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Análisis Baobabs Mausoleum Ep. 3: Un pato en Muertoburgo

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El episodio 3 de Baobabs Mausoleum supone un cierre a una saga disparatada, loca y muy diferente

Cuando hablamos de Baobabs Mausoleum, hablamos de café para los muy cafeteros. ¿Qué queremos decir con esto? Si has jugado a los episodios anteriores, Baobabs Mausoleum Ep. 3: Un pato en Muertoburgo (disponible desde el pasado 21 de noviembre) no supondrá una sorpresa en cuanto a estética y jugabilidad. Ahora bien, si pretendes adentrarte de primeras en esta saga de Zerouno Games, ve con mente abierta, pues tienes enfrente una propuesta totalmente atípica. Una vez advertidos, vayamos al grano de este análisis.

Ya hemos jugado a esta tercera entrega, la cual conserva elementos y personajes de los dos títulos previos. Por tanto, es necesario hasta cierto punto conocer la historia para no perdernos ciertos homenajes y partes de la narrativa. Para quien no lo conozca, nuestro protagonista es una berenjena agente del FBI llamada Watracio Walpurgis, ¿qué os parece?

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Un Pato en Muertoburgo comienza, como su nombre indica, en un pueblo fantasma que solo se puede visitar cada 25 años si se dan las condiciones adecuadas. Nuestra misión será rescatar a nuestra amada Daphne, para lo que tendremos que ir superando las diferentes fases que puede que nos den algún ligero quebradero de cabeza.

Una vez puestos en situación, nos toca hablar de la jugabilidad. De primeras, el juego nos da una bofetada en la cara con una secuencia de imágenes reales con las que tenemos que interactuar. Si te encuentras en este punto y no entiendes nada, es normal. Sin embargo, a posteriori es cuando el juego muestra su verdadera cara: un sencillo espacio de 8 bits, con nuestro “maletín” de objetos y personajes secundarios con los que interactuar. No hay demasiado misterio, ya que se trata de una retrospectiva del género, contando con un botón de acción y cuatro de movimiento.

El apartado artístico y sonoro son los aspectos más llamativos del juego

Por tanto, nos encontramos ante un juego que no presenta dificultad en su jugabilidad, pero las diferentes fases pueden resultar tan confusas que quizá nos perdamos en alguna ocasión. La estética es muy cambiante, resultando en algún punto un título vanguardista y/o de autor, que solo unos pocos disfrutarán. Jacob Jazz (autor de Celery Emblem) es el autor de esta obra, por lo que todas las virtudes y delirios de su mente tienen cabida dentro del juego.

Según lo que busques, puedes encontrar algo feo, tosco e incluso desagradable (el juego nos recibe escogiendo el idioma con sonidos de eructos), o la propuesta que se adecua a tus gustos. Quizá sea esta la pata de la que más cojee Baobabs Mausoleum, ya que debido a su característica personalidad puede cerrarse una gran cantidad de público.

Pasando al apartado sonoro, aquí tenemos que darle nuestro voto positivo. Una mezcla extraña de músicas con un aire techno se funde con un diseño de sonido ciertamente notable. Si aceptas entrar en la dinámica, la banda sonora logrará meterte todavía más de lleno en ella, creando una atmósfera única que te atrapará a poco que comiences a jugar.

Estamos ante un título con un público muy específico

Y seguimos para bingo, ¿es un juego que nos permite echarle horas y horas sin cansarnos? La respuesta no es favorable, ya que este episodio se completa bastante rápido, dejando espacio para pequeños detalles por los que no merece la pena una segunda pasada. Realmente, aprovecharíamos el juego al máximo únicamente si no nos perdemos ningún diálogo opcional (son la bomba, no los dejéis pasar) y limpiamos las zonas de todos los objetos.

Como valoración general, Baobabs Mausoleum Ep.3: Un pato en Muertoburgo es un título muy especial, cuya ventaja es venir de una saga con dos títulos por detrás. Por tanto, quien ya conozca de qué va el palo y se haya hecho a las excentricidades de la mente de Jacob Jazz, querrá conocer el final de la aventura disfrutando además de aspectos recurrentes y guiños a la saga. Por otro lado, quien pretenda descubrir de primeras este curioso experimento, se va a dar de bruces con un choque de sensaciones. Al fin y al cabo, es como el amante del arte que abre de primeras las puertas de un museo de arte moderno. Hay que saber quererlo, y aun así, no es para todos los públicos. Su aspecto sonoro y el humor tan inusual lo ayudan a levantarse y cerrar con dignididad una saga que muchos conocerán, y pocos disfrutarán.

Resumen
Baobabs Mausoleum Ep.3: Un pato en Muertoburgo cierra las aventuras de Watracio Walpurgis en su búsqueda de Daphne, con un título en la línea de los dos anteriores. El apartado sonoro y la estética retro levantan un juego que no es para todos los públicos por sus peculiaridades, lo cual lo convierten en una propuesta fresca y original pero que no llegará a la mayoría de jugadores.
Positivo
  • Cierra la saga de una manera digna
  • Una jugabilidad sencilla y accesible
  • Quien lo sepa apreciar encontrará una propuesta original
Negativo
  • No está hecho para todos los públicos
  • Su duración, es muy corto
  • Puede chocar su estética de "autor"
6.6
Correcto
Jugabilidad - 8
Duración - 6
Tecnología - 6.5
Diversión - 6

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