Predator: Hunting Grounds nos pone en la piel de un Depredador o de los soldados que tendrán que hacerle frente
Nacido de las manos de Illfonic, el pequeño estudio que nos trajo Friday the 13th: The Game, nos llega Predator: Hunting Grounds, disponible desde el 24 de abril. Este título con reminiscencias de Evolve se encarga de trasladarnos a las junglas más peligrosas, y no precisamente por los mosquitos o las enfermedades que podamos contraer. Con la licencia de la criatura, el juego representa a la perfección el ambiente de las películas de Predator, haciendo que cazar o sobrevivir sea una experiencia exquisita, pero también mejorable. Vamos a ello.
En primer lugar, el juego está enfocado en su totalidad al multijugador. Por tanto, debemos olvidarnos de recrearnos en algún modo individual más allá del breve tutorial. Esto es una declaración de intenciones, ya que han puesto todo su empeño en ofrecer la mayor calidad en un multijugador asimétrico que nos ofrece dos opciones: jugar como soldado, o como Depredador.
Esto, por un lado, puede suponer una molestia menor a los jugadores más avezados en la experiencia online. Pero a nosotros, el tutorial nos ha sabido a poco, y echamos en falta algún modo de juego adicional contra la IA. Por ello, si no eres fan de la saga cinematográfica o no estás familiarizado con la criatura, no encontrarás mayores alicientes para disfrutar del juego. Acusamos esta falta de opciones en un título que ronda los 40 euros en su lanzamiento, pero no todo es malo.
Predator: Hunting Grounds acusa una falta de modos para un jugador
El multijugador resulta bastante divertido una vez nos adaptamos a las mecánicas. Además, la premisa es simple: como soldado, formaremos un equipo de cuatro personas para cumplir diversos objetivos, mientras que como Depredador, nuestra única misión será cazar. Los objetivos de soldado serán bastante simples, tales como recoger información o sabotear bases. Nos encontraremos con IA que tendremos que eliminar, pero en ningún momento supondrá un reto. Nos hubiera gustado un plus de dificultad en este aspecto. Pero lo más importante de todo, es que tendremos que funcionar como equipo para sobrevivir y eliminar al Depredador, que estará en constante acecho durante toda la partida. Si lo logramos, podremos volver al helicóptero y habremos completado la misión, lo que nos supondrá un extra de experiencia.
Esta experiencia en el juego nos servirá para desbloquear nuevos ítems, ventajas y armas. El sistema de progreso está justificado, invitándonos a jugar horas y horas para desbloquearlo todo. Como soldado tendremos fusiles, escopetas, granadas, francotiradores, nuestro cuchillo… Nada nuevo sobre el horizonte, pero tendremos que saber usar bien nuestros recursos para poder ganar la partida. En el caso del Depredador, tendremos las armas más interesantes, como el lanzarredes, el disco, la lanza… Pero como hemos dicho, nos hará falta jugar mucho para desbloquear el mejor equipo. En ambos casos, tendremos opciones de personalización, pudiendo cambiar la máscara del Depredador o las pinturas faciales.
Las opciones de personalización son bastante amplias, tanto como soldado o Depredador
Aparte, existirán cajás de botín, pero que obtendremos por medio de recompensas en la partida o gastando la moneda del juego. De momento, no parece que tengamos que gastarnos nuestro dinero real para obtener más ítems. Es de agradecer, ya que implementar un pay-to-win en Predator: Hunting Grounds puede ocasionar su debacle. Jugar, jugar y jugar será la única clave para convertirnos en la mayor amenaza para nuestros enemigos.
A la hora de destacar aspectos clave de la jugabilidad, hay que agradecer el inmenso esfuerzo que ha puesto Illfonic por respetar la franquicia. Como soldados, por ejemplo, podremos cubrirnos de barro para que el Depredador no nos encuentre con su visión térmica, o en el caso de la criatura, dejaremos un rastro de sangre si estamos heridos. También tendremos que respetar tiempos de espera para no abusar de nuestro cañón de energía o de la opción de invisibilidad.
Esta última habilidad está muy conseguida, aunque seremos más vulnerables si nos movemos, pues los soldados podrán distinguir nuestra silueta y darnos de lo lindo. También podremos hacernos con trofeos de nuestros enemigos (para que nos entendamos, su craneo y columna vertebral), pero esto regalará unos segundos al resto para acribillarnos. Por todo esto, el juego está ligeramente equilibrado, aunque en un cara a cara, los humanos no tienen nada que hacer contra el Depredador, que con un par de golpes de sus garras los dejará en la cuneta.
Como soldado, es fundamental funcionar como equipo para acabar con la criatura
Como mencionamos anteriormente, es muy importante funcionar como equipo para plantar cara al cazador. Solo de esta manera tendremos alguna posibilidad, ya que si un jugador muy experimentado se pone en la piel del Depredador, podrá acabar con los soldados uno por uno. Además, en el caso de que consigamos ponerle contra las cuerdas, la criatura podrá activar la autodestrucción, obligándonos a huir si no queremos acabar muertos.
Aunque se agradece el juego cruzado, una gran desventaja que hemos experimentado en nuestras primeras partidas son los eternos tiempos de espera. Pueden pasar de los dos minutos para encarnar a los soldados, a llegar incluso a diez para jugar como Depredador. El matchmaking tiene un margen de mejora considerable, ya que hasta el momento habrá puesto de los nervios a más de un jugador. Esperamos que Illfonic trabaje duro sobre ello para facilitar la mejor experiencia posible, ya que al no haber más modos, no nos queda otra que esperar si queremos jugar.
Otro aspecto que no nos ha convencido del todo son los gráficos. A pesar de ser más que decentes, hemos experimentado algo de popping y texturas que cargaban en diferentes tiempos. Los entornos están muy bien conseguidos, así como la figura del Depredador, pero en términos generales podría haber dado mucho más de sí.
La fidelidad a la obra original es indiscutible. Jugar como Depredador es una delicia
Sin embargo, merece una mención de honor todo el apartado sonoro de Predator: Hunting Grounds. Aunque la banda sonora es escasa, sí que es fiel a la franquicia, y todos los sonidos característicos del Depredador tienen cabida en el juego. Gritos de guerra, dolor, movimientos, disparos del cañón de energía… Todo está plasmado a la perfección.
En resumen, nos encontramos ante uno de los mejores títulos de Predator hasta la fecha, respetando su lore y retrayéndonos a su primera película. Poder sentir el miedo de una amenaza constante en la jungla nos ha recordado inevitablemente a la película de Schwarzenegger. Lo de cubrirnos de barro o ver la silueta invisible del Depredador es una gozada, tenemos que admitirlo. Sin embargo, es un juego que se queda muy corto en opciones, sin posibilidad de recrearnos en modos para un jugador.
Esta ausencia se acentúa con las largas esperas en el multijugador, imperdonables en algunos casos. Esperamos que este aspecto mejore con el tiempo. Por otra parte, la carga de texturas y el nivel gráfico queda compensado por el excelente apartado sonoro y la fidelidad y el cariño que le han puesto a este título. Esperamos que Predator: Hunting Grounds crezca con el tiempo y se convierta en un imprescindible para los amantes de la temible y famosa criatura.
Nota: el análisis de Predator: Hunting Grounds se ha realizado basado en la experiencia en una PlayStation 4.
Análisis realizado por www.GamElegant.com. Está completamente prohibida su copia.