Fallout 4 esconde historias asombrosamente alucinantes en la Commonwealth
En 2015 la compañía Bethesda nos volvía a sorprender con un título de rol. Un título que contentó y desagradó a partes iguales y que, en mi humilde opinión, no recibió tanto reconocimiento como realmente se mereció y merece. Y es por eso que hoy, nos vamos a ir de viaje hasta Boston y vamos a conocer la post-apocalíptica Commonwealth, a destapar sus secretos y a sumergirnos en su historia. Efectivamente, esta semana es el turno de que hablemos de Fallout 4. La aventura post-apocalíptica por antonomasia de la compañía creadora de otros títulos como Skyrim, Wolfenstein o DOOM.
Para quienes no conozcáis este título, os voy a poner un poco en contexto con la historia que vamos a conocer en este Fallout 4. Daremos vida a (y los voy a llamar por su nombre “canon” el de defecto) Nathan o Nora. E independientemente de nuestro sexo, en teoría estamos viviendo el famoso sueño americano. Tenemos un hogar, una familia y acabamos de ser padres. Él es un soldado de la guerra al que van a conmemorar por sus actos heroícos, ella abogada retirada. El juego comenzará con imágenes y secuencias de la pre-guerra. Primera vez en la saga que viviremos momentos anteriores la gran guerra y el desastre atómico sucedido en 2077.
La historia comenzará con una visita de los representantes de Vault-Tec, que nos quieren añadir a su registro de refugios atómicos, “por si acaso”. Y además en este momento de la partida, será donde completaremos nuestra ficha S.P.E.C.I.A.L. ¿Casualidad del destino que justo después de la visita de Vault-Tec, suceda el bombardeo atómico? bueno, eso lo dejo a vuestro propio criterio, supongo que el sector de los funcionarios es tan lento en la ficción como en la realidad.
La supervivencia del más fuerte o el más listo
Además de una historia con gancho, de la que no vamos a hablar mucho más para evitar spoilers, Fallout 4 se caracterizaba y caracteriza por la libertad de juego. Y aunque el mundo no es “excesivamente gigantesco” el papel de mundo abierto lo juega bastante bien y el plato principal solo mejora con el ingrediente de los DLC. Donde dos de ellos nos expanden el mapa, como sucede en Far Harbor y Nuka World. Un mundo abierto y libre donde reina la ley de la supervivencia del más fuerte, astuto o listo. Todo depende de qué característica te haga especial.
Pero la verdadera supervivencia reside en el modo de juego, válgame la redundancia, “supervivencia“. Probablemente el modo de juego más realista al que nos enfrentaremos. Dormir menos de ocho horas nos hará enfermar de cansancio, comer comida en mal estado también nos producirá infecciones. La munición en este modo de juego tendrá peso en nuestra mochila y comer y beber, será necesario para evitar nuestra muerte. ¿Se puede morir de sed? ya os digo yo que sí. ¿Podemos morir de una infección por comer carne cruda? también la respuesta es que sí. Pero si esto os parecía poco, el modo supervivencia por descontado, también añade una tremenda dificultad a los combates con cualquier tipo de enemigo. Ya Bethesda advertía que este modo de juego estaba diseñado para vivir una verdadera experiencia post-apocalíptica y, desde luego, no se equivocaban y dieron todo aquello que habían prometido.
Hasta el mínimo detalle es importante.
Un detalle que me parece fascinante, es como la Commonwealth está repleta de historias alucinantes. Algunas de ellas misiones secundarias con increíbles referencias, como sucedía en la galería de Pickman, El Museo de la Brujería o el Horror de Dunwich. Otras, son coleccionables a nuestra disposición como cartas u holocintas, que muchas veces nos llevarán hasta botínes que nos ayudarán en nuestro viaje. Nuestro mundo radiactivo, está lleno de detalles a los que prestar atención, así como referencias históricas, como la Revolución Americana en el museo, los Minuteman o el propio John Hancock. Así como localizaciones reales que han sido transformadas para el mundo post-apocalíptico: la biblioteca pública de Boston, la Trinity Church, Boston MIT o incluso la Paul Revere Statue. Como podéis ver, Fallout 4 nos traslada con mucho mimo y encanto al futuro distópico del desastre atómico. Y pasar ahora descubriendo secretos, localizaciones o coleccionables es algo que nos atrapará durante horas. De echo, incluso en el mapa podemos encontrar la casa de uno de los creadores del juego.
Pero otro gran detalles que tiene, son las referencias de la cultura popular como podrías ser el cine. Y es que, a lo largo del juego podemos encontrar guiños y referencias a películas como Apocalipsis Now y su famosa frase “me encanta el olor a napalm por la mañana“, Blade Runner en el bar de Noodles de Diamond City, Charlie y la fábrica de chocolate si viajamos al parque de Nuka World, la propia Nuka-Cola como sustituto de la Coca-Cola e incluso referencias a Titanic en Far Harbor o a la propia biblia en el DLC de Automatron. O también, el Refugio 95 que está inspirado en La Naranja Mecánica. Y esto solo por nombrar algunas de tantas.
