Análisis | Ratchet & Clank | PS4

Os traemos nuestras impresiones tras haberlo jugado. Solo podemos decir que nos ha encantado.

Hay veces en las que es necesario volver a las raíces, echar un vistazo a nuestros orígenes. Reinventarse no es malo y siempre puede ayudarnos a ir a mejor. Es el caso de Ratchet & Clank, una de las sagas que acompañó durante muchos años a los jugadores de PlayStation 2 y que ha pasado los últimos años sin pena ni gloria. Con esta nueva entrega, se reinicia uno de los universos emblemáticos de la consola de Sony, y el resultado no ha podido ser mejor. Dicho esto, y tras recomendaros que le echéis un ojo a nuestro avance del juego para que veáis la evolución de nuestras impresiones tras haberlo completado, comienza el análisis:

Lo primero en lo que vamos a centrarnos es en la historia del juego. Aunque en primera instancia la base es la misma que en la entrega que conocimos en el 2002, se ha hecho un esfuerzo de reimaginación bastante importante. La primera diferencia ya se ve desde el minuto uno, y es que esta vez la historia es narrada por el Capitán Qwark, uno de los personajes más emblemáticos de la saga. En esta ocasión, Ratchet es presentado como un joven deseoso por convertirse en un ranger galáctico al servicio de Qwark. Sin embargo, es rechazado y poco después terminaría conociendo a Clank, un robot “defectuoso” con el que acabará formando equipo. La historia es sencilla y no dista demasiado de la original: un dúo inseparable que se enfrenta a peligros para salvar la galaxia que está en riesgo por culpa del malvado presidente Drek. No obstante, el planteamiento no peca de falta de innovación ni de volverse tedioso. El argumento sabe conducir al jugador manteniendo el interés, tanto para los veteranos como para los novatos. Los más experimentados en el universo creado por Insomniac Games sabrán notar las sutiles diferencias en el devenir de los acontecimientos, además de las numerosas referencias a la entrega original. Por su parte, los novatos se estarán introduciendo de lleno en una saga que ha sabido trasladar lo mejor de sus anteriores juegos en un solo título. Ratchet & Clank ha aprendido de los errores y aciertos del pasado para traernos un reinicio digno.

Los que ya conocen la saga de antemano saben cuál es el aspecto en el que más han destacado siempre las entregas de la franquicia: la jugabilidad. Ratchet & Clank es divertido, variado y frenético. Los pilares básicos son los saltos y los combates. En la exploración de los planetas encontraremos muchas fases de plataformas que requerirán de nuestra habilidad saltando y desplazándonos al lugar adecuado, pero la verdadera salsa del juego llega cuando nos topamos con los enemigos. El arsenal que nos ofrece la tienda de armas de Gadgetron y que puede ser adquirido a través de guitones que iremos encontrando es tan amplio como de costumbre, por lo que hace la experiencia de combate versátil y entretenida, ya que nos hará pensar de vez en cuando la forma más eficaz de salir airoso. Cada arma puede mejorar su función en las tiendas con el intercambio de materiales que vamos recogiendo durante la aventura y, además, evolucionan con el uso. Esto hace que el jugador se vea recompensado al utilizar una misma arma, pero siempre incitándole a cambiar para mejorar las demás.

Los combates no nos permiten despegar los ojos de la pantalla ni un solo momento si queremos salir bien parados

Otro de los aspectos a destacar es la fluida movilidad de Ratchet. La evolución de la consola le ha sentado bien al lombax, ya que está más ágil que nunca y se nota al combatir. El desplazamiento lateral (cosa que no estaba en la entrega original) y una distribución de botones bastante cómoda hace que el sistema de control sea bastante preciso y llevadero. Y por el momento solo hemos hablado de Ratchet, pero Clank también ha querido tener algo de acción en esta entrega. Las fases jugables con el pequeño robot se resumen en huir de enemigos y resolver puzzles, pero no por ello se hacen aburridas. Estos rompecabezas se hacen bastante amenos y harán que nos estrujemos la cabeza de vez en cuando. Para avanzar, Clank utilizará unos pequeños robots que le ayudarán a superar las trabas que se encuentre. Las funciones de estos robots son tres: hacer de trampolín, puente o fuente de energía. Cada función es única y nos ayudará a llegar al final del camino. Aparte de movernos con los dos héroes, de vez en cuando tendremos que superar fases manejando nuestra nave espacial. Estas fases, aunque escasas, son bastante divertidas y también son un añadido con respecto a la entrega original. Otro de los aspectos a tener en cuenta siempre en un juego es la curva de dificultad. A pesar de que en algún jefe se dispara, esta se mantiene ascendente poco a poco a lo largo de la entrega, por lo que la experiencia no es frustrante para el jugador. Es más, recompensa bastante al jugador que aprende a moverse en el campo de batalla y que mejora sus armas.

En el apartado audiovisual está claro que el juego tiene mucho que decir. La depuración gráfica en las texturas, los escenarios, modelados y diseños es espectacular. La renovación ha sido prácticamente total manteniendo la esencia, lo cual no es nada fácil de hacer. Es posible que estemos hablando de uno de los mayores despliegues gráficos vistos hasta ahora en PlayStation 4. Es cierto que de vez en cuando da tirones, pero esto ocurre en ocasiones escasas y solo cuando se satura la pantalla. Por su parte, el doblaje y el guión también son de una calidad absoluta. Las voces de los cuatro personajes principales ya conocidos (Ratchet, Clank, Qwark y Drek) son prácticamente iguales a las originales. Por su parte, el guión destila el humor clásico de la franquicia por los cuatro costados, por lo que no pierde en ningún momento la esencia que le dio una personalidad bien definida a la franquicia.

  Los años le han sentado bastante bien a la saga, que ha querido mostrar el despliegue técnico del que hace gala la consola

Ratchet & Clank es algo más que un simple reboot, ha demostrado ser ambicioso. Esta reinvención es más bien la culminación de una saga que poco a poco ha ido fermentando para juntar lo mejor que tiene la franquicia en un solo juego. Es un juego diferente, pero al jugarlo es como si nada hubiese cambiado. Derrocha nostalgia, pero no abusa de ella ni es lo que cimenta este proyecto que va a ser disfrutado por igual por cualquier perfil de jugador. Por nuestra parte, esperamos que continúe con una segunda parte que derroche la misma calidad o más.