La octava generación de videojuegos comenzó con el lanzamiento de la Wii U a finales de 2012. La octava generación comenzó con el lanzamiento de PlayStation 4 a finales de 2013. La octava generación comenzó con el lanzamiento de Xbox One dos semanas después. La octava generación comenzó cuando salió Titanfall a principios de 2014. La octava generación comenzó cuando salió Infamous: Second Son unas semanas más tarde. La octava generación va a empezar cuando salga Sunset Overdrive a finales de 2014. La octava generación va a empezar a principios de 2015 cuando se lanze The Order: 1886.
La octava generación de consolas de videojuegos ha “empezado” varias veces ya. Dentro de los foros, la comunidad de jugadores ha dado unas batallas épicas de fanboys, todos discutiendo la respuesta a cuándo en realidad va a empezar la nueva generación, y qué consola va a iniciar de verdad esto. Sí, hemos visto a Killzone: Shadowfall y Ryse: Son of Rome, pero vamos, ambos se pudieron haber hecho en cualquier punto de la pasada generación en cuanto a concepto y ejecución se refiere. En cuanto a la potencia gráfica, bueno, eso es discutible.
El primer round fue cuando salió Wii U al mercado y nadie la compró porque carecía de un catálogo fuerte que en realidad hiciera que valiera la pena el hecho de comprar una nueva consola. El segundo round fue con el lanzamiento de las consolas de las dos grandes, una pelea que fue ganada por Sony gracias a que supieron vender muy bien a su consola -algo que no se traduce en que sea mejor, claro está-, y aún así el catálogo de la consola era bastante pobre, quiero decir, ¿a qué jugaron los primeros compradores de PS4? ¿A Knack?, todo lo demás salió para la séptima generación, y vamos, todavía durante este año 2014 han seguido saliendo varios videojuegos que pertenecen únicamente a las consolas ya viejas, y todavía nos quedan ver videojuegos que solamente saldrán para PlayStation 3 y/o Xbox 360, ahí tenemos a Persona 5 que sale en 2015. En fin, el tercer round vino cuando salieron Titanfall e Infamous Second Son en marzo del presente año. Y de nuevo, Titanfall es una experiencia que se pudo haber hecho en cualquier punto de la séptima generación, ahí tenemos a la versión de Xbox 360 para demostrar mi punto, e Infamous: Second Son… sí, tiene bonitos graficos y todo, pero esa potencia no contribuye en absolutamente nada importante al videojuego, pudieron haber hecho al videojuego con un motor menos potente y hubiese sido exactamente lo mismo.
El cuarto round supuestamente llegará a finales de este año/principios del próximo con la siguiente oleada de exclusivos para las nuevas consolas. Tenemos a Sunset Overdrive que llegará para satisfacer la sed de los que compraron Xbox One, mientras que los Sonyers tendrán que esperar un poquito más para echarle el guante a The Order: 1886. Pero me repito una vez más, ambas son experiencias que se pudieron haber hecho en cualquier punto de la séptima generación, tal ves con un poco menos de potencia gráfica y tal. Sí, Sunset Overdrive se ve que será un videojuego buenísimo, hasta me dan ganas de comprar un Xbox One solo para jugar al nuevo título de Insomniac… pero … ¿de verdad era necesario que saliera en una consola de nueva generación? no lo creo, quiero decir, por donde lo veas, en realidad es que no tiene nada que diga “next-gen” atado a él. Sí, revuelve varios conceptos para reirse del típico shooter de turno y promete ser una experiencia liberadora que de seguro transmitirá una gran sensación de agilidad en su mundo abierto, pero por lo que he visto, bien se pudo haber hecho anteriormente sin ningún problema, es más, ese estilo visual le ayuda aún más. Y del otro lado tenemos a The Order: 1886 que… bueno… Gears of War meets steampunk en 1080p.
Con todo esto quería llegar a un punto, y es que todavía de verdad no hemos visto algo que haga que valga la pena entrar a la nueva generación. Muchos videojuegos de este año todavía saldrán para PS3 y Xbox 360, por lo que en este momento no tengo ninguna razón para comprar una consola de nueva generación. No me han dado algo que me haga decir “Vaya, esto nunca lo he visto antes”.
