A pesar de ello, el último título de la franquicia ha logrado colocar un buen número de copias
Hace unos días Activision sorprendió a propios y extraños afirmando que Call of Duty regresaría a sus raíces en la entrega de este año. La razón parece estar en las ventas de Infinite Warfare, la última entrega de la saga, la cual pese a haber conseguido unas buenas cifras, no ha acabado de convencer a Activision. Segçun el tabloide británico Daily Star, la compañía norteamericana considera que el último CoD “no ha tenido el éxito que pensaban”. ¿La razón? Pues en palabras de la propia distribuidora, el error habría estado en no saber conectar con su público.
De este modo en Activision creen que es urgente un cambio de aires, y más viendo el éxito cosechado por su principal rival, Battlefield 1, tras el regreso a la Primera Guerra Mundial. No sabemos si en el próximo título de Sledgehammer Games los tiros irán por ahi o bien retomarán el camino que marcó Call of Duty 4: Modern Warfare. En cualquier caso pronto lo comprobaremos.