Naughty Dog vuelve a brindarnos un juego para el recuerdo: grandes virtudes y algún defecto
“La grandeza surge de pequeños comienzos” (Sic Parvis Magna). Tal y como reza la inscripción del anillo que lleva Nathan Drake colgado al cuello, Uncharted ha ido creciendo de menos a más hasta convertirse en uno de los referentes de la industria. Pocas sagas tienen el honor de conseguir encandilar tanto al público como a la prensa con cada juego que lanzan; ya lo hizo Naughty Dog con la trilogía de Uncharted en PS3 y lo repitió con The Last of Us… ¿habrá conseguido lo mismo en esta ocasión?. Os invitamos a que nos acompañéis a lo largo de este análisis:
Para comenzar esta review, me gustaría comentar que yo como muchos otros, temíamos por esta cuarta entrega de Uncharted desde el mismo día que se anunció. Y no me malinterpretéis, pocos jugadores han disfrutado tanto de los anteriores juegos como lo ha hecho un servidor, pero lo cierto es que tenía miedo de que destrozasen la saga simplemente por querer estirarla, y más viendo lo que ha sucedido recientemente con otras grandes sagas de PlayStation como God of War (con Ascension) o Killzone (con Shadowfall). Afortunadamente no ha sido así, y tras dedicarle decenas de horas, os contamos cómo Naughty Dog ha sabido resolver esta difícil papeleta:
Aunque en un primer momento parecía que la historia ya estaba cerrada tras la trilogía de PS3 (la entrega de PS Vita fue más irrelevante en este aspecto), Uncharted 4: El Desenlace del Ladrón consigue lo imposible, pone patas arriba el pasado, presente y futuro de Nathan Drake (desde ahora en adelante Nate) sin perder la esencia que lo caracteriza. La fórmula para ello es simple pero efectiva: el juego nos presenta a Sam, el hermano de Nate, y con él, una serie de recuerdos imborrables para Nathan pero ocultos hasta el momento para el jugador. Lo cierto es que aunque la aparición de su hermano de forma repentina pueda sonar algo forzado, os aseguramos que argumentalmente es coherente y sobre todo cuaja desde el primer momento. Lo que podía haber sido un desastre se convierte en uno de los puntos fuertes del juego, pues en esta ocasión nos encontraremos durante toda la aventura con un apoyo al que recurrir en todo momento. Sam pasa a ser uno de esos carismáticos personajes que sólo Naughty Dog sabe crear, regalándonos momentos y conversaciones entre los dos hermanos que quedarán para la historia.
Dejando de lado este nuevo elemento narrativo (luego veremos como evoluciona en un nuevo componente jugable), la historia sigue siendo fiel a toda aventura peliculera que se precie; hay un tesoro y dos facciones que quieren hacerse con él: los malos, merceranarios que quieren el tesoro a todo costa y quienes se rigen por unos principios éticos un tanto cuestionables, y los buenos, cuyo motivación principal es su afán aventurero. No varía mucho respecto a las anteriores entregas excepto por un detalle, pues en esta ocasión no es Nate quien quiere ir a por el tesoro, si no es su hermano el que le pone contra las cuerdas para ir a por él. Aunque es cierto que esto último resulta un giro de guión bien implementado y un soplo de aire fresco para la saga, con el transcurso del juego notaremos que a pesar de ello se reciclan situaciones y conversaciones de los anteriores juegos, en muchas ocasiones más de lo que nos gustaría. Este hecho se acentúa sobre todo en la relación de Drake con el ejercito de milicianos al que planta cara, encabezados por Rafe y Nadine, resultando casi un calco del papel que toman en la historia los anteriores villanos. Parece que ya es una tradición que que busquen, capturen y chantajeen a Drake para conseguir lo que quieren mientras éste escapa, les engaña y sobrevive. Este ‘deja vu’ argumental continuo es uno de aspectos que más empaña el juego, aunque afortunadamente, a los puntos positivos señalados al principio de este análisis se les suman muchos otros que veremos a continuación.
