Un increíble viaje que se ha visto limitado
Ya hace muchos años, en el mercado de PC abundaban y destacaban múltiples aventuras Action RPG occidentales isométricas, como el clásico de fantasía Baldur’s Gate o títulos más peculiares como los primeros Fallout. Por desgracia, aún con el éxito de varios de estos títulos, el género fue decayendo en desuso con el paso de los años. Hasta que un buen día, un estudio llamado Obsidian decidió revivir este género con la ayuda y el apoyo de los aficionados. El juego que Obsidian consiguió financiar y crear gracias al dinero donado a través Kickstarter y que para muchos, se ha vuelto uno de los nuevos referentes del género, se llama Pillars of Eternity.
Dicha obra acaba de recibir una nueva revisión, la Complete Edition, que aparte de contener las dos expansiones que recibió la versión original, ha sido editada y adaptada para PS4 y Xbox One. Este es un hecho muy extraño y curioso, porque el género originalmente se desarrolló en los ordenadores debido a que éstos eran los más indicados para el estilo de combate en tiempo real que se ofrecía. ¿Ha conseguido este título adaptar bien la acción de estos títulos a las consolas?
Comienza la aventura
Antes de cualquier otra cosa, debemos hablar de el argumento de esta obra. Empiezas sumergiéndote en la piel de un colono de una vasta región boscosa, que podemos personalizar a nuestro gusto en cuanto a raza, clase de combate y atributos de personalidad. Tras un extraño incidente ocurrido tras entrar en unas peligrosas ruinas, nuestro personaje recibe una mística habilidad de la que se quiere despojar. Por ello, se embarca en una aventura llena de posibilidades donde se encuentra con numerosos aventureros peculiares en el camino.
Este inicio, aunque parezca un poco genérico, me encanta, porque simboliza el mayor aliciente de este título, la libertad y el sentimiento de aventura que llega a ofrecer. El juego está plagado de opciones con las que puedes resolver cada situación de varias maneras. Estas decisiones aparecen dentro de los detallados diálogos, y es hasta posible encontrarte con varias opciones a las que puedes o no puedes tener acceso en algún momento por tus propias cualidades que personalizaste al principio de tu andanza.
Y cada decisión que hagas puede determinar lo que realizarás en el futuro, puesto que muchas de ellas tienen consecuencias, que van desde descuentos en tiendas hasta cambios notorios en tu reputación. El juego quiere que vivas tus propias peripecias, donde parece que nada está realmente escrito y fijado por los desarrolladores, y tengo que admitir que consigue bordar esta sensación. Si buscas un juego que te preste una gran autonomía en tus acciones, ésta es una excelente opción a tomar en cuenta.
Digo esto además porque el juego tiene un excelente diseño de misiones. Ninguna de ellas se parece entre sí y casi todas tienen múltiples formas de solucionarse, ya sea intentando un acuerdo diplomático con el villano, o a lo mejor traicionando a tu cliente. Además, el juego incentiva al jugador para que intente alargar cada misión y buscar todo el trasfondo de ésta, ofreciendo así más experiencia a todo el grupo por cada interacción dentro de una misma misión. Una inteligente decisión para alargar el tiempo de juego sin cansar al jugador.
Penurias de novato
Ahora bien, incluso después de todo esto, en mi opinión, Pillars of Eternity puede resultar no ser el mejor punto de entrada dentro del género. Aunque tiene varios tutoriales, no creo que explique a la perfección una buena parte de lo que llega a ofrecer. El uso de algunas mecánicas como los cantos de un bardo o las conversaciones con compañeros deben ser exploradas por tu parte. El juego quiere que tú descubras todos sus secretos. Aunque esto puede ser bastante interesante para ciertos jugadores, siento que aun así no es una buena decisión teniendo en cuenta la gran cantidad de elementos a tener en cuenta que hay dentro de este título, algunos de ellos incluso puede que no sean descubiertos por algunos jugadores menos avezados, como puede ser el sistema de artesanía.
Una mecánica importante a destacar, que definitivamente no es tan inconsecuente como la artesanía, es la defensa de la fortaleza de Caed Nua, una ciudadela de la cual consigues su posesión pronto en la aventura, y que con el tiempo, puedes ir mejorando construyendo murallas o edificios como una posada. Es un añadido interesante, que te hace preocuparte por tu nuevo “hogar”, y que te permite recolectar dinero a partir de impuestos, aunque también debes gastarlo en conseguir defensas contra bandidos. Como bonus, dicha fortaleza contiene también una gran mazmorra de varias plantas que puedes ir superando a lo largo del juego.
