Vampyr, cuando el juego se vuelve más humano que la vida
¿Cuántas veces habéis sentido que vuestros juegos, rozaban esa ligera línea que separa la realidad de la ficción? un buen título que realiza este cometido, es el que os traigo para este fin de semana. No es un título navideño (de eso, os hablaré en otra entrada en los próximos días). Esta semana, ha llegado el turno de Dontnod Entertainment responsables de por ejemplo, Life is Strange o del título que encabeza esta entrada: Vampyr.
Hacía tiempo, mucho, que la factoría de los videojuegos, no nos sorprendía con algún título donde la temática principal, fuera la de estos seres mitológicos que habitan en la oscuridad y se alimentan de la sangre de sus presas. Pero Vampyr fue el responsable de romper esta lanza temporal. Y por eso el título rápidamente llamó la atención de los jugadores (y de la mía, sobre todo de la mía). Pero para quienes no sepáis nada de este juego, y sin entrar en jugosos detalles, os voy a hablar para ponernos en contexto sobre “qué es Vampyr“.
El Doctor Jonathan, pero no Harker.
Vampyr se trata de una aventura de rol y acción. Ambientada en el siglo XX, nos pondremos en la piel y tomaremos las riendas de la vida del famoso cirujano Jonathan Reid. Quien tras servir en la Primera Guerra Mundial, vuelve a su Inglaterra natal. Pero un juego de acción y de rol, no lo sería si no tuviera gato encerrado en la trama. Cuando Jonathan vuelve a casa, se encontrará con dos grandes problemas a los que tendrá que plantar cara: Londres, sufre una epidemia de gripe española. Y el segundo problema, alguien atacó a Jonathan y ahora es un vampiro. Un vampiro que tendrá que descubrir a la fuerza, su nueva naturaleza.
De momento, y a rasgos generales esa es la trama que nos presenta Vampyr. Interesante, ¿no os parece? un cirujano transformado en vampiro y que además, tendrá que erradicar la epidemia de gripe (o erradicar a los enfermos, quién sabe, es otra opción para acabar con la enfermedad), A lo largo del desarrollo de la historia, tendremos que tomar una multitud de decisiones que, como buen juego de rol, marcará el devenir de Jonathan y los de su alrededor. El juego está bien construido, y como buen juego con ambientación vampírica, se alimenta de antiguos mitos o historias folclóricas que dan forma al antiguo mito sobre los vampiros.
De echo, el propio juego tiene una banda sonora verdaderamente inspirada en la que nos podíamos encontrar en la famosa película Drácula (1992) y que sin duda, también es uno de los puntos fuertes de este título. Una banda sonora que consigue perfectamente que la historia nos atrape igual de bien que haría un vampiro con nosotros. Pero junto a la deliciosa banda sonora del juego, se encuentra la forma narrativa del título. La narrativa se sucede gracias a los habitantes de la ciudad.
Las ramas sociales y narrativas de Vampyr
Cada habitante, a excepción de nuestros enemigos, contará (y nos contará) con su propia historia, relaciones sociales y distintas personalidades. Indagar en el transfondo de los habitantes, nos llevará tiempo y dedicación, pero merece la pena junto a las misiones secundarias. Porque, a fin de cuentas les queremos ayudar y para nada alimentarnos de ellos, ¿no es así?
Obtendremos pistas, recolectaremos información, forzaremos a las personas a hablar gracias a nuestras habilidades… pero sobre todo sucederá algo, algo que es lo que otorga de humanidad a Vampyr. La empatía. Los personajes que nos vamos a encontrar, son muy tridimensionales, todos muy diferentes entre ellos y sobre todo, muy humanos. Los temas que se tratan y de los que formaremos parte si les queremos ayudar, son temas muy sensibles. Tratados con mucho cuidado, acierto y naturalidad. Temas que nos harán reflexionar y nos plantearán cuestiones y decisiones morales. Todo este tema tan humano va cogido de la mano de una decisión extremadamente complicada que nos surgirá muchas veces. Tenemos la oportunidad de ayudarlos pero también la oportunidad de alimentarnos de ellos.
Hay malos sueños para aquellos que duermen imprudentemente
La moralidad que Vampyr nos plantea es ese punto que juega con la humanidad de Jonathan. Podemos dejar que siga siendo un humano, un cirujano que ayuda a otras personas pese a su maldición. O también, podemos destruir lo poco que en él queda de humanidad y hacer que poco a poco, caiga en el placer y la tentación de la sangre. Y realmente os digo que, ver como poco a poco Jonathan pierde su humanidad, es algo quizás, demasiado doloroso y hermoso al mismo tiempo.
Sin embargo, es el propio juego el que nos lanza de cabeza hacia el mal y nos incita a cenarnos a alguien, gracias al sistema de “calidad de sangre” y es que, hincar el diente a alguien sano, nos dará mucha más experiencia y sabiduría. Por lo que, muchas veces, nos vemos tentados a ayudar a una persona única y exclusivamente para acabar con su enfermedad antes de alimentarnos de ellos.
De esta manera, nos animan a que acabemos conociendo a nuestras víctimas. Lo que puede condicionar nuestras decisiones y que nos replanteemos la forma y los motivos por los cuales escogemos matarlos. ¿Acabarías con la vida de alguien que simplemente te cae mal? ¿Sentenciar a alguien que ha actuado de manera poco ética pero quería ayudar? ¿Matar a alguien que vive solo y que no aporta nada a la sociedad? (nadie le echaría de menos, ¿no?), Como ya he dicho, las cuestiones morales estarán a la orden del día y nos harán reflexionar antes de tomar una de ellas. O también podéis tomar la decisión al azar como hice yo: “tú si, tú no, tú si tú también, tú ya veremos…” pero vamos, que también tenemos la opción de no matar a nadie. Pero es más lenta, no os voy a engañar.
Sea como fuese, Vampyr está creado para tentarnos a acabar con los habitantes de Londres. El estudio ha sabido tratar ese tema de manera excelente. Y nos hará reflexionar sobre la moralidad de nuestros actos. Claro que, no desarrollar nuestras habilidades vampíricas, nos dejará en clara desventaja en los combates. Por eso la tentación es tan extrema y nos vemos lanzados a ella de cabeza.
Un detalle interesante es que para subir de nivel tenemos que descansar y dejar que pase un día. Cada noche habrá cambios en los niveles de salud de los distritos. Con ciudadanos que contraigan algún tipo de enfermedad o malestar o que sanen con las medicinas que les hayamos suministrado. Del mismo modo, si hemos tomado alguna decisión muy importante que afecte a una zona o hemos eliminado a alguien de la misma, también tendrán su impacto.
En definitiva, Vampyr es un juego con extrema personalidad. Y lo podemos disfrutar en solitario o en compañía y disfrutar de los debates morales que surgirán a lo largo de la historia. Y su ambientación y temática son tan absorbentes, que no querrás salir del juego. Pero ahora, ha llegado vuestro turno, tenéis que decidir el destino de Jonathan y también el de Londres. ¿Llevaréis a este famoso cirujano hacia el mundo de las sombras y le quitaréis la poca humanidad que queda en él? ¿O simplemente haréis como que nada de esto a sucedido y viviréis en la mentira durante la eternidad?
Vampyr ya está disponible para PC, PlayStation 4, Xbox One y Nintendo Switch.