La situación de Nintendo es preocupante, lo afirmo. El E3 que realizó la compañía el pasado día 16 de junio ha sido lamentable, lo reconozco. Que el futuro de Wii U (ya bautizada como la nueva GameCube) es más negro que el bigote de Mario, es casi una realidad, lo sé. Pero pongamos algo de realidad y prudencia sobre la mesa. Previamente al Nintendo Digital Event, se filtró que la compañía mostraría títulos únicamente de 2015 (en Wii U) y principios de 2016 (en el caso de 3DS). Dicho esto, ¿cómo pensar que un Metroid o el mismo Zelda se fueran a mostrar cuando ambos juegos era prácticamente imposible que se lanzaran en 2015? Lo mismo es extrapolable a las nuevas y posibles IPs que podrían haber anunciado, no daba tiempo.
No pretendo justificar el deplorable E3 de Nintendo, no tiene perdón y estamos en nuestro derecho de quejarnos tras las espectaculares conferencias de Sony, Microsoft, Ubisoft y cía. Pero la realidad es que Nintendo, desde hace dos-tres años atrás, pasa olimpicamente de los E3, pueda gustar o no, pero es una realidad. La compañía opina que su escaparate son los Nintendo Direct (cabe recordar que alguno de los títulos más interesantes del catálogo fueron presentados en este tipo de medios y no en el E3). Nintendo también es muy de lo suyo, del producto japonés, por ello suele acudir de una manera más notoria a los Tokyo Game Show. Recalco, no hay justificación alguna, para presentar ‘eso’, no vayas.
Ayer ocurrió algo que, prácticamente, en toda la historia de Nintendo que yo recuerde jamás había pasado: unanimidad de los fans contra Nintendo. Normalmente había E3 que podían gustar mucho a algunos y poco a otros, pero jamás se había unanimizado todo. Nunca. Lo preocupante no es la escasez de títulos mostrado ayer (quizás se salva de la quema ese Star Fox Zero, aunque pintar no pinta nada bonito), sino que nada más empezar la conferencia, Reggie, presidente de Nintendo América, aparece en su forma humana -y no en la forma guiñol- afirmando que están con NX, la futura consola de Nintendo, y que hablarán de ella el año que viene…¿significa esto que están cerrando el chiringuito de Wii U? ¿con tan sólo tres años de vida van a enterrar a Wii U? ¿y qué ocurre ahora con esos 10 millones de usuarios poseedores de la consola?
Soy realista, el futuro de Wii U -que no de Nintendo- está negro, si, pero pensemos las cosas ahora con más calma tras el desastre del E3: los juegos mostrados pertenecen a 2015, y que si fijamos la vista a lo largo de la actualidad, nos encontramos con que comenzamos el año con Captain Toad, para posteriormente recaer en Kirby y el pincel Arco Iris, para seguir pintando las calles con Splatoon y acabar en breve sacando la lengua con Yoshi’s Woolly World. Pero la cosa se vuelve más emocionante cuando alzamos la vista de aquí a final de año: terminamos el verano con la enorme creatividad y posibilidades de Super Mario Maker, cortar cabezas -y sandías- con el tapado Devil’s Third, que se nos ponga la piel de gallina con el terror psicológico del recién anunciado para Europa Project Zero: Maiden of Black Water, seguir sobrevolando la galaxia y más allá con Star Fox Zero, y acabar paseando el basto mundo de Xenoblade Chronicles X (y todo eso sólo en Wii U). ¿Podemos quejarnos de veras?
No quiero imaginar que Nintendo es la buena de la película, la Cenicienta si lo preferís, la doncella del cuento, la marginada con respecto a las demás desarrolladoras de que éstas no quieran sacar juegos en Wii U. Ya no me lo creo. Está claro que cuando recientemente anuncian que Black OPS III también saldrá en consolas de pasada generación (entiéndase PS3 y Xbox 360), es que algo hay. No es normal que Ubisoft o EA pasen de una compañía a la que llevan años abasteciendo de juegos. Estoy convencido que Nintendo es la que se cierra en banda, por X o por Y, pero es ella la culpable en este asunto. No me creo que a ella la marginen o le hagan bullying, no.
El problema no es 2015, pues como ya he mencionado dos párrafos atrás, Wii U está más que abastecida (algunas no pueden decir lo mismo, pues de exclusivos por parte de la competencia he contado…ninguno), sino que la preocupación va más a los largos plazos, a 2016 si me apuráis. El pecado de Nintendo fue llamar a ‘eso’ Metroid, y a lo ‘otro’ Animal Crossing, dos sagas muy queridas que, en este E3, han salido claramente perjudicadas, víctimas si me perdonáis el descriptivo. Pero hay que ser positivo. Quizás con Wii U la cosa no tenga solución, pero yo he leído a gente en las redes sociales manifestar tanto su desencanto hasta tal punto de no querer jugar a las incontables e ilimitadas horas de Splatoon, donde hasta antes de las 17:59 del 16 de junio, la gente disfrutaba por doquier, y que ahora es un título más de Wii U; o aquellos usuarios que están abandonando las pistas de Mario Kart 8 por pensar que todo ha terminado; y esos otros usuarios cuya ilusión se ha visto atacada hasta tal punto de querer cancelar la reserva por ese fantástico Yoshi’s Woolly World. El futuro está negro, si, pero tened fe nintenderos, esto aún no ha acabado.