Los Soulslike coquetean con la animación japonesa

Los padres de la serie God Eater (Shift) nos traen su obra más ambiciosa hasta la fecha. En un entorno rodeado de Revenant (una suerte de vampiros) y ropa victoriana/gótica donde deberemos hacer frente a infames criaturas salidas del mismísimo infierno.

La historia nos transporta a un mundo postapocalíptico donde apenas queda atisbo de humanidad. Lo que más prevalece allá donde miremos es destrucción. Encarnaremos a un misterioso Revenant acompañado por una enigmática chica en el viaje por recuperar sus recuerdos.

Dichos recuerdos serán despertados por los fragmentos de vestigios, que iremos recolectando a lo largo de nuestra aventura. Si queremos descubrir la historia que rodea a cada uno de los personajes principales o secundarios será vital farmear dicho recurso.

El título nos narra su trama con numerosas cinemáticas, haciendo muy fácil seguir el hilo de lo que está sucediendo (eh Miyazaki). Los dramas personales y los tropos argumentales están asegurados, captando así la atención del espectador durante el transcurso del videojuego.

Nos encontramos ante un juego de acción en tercera persona claramente influenciado por las obras de From Software. Bañado con una estética anime que le da un punto distintivo de otros SoulsLike.

Iniciamos creando nuestro personaje, donde dispondremos de una amplia variedad de opciones para customizar nuestro protagonista a gusto de cada uno. Pudiendo modificar cualquier apartado más adelante si lo deseamos.

Nada más comenzar nuestra aventura, podremos escoger entre 3 tipos de Código de sangre. Que es el nombre que reciben las clases e iremos desbloqueando a medida que avancemos. Pudiendo cambiar en cualquier momento.

Cada clase, dispone de sus propios dones. Habilidades que diferenciarán nuestro estilo de combate. Ofensivas para realizar un considerable daño o escudarte a ti y tu compañero para resistir más golpes. Las posibilidades son muy amplias. Algunos de estos estarán bloqueados hasta que encontremos el vestigio pertinente.

Podremos equiparnos con varios tipos de arma, desde la espada a dos manos hasta el fusil. Elegiremos el arma que se amolde más a nuestro estilo de combate. El velo (única pieza para equiparnos que dispondremos) y el Código de Sangre lo escogeremos dependiendo de el arma para que esta escale más sus estadísticas.

Tendremos a nuestra disposición un mercader, el cual usaremos para mejorar armas y velos tanto de nivel como añadirles un elemento. Nos abastecerá con un arsenal que se irá ampliando cuanto más avancemos.

Las zonas son lineales, con ramificaciones donde siempre acaban en un item o atajo que abrir. Aquí es donde observamos una falta de originalidad, encontrándonos cada poco emboscadas más que obvias (El típico enemigo que se aleja por el pasillo para que vayas corriendo pero en la esquina hay otro esperándote). El mapa no estará desbloqueado, pero dejará reflejado nuestros pasos por él. Sabiendo si estamos volviendo sobre nuestros pasos o es una zona nueva. Si queremos desbloquearlo, deberemos buscar los Muérdagos.

Code Vein no prescinde de los puntos de guardado (Muérdago) repartidos por el mapa. Donde nuestro personaje podrá descansar, subir de nivel, conseguir nuevos “dones” o teletransportarse a otros puntos de guardado. No sin antes una pequeña pantalla de carga, que con el paso de las horas acaba haciéndose tediosa.

El combate nos ha resultado poco pulido, impreciso a la hora de golpear a los enemigos o esquivar sus golpes. Se siente tosco, debiendo recurrir a los “dones” para aportar algo de variedad. Sumado a la escasa dificultad del título, resulta poco satisfactorio el acabar con nuestro enemigo ya sea una criatura normal o un jefe de zona (solo un par de ellos nos ha supuesto un desafío no muy elevado).

En caso de que muramos, nuestro compañero podrá sanarnos (también podremos sanarlo en caso de que muera él) a costa de salud. Si el compañero no dispone de salud para prestarnos, moriremos. Dejando en ese lugar nuestra moneda de cambio como ya estamos acostumbrados, teniendo que volver para recuperarlos y perdiéndolo si morimos antes otra vez.

Dispondremos de una base donde reunirnos con diferentes NPCs. Algunos de ellos harán de vendedores mientras que otros nos pondrán a disposición mazmorras las cuales completar y desbloquear diferentes recompensas. En la base, encontramos también los compañeros que podremos escoger para que nos sigan durante las zonas que exploraremos fuera.

El juego dispone de modo Online cooperativo, el cual desgraciadamente no hemos podido probar al no estar disponibles los servidores.

Gráficamente nos encontramos con un título que simplemente cumple. Echamos en falta algo más de detalles en los escenarios tratándose de pasillos muy cerrados. También hemos percibido caídas en el frame rate bastante notorias durante toda la partida. No se hace injugable, pero siempre están presentes. Destacando que hicimos la prueba en una Ps4 normal, entendemos que en la Pro, la Xbox One X y Pc funcionará algo mejor.

Por otro lado, la banda sonora es acertada. Tendremos tema para cada tipo de situación, ya sea el enfrentamiento contra un boss o un momento melancólico. Sin embargo, el problema viene cuando escuchamos por décima vez el mismo tema para la misma situación. Imposible evitar la sensación de repetición e incluso saber que tipo de escena viene antes de que comience.