer borrador. Éste llevaba estando pendiente en nuestro país desde la aprobación de la Ley del Juego de 2011.
Esta moda que según parece inició Team Fortress 2 allá por 2010, se ha ido volviendo cada vez más común en la industria. Si bien empezaron como meros objetos cosméticos englobados como una extensión de los DLCs en juegos multijugador, con el paso de los años han ganando en alcance y descaro.
Las cajas de botín de Overwatch contienen únicamente objetos cosméticos.
Overwatch siendo uno de los casos más sonados en los últimos años, no ha estado exento de polémicas con una gran cantidad de noticias sobre niños y adolescentes enganchados a este sistema. Desesperados por conseguir una skin legendaria para su personaje favorito, no son pocos los que se las apañan para hacerse con la tarjeta de crédito de sus desinformados tutores para comprar loot boxes, con resultados catastróficos.
Este tipo de prácticas, al fin y al cabo, están diseñadas como juegos de azar y es el principal motivo para su regulación en palabras de Garzón y el resto de Gobiernos que ya han tratado este tema. Su método más común para crear esta necesidad en el individuo consiste en ofrecer muchas recompensas al comienzo del juego y dosificarlas en periodos de tiempo cada vez mayores según uno va avanzando.
Star Wars Battlefront II, uno de los mayores fracasos de Electronic Arts.
Si los objetos cosméticos fueron el principio, su uso acabó yendo más allá para ofrecer ventajas en juegos multijugador, lo que convenció a millones de personas a pagar para ser mejores que el resto en un corto espacio de tiempo.
Pero todo tiene un límite. A finales de 2017 Electronic Arts estiró tantísimo la cuerda con el lanzamiento de Star Wars Battlefront II que los jugadores, cansados de esta clase de mecánicas, lo rechazaron al instante y llevó a un toque de atención para todas las empresas de videojuegos y uno de los mayores fracasos de la compañía. Por no hablar de uno de los comentarios con más votos negativos de la historia de Reddit.
Monolith retiró las cajas de botín de Sombras de Guerra alegando que alteraba el diseño del juego.
Tampoco se libraron las experiencias para un jugador, como es el caso de La Tierra Media: Sombras de Guerra. Se ofrecían orcos y monedas en distintos tipos de cajas, y si bien podías reclutar todos los orcos que quisieras en el propio juego, sus últimas misiones requerían orcos de mayor nivel para avanzar, lo que incitaba a pasar por caja para aligerar esta dificultad artificial. Monolith Productions anunció la retirada de los micropagos seis meses después de su lanzamiento, alegando que alteraba el diseño del juego y estropeaba la experiencia.
Otros franquicias de renombre como Assassin’s Creed, originalmente sin ningún tipo de transacciones, también se fueron subiendo al carro poco a poco bajo la atenta mirada de los jugadores. Assassin’s Creed IV: Black Flag fue el primer juego de la saga en incluir micropagos a cambio de recursos concretos allá por 2013. No fue hasta 2017 que Assassin’s Creed: Origins incorporó cajas de botín a cambio de recompensas aleatorias, siguiéndole Assassin’s Creed: Odyssey un año después con mecánicas de pago aún más desproporcionadas.
Assassin’s Creed: Origins, el primer juego de la franquicia en ofrecer cofres aleatorios.
En 2018 el Gobierno de Bélgica ya tomó cartas en el asunto declarando ilegales las cajas de botín con pena de cárcel como represalia. Esto ha llevado a que otros países como Francia y Reino Unido se miren con lupa este tema para regular su uso y ponerse al día con la legalidad dentro de los videojuegos, siendo España la más reciente en unirse a este grupo de países que esperamos que siga creciendo con el paso del tiempo.