La épica está de nuevo servida

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Han pasado tres años desde que el universo Destiny entró en nuestras vidas como jugadores. Desde entonces hemos combatido en la Tierra, la Luna, Venus, Marte, Mercurio y en los anillos de Saturno. Hemos enfrentado, junto a nuestros amigos y camaradas de armas, mil y un retos que nos han llevado a conocer algunos de los mayores horrores que un guardián puede afrontar en su trayectoria, desde Atheon a Oryx, Rey de los Poseídos, pasando por Crota. Ahora Bungie nos hace regresar para ver como todo lo que conocemos sufre una severa reconstrucción y todo lo que parecíamos tener como seguro se transforma en caos para obligarnos a comenzar en un nuevo entorno hostil.

Destiny 2 inicia su viaje tal y como ya pudimos descubrir en la Beta Abierta que tuvo el juego, con una misión en la que la última ciudad de la Tierra se ve devastada por un nuevo enemigo, la Legión Roja de los Cabal, dirigida por el misterioso Dominus Ghaul. Dirige con puño de hierro a sus huestes y con suma facilidad nos despojará de nuestro hogar, dispersará a nuestros amigos de la Vanguardia y nos dejará huérfanos de la luz que nos aporta el Viajero, el enorme orbe que dio poder a los espectros para crear a los Guardianes.

Un nuevo comienzo

Así es como nos sentimos cuando nos vemos obligados a huir de la Torre, caídos en desgracia, desposeídos de esa parte de nuestro poder que nos permite hacer saltos increíbles o disponer de recursos como escudos o ataques especiales. Tendremos que partir de cero para recuperar lo que antes dábamos por sentado, con una evolución que nos recordará al primer juego de la saga, desde el nivel 1 pudiendo alcanzar en un primer momento el nivel 20 más otra clasificación conforme al equipamiento de armas y armaduras que portemos que se conoce como Poder.

Como primer escenario y sede social de este nuevo Destiny contaremos con la Villa, un poblado en las montañas que nos servirá de refugio tras huir de la Torre. Allí encontraremos a los clásicos personajes de la saga, como una criptarca, un androide de Administración, a Tess Everis con su Eververso y al primer personaje con el que interactuar para recibir encargos en forma de misiones, Suraya Hawthorne. Ella se encarga de organizar un poco este primer conato de resistencia que trata de poner a salvo a los guardianes que consiguen escapar de las garras de Ghaul.

De ese modo tendremos acceso al primer escenario en el que nos desenvolveremos, la Zona Muerta Europea, donde comprobaremos que Destiny 2 ha sufrido una evolución en cuanto a la forma de ofrecernos las misiones a realizar, tanto las principales de la Historia como las secundarias que podemos llevar a cabo. Ahora se encontrarán dispersas por el mapeado de esos enormes escenarios en forma de balizas que tendremos que activar. Además cada escenario tendrá sus propios eventos especiales, sus blancos de oportunidad y están poblados por diversos enemigos, como ya sucedía en su predecesor. Lo que sí es destacable es que ahora podemos ver en el mapa del juego cuando se va a llevar a cabo un evento, por lo que tendremos tiempo de sobra de acudir a él si así lo deseamos, sin necesidad de pasar tiempo esperando en un lugar a que éste se produzca.

De la Tierra a planetas rocosos del borde exterior

Nuestro Sistema Solar es considerablemente grande y los chicos de Bungie han decidido en esta ocasión incluso sobrepasar sus límites para llevarnos a Nessus, un denominado Centauro (roca grande en el espacio con aspecto de planetoide) que se encuentra más allá de Plutón. Pero no serán los únicos lugares visitables, también estarán Titán, luna de Saturno e Io, un satélite de Júpiter. Escenarios todos ellos con un diseño colorido, de gran tamaño y con peculiaridades que el jugador irá descubriendo a medida que avance en el juego puesto que algunas de las razas más conocidas del universo Destiny han llegado a poblarlos. Caidos, Colmena, Vex… siguen muy presentes allá por donde vamos, con nuevas incorporaciones en sus filas, además de los diseños clásicos, alguno de ellos con detalles añadidos o reformulaciones sobre la base ya establecida.

