Iwata ha fallecido. Así fue como os lo comunicábamos hace unos días cuando, desde Nintendo, nos llegaba la triste noticia de que el que fuera presidente de Nintendo fallecía a consecuencia de una obstrucción del conducto biliar provocada por un cáncer que llevaba arrastrando desde hace mucho tiempo. Con su fallecimiento, la comunidad nintendera y jueguil en general, se han hecho eco manifestando su cariño y su pesar, pues no se ha ido un hombre cualquiera. Cierto es que los últimos alicientes en Nintendo no eran buenos hasta tal punto de que muchos cuestionaban la gestión de Satoru Iwata al frente de la compañía. Sin embargo, puestos a repasar su vida dentro de la finca nintendera, este hombre hizo muchas cosas buenas para Nintendo, motivo por el cual me animo -dentro de mi tristeza, porsupuesto-, a realizar este artículo, pues de verdad que como redactor no me es nada fácil escribir estas palabras.
Hubo una época oscura por la cual Nintendo atravesaba serios problemas económicos, a partir del cual el señor Iwata consiguió solventar de tal manera que estabilizó las cuentas de las arcas de Nintendo. Esta hazaña provocó que Iwata fuera nombrado como presidente de HAL. Fue en el año 2002, tras la retirada de Yamauchi, cuando Satoru Iwata tomaba la presidencia en las oficinas de Nintendo, y desde ese año hasta 2015 siguió un camino largo y costoso.
En mi corazón, soy jugador
Iwata, durante la Games Developer Conference celebrada en el año 2005, protagonizó una de las frases más sonadas y admiradas del mundo de los videojuegos. Subió al escenario y dijo las siguientes palabras que perdurarán hacia la lejanía:
En mi tarjeta de presentación, soy presidente corporativo. En mi mente, soy desarrollador de videojuegos. Pero en mi corazón, soy jugador.
En el E3 de ese año, sería la presentación de Wii, una de las consolas más exitosas de Nintendo. Con toda la espectacularidad que eso conllevaba, Iwata nuevamente se subió al escenario del E3 de Nintendo de 2005, y del bolsillo se sacó nada más y nada menos que la Revolution (nombre en clave de la conocida Wii). Frente al clamor del público, soltó la siguiente frase:
¿Decís que queréis una Revolución? Pues… ¡La tenemos!
Pero previamente a ser presidente de Nintendo, a Iwata se le conocía por su excelente habilidad en el campo de la programación. Tanto es así, que de no ser por él, Pokémon Oro y Plata no hubiera tenido tales dimensiones de mapeado, pues originalmente dicha edición de Pokémon iba a contar únicamente con la región de Johto. Sin embargo, Iwata cogió el cartucho antes de lanzarse al mercado y fue capaz de comprimir todos los datos creados por Game Freak, compañía encargada de la serie Pokémon, para así introducir la región de Kanto (mundo que aparecería en el antecesor Pokémon Rojo y Azul). Aunque sin lugar a dudas, el mayor mérito y reconocimiento de Satoru Iwata fue el desarrollo de Earthbound. Llegó a rehacer desde cero el código de Mother para facilitar el desarrollo de Earthbound, una de las mayores obras maestras de Super Nintendo.
Directly to you
Pero recordemos ahora la época más moderna de Nintendo. Está claro que la compañía nipona no pasa por su mejor momento. Sin embargo, Iwata se sacó de la chistera los ya populares Nintendo Direct, una manera ‘directa’ de promocionar los productos nintenderos, además de tener un acercamiento más real con el consumidor nintendero. Él fue el responsable de Iwata Asks, donde el objetivo era tener un acercamiento con los desarroladores mostrando su trabajo de forma directa y cercana, siendo él mismo quien actuaba como entrevistador y hacía las preguntas.
También de Satoru Iwata salió la idea de que Nintendo ignorase el E3 de cara a realizar conferencias, pues según él era una manera más divertida de presentar sus juegos. Aunque bien es cierto de que Iwata, en los últimos dos E3, no pudo asistir por problemas de salud. Lo último que se sabía de él era que estaba trabajando duramente en la próxima Nintendo NX, además de tener una estrecha relación con DeNA, encargada de la realización de juegos para el mercado de los móviles.
Daba igual la gestión de Iwata, si era buena o mala. Era un hombre con una eterna sonrisa. El hombre que nos daba una reverencia nada más iniciarse los ND. Un hombre que llegó a ponerse una gorra de Luigi para promocionar su 25 aniversario. Un señor que llegó a ser un puppet en el último E3. Se apuntaba a todo con tal de sacarnos una sonrisa a los nintenderos, hasta tal punto de que en el E3 2014 se enfrentó en una dura batalla contra su compañero y amigo Reggie, presidente de Nintendo América.
Jugones y jugonas, nos deja un hombre cuyo único lema era que nos divirtiéramos, más allá del aspecto visual, de las cinemáticas…el objetivo era que un videojuego nos hiciera sonreír, divertirnos, pasarlo bien. Amigos y amigos, se nos ha ido Iwata, y con él, una gran parte de Nintendo. Inolvidable. Descansa en paz al son del final de la música de Pokémon Oro y Plata. Tu son musical. Entre lágrimas, gracias de un nintendero.