Me dispongo a decir lo que para algunos es una locura. Otros dirán que sencillamente no tengo razón y es posible que las críticas lluevan a mares, pero estaré contento si una sola persona se siente identificada al leer este texto. Porque, señores y señoras, me gustó Assassin’s Creed Unity, y lo peor de todo es que parece casi tabú decir esto.
Busco las opiniones de otros jugadores por toda la red y prácticamente lo único que encuentro son quejas de los problemas técnicos del juego. Desde luego no puedo negar esta situación; el juego tiene molestos bugs y grandes bajada de frames, de hecho esto último lo he experimentado en mis propias carnes, pero no es lo único que podemos destacar de este último Assassins Creed. Ubisoft se ha pasado un mes intentando arreglar lo que nunca debió haber pasado y en mi opinión, lo ha conseguido solventar.
Después de correr la cortina técnica se nos presenta un Paris soberbio. Cada una de sus calles, sus esquinas y sus abarrotadas plazas, están repletas de gente de forma tan bien representada que nunca antes se había visto. Este Paris revolucionario está lleno de vida, alimentado con una mayor cantidad y variedad de misiones. Es más, en lugar de una trama, Unity nos ofrece dos historias que vivir; una mucho más personal que nos llevará a empatizar con los problemas del protagonista, Arno, y otra, multijugador, que nos adentra en la etapa más revolucionaria de Paris, la revolución que cambio el mundo.
Por otro lado parece que nadie se da cuenta de los cambios que presenta el juego a la saga, por una vez podemos decir que este es un Assassis es difícil. Se terminó las matanzas de los antiguos asesinos: 30 muertos de un solo “botonazo”, en Unity cinco soldados son un reto que harán replantearte cómo enfrentarnos a nuestros enemigos, como por ejemplo infiltrándonos de manera más sigilosa. Para los amantes del sigilo, para los que os gustan de las matanzas sin que nadie se dé cuenta, para los que planean su estrategia antes de avanzar… para todos vosotros este es vuestro Assassins. Y si lo que te gusta es ir a lo bestia, coge tu armadura y tu maza y lánzate al ataque.
Además, por primera vez en la saga tu asesino estará personalizado a tu gusto y será diferente al de tus compañeros de juego; puede que prefieras la agilidad y el silencio, o por otro lado la resistencia y la fuerza, para esto tenemos a nuestra disposición una multitud de trajes y armas diferentes que te darán un motivo por el que gastar tus francos.
La cosa no termina ahí, Unity no es un juego reciclado. Esta rediseñado de base, los controles y las animaciones son completamente nuevas y las dos historias no son precisamente las peores de la saga, son interesantes y con cierta profundidad, aspectos que se perdían en las últimas entregas.
Todo esto es algo que estoy seguro que no soy el único que lo ha visto, pero el mundo tiende a criticar porque es fácil y cuando se empieza no se para. Sé que parece que estoy defendiendo lo indefendible, pero Unity es uno de los mejores Assassins en mi opinión y el más revolucionario desde la segunda entrega.
No digo que bajéis corriendo a comprar el juego sin pensarlo, pero sí al menos que lo probéis y que experimentéis lo que hablo. Si sois conocedores de la saga quizás os sorprendáis cuando queráis posicionarlo dentro de esta. La revolución ha llegado… y no me refiero de la francesa, hablo de Assassin’s Creed.