[twentytwenty]
[/twentytwenty]
En primer lugar no podemos hablar de Uncharted 4 si no mencionamos su apartado técnico. Las palabras se quedan cortas para definir lo que vemos ante nuestros ojos, pues es tal el nivel que ha alcanzado Naughty Dog con Uncharted 4 que deja a los demás estudios por los suelos. Es lo más bestia que hemos visto durante los últimos años, al menos en cuanto a consolas se refiere, compitiendo de tu a tu con los mejores apartados técnicos que hemos podido ver en PC. La vegetación y la iluminación brillan por encima del resto, pero son los pequeños detalles lo que hacen de Uncharted 4 un juego mágico en este sentido. Detalles como las pisadas que dejamos en la nieve, el barro que se incrusta en nuestro ropa o las marcas de neumáticos de nuestro todoterreno, son tan constantes a lo largo del juego que sería difícil enumerarlos. Si a todo esto le sumamos los detallados espacios abiertos tan demandados por los jugadores, nos encontramos ante todo un portento gráfico. Si, efectivamente has leído bien, Uncharted 4 ya no es el juego “pasillero” que nos encontramos en la primera entrega, ni siquiera recurre a espacios medianos como la segunda y tercera, si no que ahora se apuesta por espacios amplios con varios caminos por donde avanzar y con muchos coleccionables escondidos.
Si hay algo que caracteriza a Uncharted 4 además de lo ya comentado, sin duda es su jugabilidad. Nos encontramos con una fórmula muy similar a la trilogía de PS3, donde se repiten movimientos y controles, aunque por paradójico que suene, sentiremos que estamos ante una jugabilidad totalmente reinventada ya que han querido introducir nuevos elementos jugables como el gancho, el todoterreno, las zonas para escondernos o los ya comentamos espacios abiertos. Si bien antes el combate consistía en parapetarnos con una cobertura y asomar nuestra cabeza de vez en cuando para acertar a pegar un par de tiros, en Uncharted 4 podremos escondernos en la hierba para acabar con nuestros enemigos de forma sigilosa, podremos ir bricando de plataforma en plataforma gracias a nuestra cuerda o podremos disparar a nuestros enemigos colgados de algún saliente que encontremos. Cada batalla se nos presenta como algo distinto, donde somos nosotros quienes elegimos cuando y cómo va a desarrollarse. Además, no sólo el combate gana enteros, si no que los puzzles o las escenas de acción mejoran exponencialmente combinando varios de estos nuevos elementos (esto se hace presente sobre todo una vez sobrepasada la mitad del juego, en especial en una sección correspondiente a Madagascar que Sony enseñó tras el E3 del pasado año, en la cual perseguimos a nuestro hermano rodeado de camiones y 4×4 mientras saltamos de un vehículo a otro gracias nuestro gancho).
Si nos olvidamos de la historia por un momento, encontramos que Uncharted 4 cuenta con un multijugador bastante renovado. Bien es cierto que el juego no necesita un multijugador, pero tampoco le vamos a hacer un feo. Sobre todo por que esta vez si, está justificado su presencia, pues se nota que hay un gran trabajo detrás y no está puesto de relleno. No es ni de lejos el punto fuerte del juego, pero se agradece que tras culminar nuestra aventura, tengamos un lugar donde acudir durante un largo periodo de tiempo. Estamos ante el lado más frenético deUncharted, que puede que no guste a los puristas pero que hará las delicias de los aficionados a los shooters arcades.
No podíamos cerrar el análisis de Uncharted 4 sin mencionar otra de las grandes bazas del juego: su apartado sonoro. No es nada nuevo que la saga cuenta con una de las mejores bandas sonoras que conocemos, así que en esta ocasión no han querido ser menos y han reutilizado algunas de las pistas que ya conocemos, a la vez que han introducido otras que le sientan de maravilla al juego. Por otro lado, el trabajo que han hecho con el doblaje al castellano es soberbio, digno de las mejores producciones cinematográficas, destacando especialmente las conversaciones entre Nate y Sam. En este sentido, tienen casi el mismo mérito los guionistas que los dobladores en esos fantásticos diálogos dignos para el recuerdo. Los efectos de sonido también están bien logrados, y aunque no destacan especialmente, cumplen gratamente con su cometido.
En definitiva Uncharted 4 es la entrega que todo fan soñaba con jugar, estamos ante un digno final para una grandísima saga que mejora todo lo visto anteriormente. El Desenlace del Ladrón cuenta con muchísimas virtudes tanto a nivel jugable como técnico, y algún que otro defecto sobre todo en cuanto a su argumento, pero como conjunto es sin duda lo mejor que podemos encontrar en PlayStation 4. Tanto si jugaste los anteriores como si eres nuevo con Uncharted, nuestra recomendación es que según termines este análisis, te vayas directo a comprarlo… Nathan Drake te está esperando.