Se trata de una aventura de acción y terror que situará al jugador como único superviviente de una nave espacial
Olvidad todo lo jugado en PlayStation VR y centraros en leer el análisis y disfrutar con él. Nada más iniciar The Persistence ya notas que será una aventura intensa. Hay poca luz, el sonido es algo grave y la música es inquietante…
The Persistence, es una aventura de ciencia ficción que mezcla de maravilla varios conceptos. Tenemos una nave que viaja por el espacio, cantidad de extraterrestres y seres mutantes, armas y un “toque general” tipo Dead Space. El título, corre a cargo de los chicos de Firesprite Games, que con The Persistence, se estrenan a lo grande en PlayStation 4 y el periférico de realidad virtual PlayStation VR.
Al comenzar nos hacen una pequeña introducción de la historia que tendremos delante de nuestros ojos -nunca mejor dicho- las próximas horas. Dicha historia es bastante simplona y predecible, pero engancha hasta el último momento, y eso es de agradecer. Nuestra nave queda atrapada en el espacio a causa de la atracción de un agujero negro y por razones que no se explican con detalles, la tripulación se convierte en monstruos y criaturas que nos encontraremos en el interior de la nave.
Estos adversarios son muy variados, ya que hay varios tipos, y obviamente, cada uno es diferente. En todo juego que contiene zombies está el zombie estándar, mítico zombie que va vagando de un sitio a otro y que se entera más bien de poco… Pero en The Persistence, además de cruzarnos con este tipo de zombie, nos cruzaremos con zombies evolucionados y mucho mejor preparados. Es ahí cuando el corazón se pone a mil y debemos jugar bien nuestras cartas, ya que nos enfrentamos a zombies con armas de fuego, con poderes sobrenaturales, con un tamaño que sorprende nada más verlo… En definitiva, tendremos que ir preparados y ser valientes para plantarles cara.
¿Y cómo nos defendemos? Estaréis pensando más de uno… Pues bien, en The Persistence, tendremos hasta un total de 18 armas distintas con las que podremos hacer travesuras a lo largo de la historia. Hay varios tipos de armas y cada una cuenta con ventajas para diferentes situaciones que nos encontraremos a lo largo del título. Hay armas cuerpo a cuerpo como cuchillos, porras o sueros, que se pueden mejorar para hacer un arma más mortal, como por ejemplo las porras, que al mejorarla puede electrificar a los enemigos. También habrá armas de fuego como pistolas o ametralladoras, granadas de tipos que nunca hemos visto (hay una con nanorobots en su interior para cuando estemos en apuros) y objetos experimentales, que nos ayudan físicamente y con el entorno, como por ejemplo, hacernos invisibles, ralentizar el tiempo o modificar la gravedad.
El título usa una perspectiva en primera persona con la que sumerge al jugador en la historia. Esto hace que debamos pensar si queremos usar el sigilo y pasar desapercibidos o ir con un poco más de acción y que el zombie se nos acerque a la cara. De hecho, recomendamos el sigilo y no entrar en muchos conflictos con los enemigos, ya que al principio los enfrentamientos pueden ser más difíciles de lo que parecen y arruinar un poco la experiencia de juego, llegando a frustrarnos, sobre todo al principio como ya hemos recalcado en líneas anteriores.
Si os cuesta, tranquilos, ya que os adaptaréis más rápido de lo que creéis. Daros cuenta que al comenzar la aventura nuestro personaje va sin armas y es difícil avanzar rápido, pero a medida que prosperamos, la dificultad baja. Debemos ser listos y observar el entorno para esquivar a los enemigos. Por ejemplo, podemos esquivarlos metiéndonos por conductos de ventilación, dar golpes mortales por la espalda, usar la visión térmica para saber su posición exacta y más posibilidades que iremos aprendiendo según avancemos en la historia.
Y como es obvio, en The Persistence hay sustos. No tantos como creíamos antes de empezar a jugar, pero sí es verdad que los sustos que hay, son “sustos sustos”. Hay muchos que no te esperas, por lo que el brinco del sofá está asegurado. Los paneles que se desprenden del techo, tuberías que casualmente explotan al pasar por su lado provocando una fuga, puertas que se cierran de golpe, enemigos inquietos… Esto hace que nunca estemos tranquilos, ya que en cualquier momento algo puede pasar.
¿Y si morimos? En el juego obviamente… The Persistence tiene un sistema de muerte muy peculiar, ya que si mueres, empiezas de nuevo el juego. No hay puntos de control, no hay checkpoints. Como en la vida misma, si mueres, ya no vives. Al “revivir”, nuestro cadáver estará tirado donde morimos, con todas las armas y objetos que llevásemos encima pero desgraciadamente, no podemos recuperar ni armas ni objetos del cadáver.
Cuando volvemos a tener el control del personaje, empezamos en el principio y lo único que conservamos es la “moneda” que hemos ido ganando para la mejora del personaje y los progresos en nuestras tareas.
¿Qué pasa si morimos?
Estamos ante un juego que no es fácil, y morir no será raro. Al morir, volveremos al centro de mandos, donde podremos adquirir las mejoras para nuestro personaje para volver a la acción. Si morís mucho no os desesperéis ya que cada muerte será para aprender estrategias, sitios de la nave, trucos… Además, al poder adquirir mejoras, iremos más equipados con más vida, poder, armadura, etc.
Reconozco que morir tantas veces puede llegar a ser repetitivo e incluso frustrante, pero si tenemos un mínimo de paciencia, nos daremos cuenta que la dificultad baja a medida que avanzamos. Al morir, nada será igual, ya que las mazmorras que tenemos a lo largo del juego son generadas procidementalmente. Esto quiere decir que cada vez que volvamos a salir del centro de mando, la nave habrá cambiado por completo, por lo que nos tocará volver a investigar las salas que ya investigamos, siendo ahora distintas.
En el personaje, además de las armas (y las mejoras de las mismas), también contaremos con un sistema de niveles y estadísticas como la vida, el daño cuerpo a cuerpo o la materia oscura. Al mismo tiempo obtendremos nuevos trajes con los que obtendremos más botín, armaduras con sus propias características, etc. De hecho, The Persistence cuenta con más de cinco personajes, cada uno con una ventaja distinta.
Por último, el título ofrece una de las emociones más duraderas de PlayStation VR con mínimo 5 horas de duración. Teniendo en cuanta la dificultad del juego y que moriremos varias veces a lo largo de la historia, podemos doblar esa cantidad de horas fácilmente. Además, al acabar el juego tenemos un modo supervivencia que propone volver a superar el juego gastando un máximo de 11 clones.
Si queremos poner un pero al juego, nos vamos al apartado visual del título. The Persistence está muy bien, pero no destaca ante títulos pasados de PlayStation VR. El escenario suele ser repetitivo y algo oscuro, por lo que a veces puede llegar a aburrir. Al mismo tiempo, la inteligencia artificial e interfaz dejan algo que desear, ya que no son muy inteligentes…
El apartado sonoro te sumerge en el juego. Los efectos y el hilo musical están muy bien elegidos, y concuerda con el terror que quieren transmitir. De hecho, al entrar por primera vez al juego y sentir el menú con la música de fondo dudamos un segundo en comenzar una nueva partida…