Todo lo que he comentado han sido virtudes y pequeñas molestias que el juego original traía ya. Pero, ahora bien, cómo he mencionado anteriormente, el género se desarrolló en primera instancia en PC debido a que su esquema de controles nos permite adaptarnos mejor a su jugabilidad… ¿Han conseguido los desarrolladores de Obsidian crear unos controles buenos para una aventura de este calibre en las consolas como PS4?
Una victoria a medias
En mi opinión, los controles son buenos, en parte. En la versión de PS4 que he probado, podemos mover a los personajes y la cámara con los sticks, pero para realizar una gran variedad de acciones, utilizamos los nuevos menús radiales, activados con los gatillos traseros del mando y separados para las acciones de batalla y para ver el estatus de cada miembro de tu equipo. Estos menús en realidad no llegan a molestar demasiado al jugador, que seguramente llegue a adaptarse a ellos en muy poco tiempo. El problema en realidad viene del uso de los sticks analógicos dentro de los combates.
Estaba claro que un mando de consola nunca iba a poder superar a un ratón de ordenador en cuanto a precisión, pero aun así, resulta engorroso el uso de los sticks para mover el cursor y hasta puede sentirse lento el simple hecho de apuntar con nuestra arma a un enemigo. Por supuesto, esto no vuelve a cada batalla completamente injugable, pero tampoco se puede decir que sea cómodo o intuitivo para el jugador, ni tampoco puede decirse que permita crear estrategias con velocidad. Esta torpeza obliga al jugador a usar constantemente el botón de pausa para realizar acciones, lo cual lo impide meterse de lleno en la acción y el frenetismo.
Esto no quiere decir que el sistema de combate sea malo. En absoluto, sobre todo teniendo en cuenta cómo algunas clases como los hechiceros tienen una gigantesca variedad de opciones que podemos cambiar y elegir a nuestro antojo y que se pueden llegar a usar en combate de varias maneras. Aunque también se debe de decir que hay varias clases que no reciben tantas habilidades para usar, como ocurre con los clásicos guerreros, cuyo número de ataques especiales palidece en comparación con la gigantesca cantidad de conjuros que los sacerdotes o los druidas consiguen aprender con cada nivel. Igualmente, estoy muy contento con el sistema de combate.
Los achaques de la bestia
Otro problema que he notado con este título, que hace la experiencia mucho más lenta, de nuevo, son los tiempos de carga. Cada vez que entras o sales de una zona, ya sea de una ciudad a un camino, o simplemente, subir las escaleras de una casa, te encuentras con una pantalla de carga que puede durar más de 30 segundos. En un juego donde te tienes que mover entre varias zonas para conseguir resolver misiones, este es un fallo garrafal que al final del día, me hace sentir que he gastado gran parte de mi tiempo sin hacer nada de nada. Lo cual, como se puede suponer, es algo que no quiero sentir con un juego que intenta hacer que me sumerja en su mundo.
Otro tema en el que flaquea un poco Pillars of Eternity es en su potencia gráfica, que se nota sobre todo en los modelos de los personajes, aunque se puede llegar a perdonar gracias a sus interesantes fondos y la perspectiva isométrica con la cámara alejada, que consigue paliar un poco este problema. Por el otro lado, la música de Pillars of Eternity, aunque no consigue ser espectacular, sí que consigue que al menos un par de temas se queden enfrascados en mi cabeza. Eso sí, dichas melodías pueden considerarse bastante cliché y puedo entender si a algunas personas les recuerda demasiado a películas como El señor de los anillos. Que cada uno opine por sí mismo si esto es bueno o malo.
Al final del día, Pillars of Eternity es un excelente Action RPG, con muchas virtudes y cualidades que aunque puede que no sea perfecto para aquellos que son nuevos al género, sigue siendo altamente recomendado igualmente. Pero hay un problema. Es una versión inferior a la de PC por culpa de su tosco control, que aunque está lo mejor optimizado posible, no sirve como una sustitución completamente viable. Pillars of Eternity: Complete Edition es un juego que recomiendo encarecidamente en su versión para PS4, sí, pero sólo para aquellos jugadores que no puedan acceder a su versión para PC.
Porque aunque la experiencia sigue siendo buena igualmente, sí que es cierto que tiene ciertos defectos que sobre todo, ralentizan la experiencia. Puede que no tengáis los dos DLCs incluidos inicialmente en el paquete, pero creo que aun así, la experiencia mejorará lo suficiente para garantizar esos precios mayores. La base del juego, la historia, las mecánicas y la sensación de aventura es extremadamente buena, pero a pesar de los intentos de Obsidian, las consolas, aunque ahora son un poco más aptas para ello, todavía no pueden comparase con los ordenadores para el género de los Action RPG.