Tal ves me dirán “Oye, pero que hipócrita eres, ¿no te quejas constantemente de que los gráficos no importan y que lo que de verdad debería de importar es cómo la interacción contribuye a mandar un mensaje o sentimiento al jugador?” y bueno, sí, ahora que me acuerdo, es un argumento que uso mucho. Pero aquí es cuando cambian un poco las cosas. La nueva generación acaba de llegar. Los videojuegos, por ahora, son el único medio que dependen totalmente de los avances tecnológicos para que nos puedan ofrecer cosas más variadas o experiencias que no habíamos visto antes en ningún otro lugar. Al fin y al cabo, por más que le trate de sacar la quinta pata al gato, son máquinas de tecnología muy avanzadas, máquinas que cuestan mucho, ya que estamos. Quiero que mi compra valga la pena. Pero al mismo tiempo no quiero comprar una consola simplemente para ver qué tan bien se ve ahora la arruga #31 del ciudadano que va pasando junto a mi en la calle dentro del videojuego. No, quiero que usen esa tecnología para crear experiencias totalmente nuevas.
Lamentablemente soy un poco joven para hablar sobre estas cosas, ya que, no pude vivirlas en su máximo esplendor cuando sucedieron. Pero me he vuelto bastante curiosillo sobre la historia de los videojuegos, y puedo afirmar esto gracias también a lo que he jugado, que el primer Assassin’s Creed, título casi de lanzamiento en consolas de séptima generación, fue una experiencia que nunca se había visto antes en cuanto a concepto se refiere, y en cuanto a la potencia gráfica y como la aplicaba, tampoco se había visto algo similar. En la sexta generación, los sandbox que habían eran de basicamente hacer lo que quisieras sin casi ningún rumbo, Grand Theft Auto: San Andreas hizo que esta fórmula llegase a su máximo explendor, y sí, fue un gran logro. Por el otro lado, los videojuegos de sigilo usualmente se limitaban a un escenario limitado con unos confines bastante cerrados en donde te decían “Mira, tienes este lugar, haz sigilo”, hasta videojuegos que son largamente aclamados por su “libertad” como Snake Eater, tenían un mapa relativamente pequeño.
Assassin’s Creed combinó ambos géneros para hacer una experiencia que jamás pudo haber pasado durante la era de PS2, Xbox y GameCube. Porque fuera de que fuese un sandbox y al mismo tiempo un videojuego de sigilo, la multitud de gente que ambienta las ciudades de Jerusalén y Acre, añadían mucha profundidad a las mismas, y no solo el hecho de que hubieran tantas personas, si no el hecho de que, dentro de lo que cabe, se veían y actuaban de manera realista. Si algo hace y seguirá haciendo (ojalá) muy bien la saga Assassin’s Creed, es meterte en sus fantásticos mundos para darte una sensación de que en realidad estás presenciando un libro de historia hecho videojuego, de darte una sensación de ambientación increíble. ¿Y esto añade al videojuego? por supuesto que sí, la idea central del videojuego es revivir las memorias de tus ancestros tal y como pasaron.
Y no solo eso, no solamente era potencia gráfica. El Assassin’s Creed original tenía conceptos que eran rarísimos para la era en la que salió, tenía un guión e historia que se cuestionaban a la iglesia, que dudaban de los mismos libros de historia. El mensaje de la obra era que no todo siempre es lo que parece. Assassin’s Creed te enseña que vivimos en un mundo de mentiras. Y en cima agrégale la naturaleza experimental que tenían sus cinemáticas y cómo bebieron mucho del teatro para que el jugador intepretara a su propia versión de Altaïr cada vez que jugaba.
¿Y a qué quiero llegar con todo esto?
A que todavía no llegan ese tipo de videojuegos para PS4 o Xbox One ¡eh! ¡esperen! ¡Wii U también! , sí, Watch Dogs quería replicar este fénomeno para las nuevas consolas pero a una mayor escala. Pero aún así fracasó totalmente gracias a que Ubisoft decidió lanzarlo en consolas de séptima generación y se vio limitado por esto. Sí, Infamous Second Son también tiene un mundo gigante y demás, pero en lo único en lo que realidad mejora, es en sus mecánicas, no te trata de hacerte sentir que estás dentro de Seattle. Nah, lo que importa es que se vea bonito ¿verdad?. Y sus conceptos en general son bastante anticuados, ¿que tus decisiones tienen efecto en la historia? ¡eso ya lo he visto miles de veces! Denme algo que sea inovador de verdad. Experimenten con el diseño de niveles como lo hizo Super Mario Galaxy, o hagan un experimento de auto-crítica como lo hizo BioShock en su momento.