No vamos a dar más detalles del argumento del juego, eso ya lo tendréis que descubrir como jugadores, pero si es reseñable que además de nuevos personajes los clásicos miembros de la Vanguardia tendrán su dosis de protagonismo. Zavala, Ikora Rey y Cayde-6 harán de las suyas y compartiremos algunos momentos memorables con ellos, ayudando a su mayor desarrollo como compañeros dentro del objetivo común, con sus virtudes y sus defectos. Los tres seguirán ejerciendo su papel como líderes de las diferentes clases, pues en Destiny 2 volveremos a ser Titanes, Hechiceros o Cazadores en la elección de nuestros guardianes.

Un sinfín de nuevo equipamiento en forma de armas y armaduras estará a nuestra disposición desde el primer momento para ir intercambiándolo a medida que prosperamos en cuanto a nivel. La graduación de las mismas responde al esquema ya conocido, siendo las de color gris las de menor nivel y las de color amarillo el armamento denominado excepcional. Las mejores piezas y armas siempre contarán con atribuciones especiales aunque eso no suponga a día de hoy que un componente excepcional esté siempre por encima de uno de cualquier otro gradiente de rareza. La decisión de cómo equilibrar a nuestro personaje queda como de costumbre a decisión del jugador. Además contaremos con potenciadores que aplicar a nuestro equipamiento para dotarle de unas ventajas u otras.

Un derroche visual

Destiny 2 no duda en derrochar calidad gráfica en todos los elementos que podemos ver en pantalla, con diseños variopintos y diferenciados que nos hacen conocedores de que mundo estamos pisando en cada momento. Cada detalle cuenta y las texturas están muy definidas, sin resquicios, sin dejar en evidencia la potencia del motor gráfico empleado por Bungie para representar enormes escenarios, plagados de enemigos de toda clase y tamaño, con una fluidez digna de mención que no permite una ralentización. Un trabajo de optimización que solo sufre un poco en determinados tiempos de carga entre misiones del modo historia pero que son perdonables ante el despliegue de calidad que contemplamos.

La iluminación de los entornos, los efectos ambientales, la brisa que sopla y mece la vegetación… está todo cuidado con mimo, con una puesta en escena digna de una superproducción cinematográfica. Estamos en un universo en el que todo está interrelacionado, viviendo una aventura que exige lo mejor de nosotros mismos y no puede dejarse espacio a la improvisación, todo está perfectamente orquestado para alcanzar un resultado sobresaliente. Eso sí, si hemos jugado a la anterior entrega de la saga puede que la sensación no suponga en nosotros una revolución, ya que Destiny ya fue un gran desarrollo y apreciar las mejoras de su secuela está también en los pequeños detalles.

La jugabilidad del título raya a un nivel excelente, tan frenética como estamos acostumbrados, con un control  sobre nuestro avatar en el juego que nos permite revolvernos como gato panza arriba en cualquier situación, hasta muy superados en número nuestra habilidad al mando puede sacarnos de más de un apuro. Llevar el arma indicada también será fundamental en ciertos momentos pues a corta distancia no seremos tan eficaces con un fusil de explorador como lo podemos ser con un subfusil que escupe plomo a elevadas cadencias de tiro. Porque el armamento sigue siendo muy importante, adaptado a la forma de jugar de cada uno, dependiendo de la clase que usemos.

Una banda sonora que completa

La música en Destiny siempre ha ocupado un lugar importante no solo en la ambientación de cada nivel sino para transmitirnos sensaciones acerca de lo que está sucediendo. En esta segunda parte sigue superando nuestras expectativas y hay momentos en los que incluso apetece dejar quieto el mando y disfrutar por un momento de una banda sonora que gusta y al mismo tiempo se gusta. Composiciones que van desde la armonía más plena, dulce y suave, aterciopelada, que nos acaricia, a temas que nos ponen los pelos como escarpias y nos lanzan al combate con sed de sangre de cualquier enemigo. Una apuesta por el todo que se rodea de unos efectos de sonido que no dejan a los sentidos descansar en ningún momento.

