Combates por turnos y mazmorras por doquier

Hoy os traemos el análisis de Dungeon Rushers, un RPG táctico en 2D desarrollado por la compañía francesa Goblinz Studio, dónde nuestro objetivo es recorrer un extenso mapeado repleto de mazmorras, en las que tendremos que derrotar a infinidad de enemigos en combates por turnos.

Al iniciar el juego nuestro protagonista Elian, cansado de su trabajo, decide unirse a la comunidad de saqueadores de mazmorras. A partir de ese momento, ese va a ser su único objetivo: saquear.

Empezando la historia, nos adentramos en el mapa y nos encontramos con la primera mazmorra.

Al entrar en ella, sólo tenemos visión de un recuadro que es la entrada, donde nos encontramos nosotros, y a nuestro alrededor hay más recuadros todos en tono oscuro y las flechas que nos indican en que dirección podemos avanzar. Nos podemos desplazar a derecha, izquierda, arriba o abajo, como si de un juego de tablero se tratara, y se irá mostrando el mapa de la mazmorra a la vez que lo vamos desbloqueando.

Al principio las mazmorras son pequeñas y nos vamos a desplazar muy poco y vamos a encontrar pocos enemigos, esto se irá incrementando a medida que vayamos conquistando territorios, y se vayan uniendo a nuestro equipo nuevos luchadores, hasta un total de cinco.

Recorriendo las mazmorras podremos encontrarnos tesoros para engrosar nuestra bolsa de dinero para poder comprar, objetos para poder utilizar y combinar con otros, eventos que favorecerán o perjudicarán los atributos de nuestros personajes, y por supuesto peleas.

Antes de entrar en combate, mientras estamos en la mazmorra, podemos posicionar nuestros luchadores según nos convenga en posiciones delanteras o traseras para aprovechar las acciones de cada uno de ellos. También si un personaje sube de nivel en mitad de la mazmorra, podremos aplicar la nueva experiencia adquirida sin necesidad de haber acabado la misma.

El combate transcurre como buen RPG, seleccionando las acciones disponibles dentro del menú, que iremos ampliando según avancemos en el juego, tales como Atacar, Defender, Cambiar posición o Usar un objeto. Para realizar dichas acciones nos será necesaria energía y maná, o nada si realizamos un ataque básico. Hemos encontrado un pequeño inconveniente, y es que la ventana con la información del menú de ataque del personaje, en ocasiones queda por encima de la información del enemigo, impidiendo ver el resultado que tendrán tus acciones.

También podemos usar estos elementos (Energía y Maná) para solicitar una pequeña pista en la mazmorra, como por ejemplo, que nos muestren los recuadros donde hay tesoros o eventos, etc…

Cuando encontramos una trampa como evento, dentro de la mazmorra, podemos usar acciones para evitarla consumiendo energía, o como mal menor afectando sólo a un personaje.

Todos los personajes tienen tres medidores que se irán “gastando” a medida que los vayamos utilizando, y son los siguientes: Salud, Maná y Energía.

Para terminar las mazmorras, sólo es necesario encontrar el tesoro, sin que haga falta explorarlas totalmente o derrotar a todos los enemigos, momento en el que nos informarán de la experiencia conseguida y botín recuperado. Si terminamos la mazmorra cumpliendo los tres desafíos extra, se desbloqueará el Modo Heroico de esa mazmorra, y podremos volver a terminarla de nuevo consiguiendo un botín considerablemente mejor, pero eso sí, no nos podremos curar heridas, y además tendremos la dificultad añadida de tener que encontrar en una de las batallas la llave que abre el tesoro, ya que sin ella no podremos acabar la mazmorra.

Si por el contrario tenemos dificultades o bajas durante nuestra incursión a la mazmorra, y no nos vemos capaces de terminarla, podremos abandonarla en cualquier momento siempre que no estemos en combate, para volver a intentarlo de nuevo. Los personajes que sucumban en una mazmorra, los volveremos a tener disponibles al finalizarla, para poder entrar en combate en la misma o en otras.

También disponemos del Mercado, que no es más que una pantalla en la que podremos comprar o vender lo que nos interese, y una especie de loteria con objetos, que no recomendamos utilizar ya que realmente no consigues nada fuera de lo normal.

El dato curioso es que al volver al mapa tras nuestra incursión, en el Mercado hay objetos diferentes en “oferta” que desaparecerán al entrar en otra mazmorra.También estando en el mapa, podemos entrar en el Taller, dónde podemos construir o modificar todo tipo de armas, objetos, etc…

A medida que vayamos construyendo, el nivel del artesano encargado de dicha profesión subirá, por lo que podremos acceder a nuevos objetos más valiosos, potentes, etc…

Las siete profesiones que nos vamos a encontrar son Herrero, Carpintero, Trabajador del metal, Zapatero, Joyero, Alquimista y Encantador, y la cantidad de objetos y materiales que se pueden construir, o con la que acabaremos en nuestro inventario, es inombrable.

Asaltando directamente a la raíz del juego, nos encontramos con lo que llamamos Destrezas, que son acciones que vamos a tener que utilizar en batalla, y los Talentos, que es un árbol de habilidades que debemos ir desarrollando cada vez que nuestros personajes suban de nivel.

Todos ellos tienen también diferentes parámetros como salud, velocidad, ataque, armadura, etc… que irán evolucionando según nosotros decidamos.

Cada uno de ellos tiene la posibilidad de usar objetos para proteger su cabeza, torso y pies, llevar un arma y un escudo, (o sólo una si el arma es de dos manos), y equiparse accesorios con habilidades.

Una vez avanzado el juego, se desbloquea el menú Arena, dónde puedes diseñar tus propias mazmorras, y enfrentarte a las mazmorras diseñadas por otros jugadores.

Los idiomas disponibles en Dungeon Rushers son el Castellano, Alemán, Chino, Francés, Inglés, Italiano, Japonés y Ruso. Como conclusión final, podemos decir que a pesar de que el juego tiene mucha miga, ya que hay infinidad de materiales con los que interactuar, datos para valorar y con un humor punzante en muchas ocasiones, flojea en la historia y al poco tiempo de jugar lo vamos a encontrar repetitivo, por lo que si no eres un fan de éste género te aburrirás más pronto que tarde.