El horror cósmico de Lovecraft también está presente en Fallout
Pero si las referencias a la cultura popular no es lo vuestro y lo que más os llama la atención es el toque de terror que podemos encontrar en este título, entonces las localizaciones más bizarras de este mapa serán uno de los ingredientes que más os gustará.
Y es que, aunque no es un juego de terror, el toque bizarro y gore es algo que está presente a lo largo de no solo este título, si no de otros como puedes ser Fallout 3 o el propio Fallout: New Vegas. Las muertes explícitas de los personajes, por ejemplo que nos muestran con todo detalle como por ejemplo una bala acierta en la cabeza de nuestro enemigo. Pero son las localizaciones del mapa, lo que verdaderamente nos muestran ese toque que parece sacado del propio Braindead. Lugares, dignos de protagonizar las peores pesadillas y muchos de estos sitios, inspirados en el horror cósmico que un día creó H.P Lovecraft.
Quizás uno de los más famosos sea la galería de Pickman, lugar donde suceden los acontecimientos de la misión llamada “el regalo de Pickman“. El contenido de la historia no os lo voy a desvelar, pero es probablemente unos de los escenarios más rebuscados y lúgubres de la Commonwealth. Otra localización a la que Lovecraft inspira, es la cantera de Dunwich donde nuestro personaje vivirá una aventura cargada de alucinaciones o incluso los propios Hijos del Átomo, facción que ya aparece en Fallout 3, que son fruto de la inspiración del relato de terror El color que cayó del cielo.
Pero el amor también está en el aire
Si hay algo que siempre he querido ver en esta saga ha sido la posibilidad de tener una relación sentimental más allá de la amistad con tus compañeros. Y este es el primer juego donde podremos disfrutar de ello. Si bien no tendremos escenas tan especiales como en otros juegos (véase Mass Effect o Dragon Age), vale la pena vivir esta experiencia. Hay romances para todos los gustos pero no siempre será sencillo acceder a ellos.
La afinidad, tus decisiones, y lo carismático que puedas llegar a ser, además de un par de misiones de lealtad, serán puntos decisivos para poder llegar a ser “algo más” con esa persona tan especial que te acompañará en tu viaje de supervivencia. Por no decir que tus compañeros te juzgarán según su propia filosofía de vida. Cada compañero, cuenta con una historia personal que conoceremos si compartimos nuestro viaje con ellos siempre y cuando su confianza en nosotros sea la adecuada (cabe decir que pueden romper la relación con nosotros e incluso abandonarnos en mitad de viaje en cualquier momento si las cosas no salen bien) y con un poco de suerte si nuestra amistad llega a algo más, conseguiremos una habilidad especial que, sinceramente, ayudan bastante a lo largo del juego. Y todo hay que decirlo, encariñarse con los personajes no es una tarea difícil.
La construcción, el gran añadido.
Hace poco, os hablaba de la última gran actualización de Fallout 4 que mejoraba los talleres de construcción y añadía nuevas opciones muy interesantes. Y es que sin dudas, de las opciones más amplias de esta entrega de Bethesda es el modo de construcción. Donde tendremos completa libertad para dar forma a nuestros asentamientos.
Cuanto mayor sea nuestra carisma, mayores opciones de construcción tendremos a nuestra disposición. Y por supuesto, atraer población, la cual podrá vivir allí interesadamente o desinteresadamente, eso queda a nuestro criterio (aunque siempre es buena opción tener a unos cuantos colonos en nuestra granja). La construcción será posible siempre y cuando contemos con los recursos necesarios, por lo cual os recomiendo que recojáis hasta el osito de peluche más inútil que encontréis porque nunca se sabe cuando lo podrás necesitar. Pero como todo en este mundo, habrá consecuencias. Cuanto mayor sea nuestro asentamiento, y nuestra construcción, mayor número de ataques recibiremos por parte de saqueadores, necrófagos, bestias salvajes . . . aunque evidentemente, podremos evitar eso por la fuerza, con seguridad o con estratégicas trampas (añadidas en los DLC de construcción de asentamientos).
Como habéis visto, más allá de la trama detectivesca tan propia de la saga, este último título post-apocalíptico de Bethesda, es un esencial en vuestra biblioteca si sois amantes de la exploración, la construcción y además os gusta no solo completar coleccionables si no también, descubrir secretos ocultos y divertidos easter eggs. Todos esos ingredientes, lo convierten en un divertido título al que echaréis más horas de las que sois capaces de imaginar. Olvidarse de la historia principal y perderse por el mapa, completando misiones secundarias, será algo que pasará fácilmente y sin que os deis cuenta.
¿Cuál es vuestro momento favorito de Fallout 4 ? Y recordad, la guerra… la guerra no cambia nunca.
Fallout 4 ya está disponible para PC, PlayStation 4 y Xbox One.