Unas semanas después de su lanzamiento, Gamelegant os trae el análisis del nuevo juego de Captain Tsubasa
Campeones Oliver y Benji es una serie que se ha grabado en el corazón de varias generaciones, por eso no nos extraña la enorme expectación que se ha levantado alrededor del juego. Captain Tsubasa Rise of New Champions de Bandai Namco para PS4, PC y Nintendo Switch es la adaptación con que veníamos soñando desde 1990, cuando la serie se emitió por primera vez.
Lo que supuso para nosotros aquel anime no tiene comparación. Captain Tsubasa es uno de los responsables del estallido del manga en nuestro país. Era una serie de fútbol alucinante, en que los interminables partidos se animaban con disparos imposibles.
Podríamos seguir hablando de las virtudes de aquel anime, durante horas, y de todo lo que nos dejó. Es tanto lo que queremos ver en este juego que, personalmente, nunca había tenido tanta expectación nunca por un título deportivo como por Captain Tsubasa Rise of New Champions.
EL MODO HISTORIA DE CAPTAIN TSUBASA
Captain Tsubasa Rise of New Champions comienza años después de lo que vimos en el anime, cuando nuestros jugadores favoritos forman parte de la selección nacional de Japón, y se disputan la final contra Alemania, liderada por Karl Heinz Schneider. Y en el punto álgido del partido es cuando podemos vivir -como si fuera un flashback- las dos historias del modo individual: la historia de Tsubasa Ozora y la de un nuevo jugador, al que creamos nosotros mismos.
Este modo nos devuelve a cuando Tsubasa jugaba en secundaria, justo después de que su mentor -Roberto Hongo o Sedinho- se marchase de nuevo a Brasil, sin poder llevárselo y hubieran ganado su segundo campeonato contra el Toho. La verdad es que recrea los mejores momentos de la serie, en particular la segunda temporada del anime de 2018).
Los partidos están aderezados con secuencias en que se presenta a los rivales, nuestros entrenamientos o lo que está pasando en el vestuario de los equipos. Es un añadido que se agradece, y que rinde tributo a la obra de Yoichi Takahashi. Porque la guinda está en poder desbloquear secuencias de vídeo, con fotogramas tomados de la serie. Seguro que no echáis en falta ninguno de los momentos que os conquistaron.
El modo nuevo héroe es una historia diferente (que tiene lugar después de la de Tsubasa) en que creamos a nuestro personaje con un editor. En este caso le apuntamos en el equipo de nuestra escuela secundaria favorita -podemos jugarlo en tres equipos- y le acompañamos hasta convertirse en uno de los miembros de la selección nacional de Japón. El argumento está un poco más elaborado que en la historia de Tsubasa, y podemos seleccionar respuestas durante los diálogos que preceden a los partidos.
También hay cierto componente de RPG, ya que nuestro jugador va mejorando sus estadísticas con cada partido. Esta evolución depende de lo que hagamos en el campo (más robos mejoran la defensa, más tiros a puerta mejoran nuestra capacidad de disparo). De esta forma se modifican los controles ligeramente; podemos presionar R3 para controlar a nuestro jugador en defensa, aunque en ese momento se encuentre alejado del balón, y así conseguir que sea más activo.
Por otra parte se obtienen puntos de mejora por lo que haga el equipo, mediante una barra de orgullo. Para aprender nuevas técnicas, podemos desbloquear misiones de conexión, que aparecen cuando nuestro nivel de amistad con otro jugador crece. Por otra parte, si jugamos en el mismo equipo, los “amigos” pueden realizar combos exclusivos (como tiros combinados o paredes ultrarrápidas).
En total, las historias “single player” de Captain Tsubasa superan las 20 horas de juego, y como hemos dicho, el modo nuevo héroe es rejugable, con una historia diferente para cada una de las tres escuelas que compiten.
UN ARCADE DE FÚTBOL LLENO DE POSIBILIDADES
Como es lógico, Captain Tsubasa Rise of New Champions huye de la simulación para resultar fiel al anime. El sistema de juego es sencillo, y refleja perfectamente los partidos que hemos seguido por televisión. En este caso, el ánimo de los jugadores se refleja como una barra de espíritu sobre sus cabezas, que se rellena de forma automática y se reduce al ejecutar acciones especiales. Por el contrario, la barra del portero se va vaciando con cada parada, así que se trata de agotar al guardameta rival hasta dejar el balón suspendido en la red.
