“Aunque yo sólo me considere un simple aficionado a su lado y me atrevería a decir que ni siquiera eso, quiero dedicar este análisis a Fran Pinto conocido por muchos de nosotros como Pinjed, que falleció recientemente y al cual llevo muchos años escuchando. La casualidad decidió que en el momento que nos dejaste estuviera dedicando mi tiempo a analizar este juego, así que allá donde estés Fran, sabes que nosotros guardaremos tu legado, y valoramos hoy más que nunca lo que tú lograste conseguir. Llegar a convertir lo que al igual que muchos de nosotros disfrutamos como ocio o pasión por los videojuegos, en una profesión de altísima calidad.

A ti Fran, héroe cotidiano”.

¿Serás tú el nuevo héroe?

De la mano de Ratalaika Games nos llega I am the Hero, un título del que podemos disfrutar gracias a Feiyu, Indienova y Mongoose, y que podemos catalogar cómo un juego retro de lucha en 2D de tipo arcade con gráficos pixel-art. Todo el que no esté acostumbrado a este tipo de juegos va a encontrar una jugabilidad muy accesible, incluso los más novatos (incluyéndome yo mismo). A la vez los más puristas, podrán dar rienda suelta a todos los movimientos que puedan imaginar y las numerosas combinaciones de golpes en combate que van a disponer desde el mismo inicio del juego y durante todo el desarrollo del mismo, aunque sin la profundidad de la que gozan sin duda alguna los reyes de este género.

Nuestra historia tiene inicio en el exterior del Suspicious Hospital, donde nos percatamos que están ocurriendo cosas raras y observamos unos personajes con una actitud algo extraña. En ese mismo momento se activa nuestro ego y pasamos a querer solucionar nosotros mismos la situación. Sí, también podemos calificarlo como esa conducta bravucona llamada, yo contra el barrio.

En I am the Hero nos tenemos que ir desplazando lateralmente hacia la derecha, golpeando a todo tipo de enemigos que nos salgan al paso, intentando encadenar combos (¡nosotros hemos conseguido llegar hasta los 400!). Aunque en alguna ocasión nos moveremos hacia la izquierda, e incluso en una pequeña porción del juego nos vamos a dirigir hacia abajo. Mientras vamos repartiendo a diestro y siniestro, nuestra barra de energía se irá llenando en bloques, los cuales nos servirán de uno en uno para realizar golpes especiales. O si decidimos usar toda la energía acumulada lanzaremos nuestros ataques más mortíferos durante un periodo corto de tiempo, dónde los golpes de nuestros oponentes no nos realizarán el más mínimo rasguño, y los nuestros serán devastadores. Si nuestra barra de salud baja a cero, estaremos muertos. A no ser que tengamos a punto nuestro sustituto para seguir peleando, y ¿cómo se consigue eso?.

La evolución del juego viene dosificada en seis pequeñas etapas, constituidas por tres niveles cada una, excepto la primera que sólo dispone de un nivel, que hace las veces de tutorial. Al llegar al final de cada una de ellas, nos darán la opción a escoger entre desbloquear un personaje nuevo, de los que hayamos visto hasta ahora, o aprender una habilidad especial nueva. Si hemos escogido el personaje, se une a nosotros pero se queda en segundo plano, y podemos intercambiarnos en cualquier momento durante la batalla, para utilizar los diferentes ataques de cada uno según el enemigo que tengamos que afrontar. Hay que puntualizar que si morimos y termina nuestra partida, podemos reanudarla desde el principio del último punto al que hayamos llegado. Facilitando así nuestro avance para poder completar el juego. Algo que conseguiremos en unas dos o tres horas dependiendo de nuestra habilidad.