Los disparos, los saltos, los gruñidos de los enemigos… no es solo eso, en Destiny 2 encontramos un mundo vivo que nos habla, un espacio social bullicioso, pleno, que incluso cuenta con un pequeño campo de fútbol en el que enfrentarse a otros guardianes al mejor de tres goles. Todo está cuidado con mimo para ofrecernos muchas horas de diversión sin dejar nada descuidado. Incluidos los fuegos artificiales para el equipo ganador.

Los modos de juego siguen siendo variados tanto en modo cooperativo como en jugador contra jugador. Podemos seguir afrontando las misiones de la historia, las secundarias o las patrullas acompañados de otros dos jugadores, formando una escuadra de tres. Ahora los eventos públicos pueden seguirse en el mapa y los encontraremos de dos niveles de dificultad diferentes, normales y heroicos. Un solo guardián tiene muy complicado superar en solitario uno de estos últimos por lo que colaborar sigue siendo la mejor manera de jugar y disfrutar en compañía.

El Crisol seguirá siendo el punto de reunión de aquellos que quieran batirse el cobre contra otros guardianes, con los modos clásicos como Escaramuza o Enfrentamiento pero también con nuevas formas de jugar. Lord Shaxx seguirá controlando esta área del juego, ofreciendo recompensas a los que mejor afronten sus retos.

Los nuevos Asaltos

Este modo de juego que nos lleva a enfrentarnos con una escuadra de tres compañeros contra retos mayores que los que ofrecen las misiones normales, ha resultado agraciado con la inclusión de mecánicas de juego que antes eran más propias de las Incursiones del juego, como activar portales o tener que buscar colaboración para mantener dos puntos al mismo tiempo para poder acceder a una nueva zona, incluso suelos que no podremos pisar amen de quedar calcinados o electrocutados. El aspecto plataformero se ha visto potenciado con zonas de laser que hay que esquivar si no queremos quedar chamuscados a las primeras de cambio. Resultan en general más épicos, con finales abrumadores en cuanto a enemigos y diseños grandilocuentes de escenarios. El Piramidión o la Canción de Savathun son dos de esos Asaltos en los que disfrutaréis de las nuevas mecánicas empleadas.

Destiny 2 está hecho para durar y divertir, con gran cantidad de actividades que llevar a cabo incluso antes de que la Incursión que acompaña al juego base esté disponible. Hasta el 15 de septiembre no podremos disfrutar de Leviatán y así se ha dispuesto para que los jugadores puedan evolucionar sus personajes de forma óptima para afrontar el nuevo reto que Bungie sin lugar a dudas propondrá a los aficionados a su saga. Mientras tanto una historia atrayente, misiones secundarias por doquier, patrullas o Asaltos tendrán que servir para llegar al máximo nivel y hacernos con las más preciadas armas y armaduras, así como desarrollar las tres subclases que tiene cada personaje para poder acometer de la mejor manera el reto.

Titanes, hechiceros y cazadores vuelven a tener tres subclases que vamos desbloqueando a medida que avanzamos en el juego. Con cada nivel que aumentamos obtenemos un punto que podemos distribuir a nuestro antojo para ir desbloqueando diferentes tipos de granadas o ataques especiales, así como las diferentes variantes de saltos. En determinadas misiones obtendremos un objeto reliquia de alguna otra subclase para comenzar a desarrollarla tras ser desbloqueada.

Futuro de Destiny 2

El juego ya tiene a nuestra disposición un llamado Pase de Expansión que nos ofrece las dos siguientes ampliaciones que contendrá Destiny 2, de las que todavía no hay más datos y se conocen simplemente cono Expansión I y II. No serán las únicas, todo indica que el formato Dlc de esta secuela seguirá el patrón del original y serán al menos cuatro las expansiones con que cuente el juego. Nuevas Raid’s, más Asaltos, nuevas partes de historia que jugar de forma cooperativa… Eso sí, previo paso por caja y nada barato, una crítica que seguramente se vuelva a repetir como en la anterior entrega. Incluso la necesidad de comprar para poder seguir evolucionando a nuestros personajes sin quedarnos atrás respecto a aquellos que juegan con nosotros y quieren seguir adelante con los nuevos contenidos.