Aquí, al contrario que en un simulador, conviene llenar la barra de disparo hasta el final, dejando pulsado el botón, para efectuar espectaculares disparos. Unos disparos que están acompañados de secuencias que son “puro anime” con estelas, imágenes de animales y posturas forzadas y que casi siempre van entre los tres palos…
Las entradas y regates requieren cierto “timing” para ser efectivas, pero nos acostumbramos en muy poco tiempo, y el juego resulta muy intuitivo. Cuando un jugador realiza varios regates seguidos o bien está defendiendo a un rival que llena la barra de disparo, se activa la zona V. Se trata de una especie de empuje que afecta a los jugadores que tiene alrededor y le permite jugar con más ímpetu (recuperar antes su barra de espíritu y activar movimientos especiales de Capitán).
Y en cuanto al control del balón, tenemos pase corto, largo, al hueco y disparo, con el balón siempre pegado al pie por complicadas que sean nuestras maniobras.
Sobre esta base, que puede resultar simple, cada equipo juega con sus propias tácticas. Y lo que atrapará a los seguidores del anime es que las diferentes jugadas “personales” interrumpen el modo de juego normal con secuencias de vídeo. Eso sí, la interpretación de las reglas es tan relajada como cabría esperar de un arcade, y las faltas son inexistentes (la mitad de las veces un robo se consigue derribando al contrario).
MUCHA PROFUNDIDAD CON COMPONENTES ROLEROS
Además de jugar en el modo historia o partidos sueltos (local con un máximo de 4 jugadores y online para 2), el juego se las ingenia para ganar profundidad mediante un montón de desbloqueables. No sólo nos referimos a las galerías de música, de vídeos y personajes, sino que se pueden conseguir objetos que utilizar en el modo nuevo héroe. Pueden ser cartas de amigo (que interactúan con nosotros en la historia) o objetos consumibles que nos dan alguna ventaja en el próximo partido y después se pierden.
Estos objetos se consiguen comprando sobres de cromos en la propia tienda del juego (no hay microtransacciones), y aunque tienen un componente aleatorio, como hemos dicho, le añaden más profundidad y nos animan a seguir jugando. ¿Cómo conseguimos los puntos que nos pedirán para comprar cada sobre? Pues realizando jugadas especiales, ganando partidos, estableciendo relaciones con otros personajes… todo a medida que progresamos.
También podemos usar los puntos para comprar objetos (peinados, gafas, botas, camisetas…) que luego podemos utilizar en un editor para crear nuestro “dream team” que usar en el modo versus.
UN JUEGO A LA ALTURA DE LA SERIE
El apartado técnico de Captain Tsubasa es notable. La recreación de los jugadores con cel shading (modelos en 3D con el aspecto de dibujos animados) es estupendo, y los campos son tan espectaculares como en la serie, siempre llenos como si fuera la final de la Champions. Las animaciones y efectos están cuidados, e incluso dejan algunos efectos sobre el césped después de ejecutar los tiros más potentes.
Sin embargo, nos hemos encontrado con alguna caída de frame rate y con fallos en la I.A. de jugadores que no saben posicionarse una vez que hemos perdido el balón. Otro de los problemas es que no se desmarcan aunque les dejemos un pase al hueco clarísimo. Pero al tratarse de un arcade tan rápido, son defectos que podemos perdonar fácilmente.
Llegados a estas alturas, los amantes del anime lo tienen que tener muy claro; recomendamos Captain Tsubasa Rise of New Champions porque es el juego que lleváis esperando durante años. De nuevo, hay que aclarar que no es un juego de fútbol al uso, y está limitado en sus posibilidades, pero el espectáculo está garantizado.
Hay un elemento que va a ser objeto de discusión, y que para nosotros tiene poca importancia, pero a otros usuarios les puede marcar más. Como en el anime original, Oliver Atom es Tsubasa Ozora, Benji es Genzo Wakabayashi y Mark Lenders es Kojiro Hyuga. Era algo inevitable, pero a aquellos que den el salto directamente desde la serie de TV, les va a producir un pequeño bajón.
Y lo mismo ocurre con las voces de jugadores y comentaristas, que se conservan en el japonés original (subtitulado al español). Esto es algo que no se puede penalizar demasiado, y que ya ha ocurrido con otras adaptaciones de anime; con todo, es inevitable recordar “nuestros nombres” mientras jugamos. Tampoco se ha recuperado el opening del anime, ni la banda sonora que se escuchaba durante los partidos.
Pasando por alto este aspecto, Captain Tsubasa Rise of New Champions es un arcade de fútbol muy sólido y divertido, y como fan service, para los seguidores de Campeones, es un auténtico regalo que nos trae a la memoria los mejores momentos de una serie legendaria.