Hace mucho que la industria Triple A me ha dejado de sorprender, fuera de unos ciertos lanzamientos que tengo muy pendientes como Metal Gear Solid V: The Phantom Pain, honestamente no hay muchos videojuegos grandes que me emocionen. Porque siento que todo lo que se está viendo… ya se había visto antes. Ahorita mismo lo que más espero se encuentra dentro de la escena indie. Sí, soy un maldito hipster gafa-pasta, pero es que no puedo evitarlo. Ahorita mismo estoy viendo conceptos más originales y humildes dentro de una sub-división de los videojuegos que carece de recursos, que en los videojuegos que tienen cantidades enormes de dinero disponible. Es curioso, pero me emociona más que llegue Gods Will Be Watching a que llegue Far Cry 4.
¿Quizá estamos mirando hacia el lado equivocado? Mucha gente espera y reafirma en sus sueños, de que el gran videojuego que definirá por fin la transición a la octava generación, llegará por parte de una de las grandes casas de los videojuegos. Un gran videojuego Triple A que desafíe todo lo que concebimos como videojuego, una obra que nos haga ver las cosas desde otra perspectiva. Pero así como va la situación, no creo que eso pase. Hoy en día, más que nunca, es muy arriesgado intentar hacer algo nuevo sin que se pierdan varios millones de dólares por el camino. Es por eso que los “grandes videojuegos de las empresas multimillonarias” son de los que menos espero. Ellos van usualmente por lo seguro y por lo que vende.
Lo repetiré hasta el cansancio, pero ahorita mismo los videojuegos indie son los que más prometen. Estoy de acuerdo con Kaz Hirai cuando dice que “no entienden a los jugadores que solo quieren Triple A”, ¿en serio quieren más de lo mismo? ¿no quieren algo nuevo? ¿qué no su argumento era que querían cosas totalmente nuevas para la “nueva generación”?
Viva la hipocresía.
Ahorita mismo, el videojuego que más estoy esperando de una manera general, es No Man’s Sky. El videojuego que está produciendo ahorita mismo Hello Games, está haciendo que mis pantalones se pongan húmedos cada vez que veo un trailer del mismo. La sola idea de poder navegar en una galaxia que crea mundos de forma procedural, mientras exploras y te maravillas con cada nuevo lugar y criatura que ves, mientras te acompañan tus amigos en la aventura de llegar hasta el centro de la galaxia, una tarea que solo se puede cumplir si derrotas naves espaciales enemigas para así poder mejorar tu nave, traje y armas… todo sin una sola pantalla de carga… es una idea que hace que mi imaginación vuele. Se que suena como una idea bastante tonta e infantil, hasta el mismo Sean Murray, el aparente director del videojuego, admite que No Man’s Sky es una idea bastante inmadura, pero esa sensación que de seguro deja de asombro, debe de ser increíble de experimentar. Esto, bajo mi opinión, es un ejemplo de un videojuego que se aprovecha de la nueva generación de manera técnica mientras que al mismo tiempo crea un concepto nunca antes hecho en los videojuegos. Díganme ¿cuándo han visto un mundo que se genera de forma procedural sin pantallas de carga? Sí, tenemos a Minecraft, pero no goza del mismo diseño artístico hermoso que tanto marca al videojuego de Hello Games. ¿Cuándo han visto un mundo abierto de ciencia ficción que se desarrolle con naves espaciales? Tenemos a Mass Effect, pero no disfruta de la misma transición casi inexistente que hay entre las diferentes facetas del videojuego como lo sería pisar tierra a estar explorando la galaxia. Sean Murray y su equipo están haciendo realidad el sueño de muchos. 10 personas se embarcaron en hacer lo que al parecer, los grandes estudios jamás intentaron crear.
¿Pero solo por eso tenemos que olvidar a los grandes estudios y en vez hacerle caso a los indies únicamente? No señores, ese argumento tampoco me convence. Mientras que mucha gente ve en Rime –un videojuego indie- una posible obra maestra totalmente original, yo solo veo ahí un Ico meets The Wind Waker meets Journey. Lo que quiere decir que no, los indies tampoco son la respuesta por completo.
¿Entonces? ¿Qué queremos ver en la nueva generación? ¿nuevos conceptos o mejor potencia gráfica? ¿indies o Triple A? ¿propuestas frescas o caras realistas? ¿tal vez un poco de ambos? se que he sido un poco inconsistente con mis propios argumentos, pero es que en realidad ni yo se la respuesta absoluta a esto. Lo único que podemos hacer es esperar. La Gamescom está a la vuelta de la esquina y justo después de dicho evento, sigue la Tokyo Game Show. Ojalá veamos algo que en realidad haga explotar nuestras mentes, ojalá por fin veamos el verdadero salto a la nueva generación. Y ojalá veamos a The Last Guardian, ¡MALDITA SEA UEDA!