El carbón es uno de los elementos que se utilizan en la saga de Game Freak
Si se habla de biología u orígenes de algunos pokémon, no hay duda de que hay algunos que merecen la pena. Entre ellos, los que se crean con carbón o tienen este elemento en su origen. Asimismo, existe una familia de criaturas que sirve como ejemplo de este caso. Ni más ni menos que Rolycoly junto a Carkol con Coalossal como última evolución.
En primer lugar, si se habla de Rolycoly, hay que explicar un poco su etimología. Su nombre proviene de las palabras inglesas roll, que significaría rodar, y roly-poly, que se traduciría como bicho bola. Además, como es lógico, les acompaña la palabra coal, que daría sentido a su origen. Es decir, carbón. Sin embargo, el inglés no es el único idioma en el que esta criatura se relaciona con esta roca sedimentaria. De esta manera, el japonés reclama su presencia con su nombre Tandon. Dicho de otro modo, tan procedería de dicho mineral y don de estallido.
Su etimología y su biología se relacionan entre sí
Tras su etimología, su biología va más allá. Según se sabe, Rolycoly se basa en un trozo de carbón. Gracias a esto, se conoce que su estructura es bastante sencilla al componerse de un mineral de este elemento como cuerpo. Por otro lado, se sabe que su pequeña roca lateral muestra su ojo rojo. Mientras, en la parte inferior de su cuerpo tiene otro trozo de carbón con una forma más circular que le permite desplazarse. Asimismo, a su alrededor tiene pequeños fragmentos del mineral que rodean su cuerpo.
Sin embargo, su ojo rojo no se queda ahí. Gracias a él, puede iluminar zonas poco iluminadas. De hecho, resulta tan útil que, cien años atrás, había uno en cada hogar de la región de Galar. En aquel tiempo, las familias usaban el carbón que se desprendía de su cuerpo para cocinar y calentar sus casas. Aún así, a día de hoy, las personas solo lo utilizan cuando se realizan actividades al aire libre.
Sus evoluciones también se componen de carbón
Del mismo modo que Rolycoly, su evolución, Carkol, también tiene cierta relación con este mineral. Tanto es así que este se basa en una camioneta minera con el carbón que se recoge en las cuevas. De hecho, lo forma en el interior de su cuerpo. De forma similar a su anterior forma, a este pokémon lo utilizaban los antiguos habitantes de Galar para sus labores diarias. Además, se conoce que gira las patas a gran velocidad para correr a unos treinta kilómetros por hora. Por último, se sabe que emite llamas a una temperatura de mil grados.
Tras estas dos criaturas, aparece la forma definitiva. Se trata de Coalossal, un pokémon de carácter sereno. Pese a ello, este se enfurece cuando ve que algún humano daña una mina. En ese instante, Coalossal emite llamas de mil quinientos grados. De esta forma, se reduce todo a cenizas. Finalmente, se conoce que en combate su montaña arde al rojo vivo a la par que esparce chispas llameantes que calcinan lo que tocan. Como dato curioso, también se descubrió que, en un posible homenaje a su origen, su gigamax tiene un movimiento característico. Se trata de Gigarroca Ígnea.